Santiago
1; 24-27
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y
luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y
no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
27 La religión pura y sin mácula delante de Dios
el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones,
y guardarse sin mancha del mundo.
Estos versículos dan un ejemplo de la clase de oidor del
cual se habla.
Este hombre
consideraba su rostro natural (literalmente, el de su nacimiento). La palabra
griega katanoeo, aquí traducida "considerar", se halla también en
Luc_12:27 ("considerad"), Hch_7:31 ("observar"), y Hch_11:6
("consideré‚"). No es, pues, una mera mirada rápida, sino una
contemplación fija. Pero después de considerarse en el espejo, al tornarse y
salir, en seguida se olvida de la impresión que se le había dejado y por
consiguiente no toma pasos para mejorar o corregir el desarreglo.
El que se mira
detenidamente en el espejo se ve a sí mismo tal como es, con las imperfecciones
que necesitan atención. De igual manera, el que mira atentamente a la Palabra
de Dios, se ve a sí mismo con todos sus defectos, porque no es como enseña la
Palabra que debería ser. Pero si en los dos casos uno va a ser "observador",
pero no también a la vez "hacedor", no saca ningún provecho, porque
el mirar no es seguido del hacer.
La parábola
del sembrador habla de cómo la semilla sembrada es quitada; de igual manera el
considerar, seguido del olvido inmediato, termina en pérdida de provecho.
Muchos profesados cristianos se congregan con frecuencia y oyen clases bíblicas
y predicaciones, y por el momento se agita algo su conciencia, pero luego salen
de la clase o de la asamblea, e inmediatamente los afanes del siglo ocupan su
mente. Olvidados de la enseñanza bíblica, siguen siendo oidores negligentes. Por
lo tanto, un simple oyente de la palabra, a quien no le importa practicar lo
que escucha, mientras escucha, observa algunas cosas que están mal en sí mismo
y algunas excelencias en Cristo; pero, cuando termina el discurso, sigue su
camino y no piensa más en ninguno de los dos.
Los espejos
antiguos eran de metal, no de vidrio. La palabra griega para decir espejo,
esopstron, aparece solamente aquí y en 1Co_13:12.
"Más el que mira atentamente". La
Versión Moderna dice, "escudriña cuidadosamente". El
mismo verbo en el texto griego se emplea en 1Pe_1:12 ("anhela
mirar"), en Luc_24:12 ("inclinándose" vio, Versión Moderna), y
en Jua_20:5; Jua_20:11 ("bajándose", a mirar; "se inclinó"
para mirar). Es obvio, pues, que Santiago se refiere al que procura
empeñosamente mirar o considerar las cosas reveladas en las Escrituras.
--"en".
La preposición griega eis significa "hacia delante"; es decir, él que
mira dentro de la ley. Su deseo es penetrarla, para saber lo que contiene.
--"la
perfecta ley, la de la libertad". Es
lo mismo que "la palabra de verdad", 1:18; "la palabra
implantada", 1:21; "la palabra", 1:22; y "la fe", 2:1.
Es el evangelio, o enseñanza, del Nuevo Testamento.
Se llama
"perfecta" porque está completa y es final. ¡No se le puede añadir
nada! No se necesitan "revelaciones modernas". 2Ti_3:16-17; Jud_1:3;
Gál_1:6-10; Apo_22:18-19.
Otros pasajes
emplean el término "ley" referente a "la doctrina de
Cristo" (2Jn_1:9), o sea, al evangelio. Rom_3:27; Rom_8:2; 1Co_9:21;
Gál_6:2. Una ley es una regla de conducta. En la ley de Cristo se hallan estas
condiciones. Esto no es "legalismo", porque Dios ha provisto la
salvación en Cristo (Efe_1:3; Rom_8:1); y no en el hombre (Rom_7:24). Pero si
no hubiera condiciones, la salvación sería universal.
Se llama
"de libertad" porque nos liberta de la condenación del pecado. Los
creyentes deben de observarse así mismo en la luz de la palabra de Dios, luego
tienen que observar fijamente a "la perfecta ley, la ley de libertad"
el evangelio de Jesucristo. El conocimiento de sí mismo es útil, pero el
conocimiento de Dios es eterno.
--"y
persevera en ella". Más bien, "en ello" ; es decir, perseverar
en mirar atentamente en la ley perfecta. Este es el hombre (cristiano) que será
bienaventurado.
--"No
siendo oidor olvidadizo", como él que mira en el espejo y luego se torna y
se va, habiendo dejado de pensar en lo que veía en el espejo y de lo que
requería corrección.
--"sino
hacedor de la obra... que hace". Jua_13:17, Sal_19:11. La bendición se
pronuncia sobre el cristiano que procura saber la voluntad de Dios de continuo,
buscándola en la doctrina de Cristo que es perfecta y que liberta de la
condenación eterna.
Los próximos dos versículos dan ilustraciones
del punto tratado: el de ser oidor de la Palabra, y no a la vez hacedor.
--"Si
alguno se cree... su corazón". Esta es una ORACION CONDICIONAL DE LA
PRIMERA CLASE, donde se asume que es verdad desde la perspectiva del autor o
sus propósitos literarios. La Reina Valera agrega "se cree" pero esta
frase se refiere al autoengaño y no a la observación y evaluación de otros. A
menudo, los creyentes substituyen el actuar humano de las reglas y los rituales
por una vida como Cristo. Si algún cristiano "piensa" sinceramente que está bien con Dios porque es religioso
(es decir, asiste fielmente a los servicios, etcétera) pero al mismo tiempo no
está poniendo por obra lo que Dios le está diciendo (por ejemplo, en lo que
concierne al uso correcto de la lengua), se engaña a sí mismo.
Los versículos 25-26 no son una referencia a religiosos hipócritas
sino a sinceros, insatisfechos, desinformados y estériles fanáticos religiosos.
El término "religioso" significa "estar preocupado con los
detalles escrupulosos". Santiago prevé creyentes legalistas que confían en
las leyes o gnósticos quienes confían en el conocimiento, ninguno de los cuales
viven vidas pías. El engañarse a sí mismo es cosa seria, de la cual pueden ser
víctimas aún los hermanos sinceros. Por eso Santiago da esta exhortación.
Refrenar la
lengua significa gobernarla como al caballo se le controla con un freno (Sal_39:1).
Esta falta en el uso correcto de la lengua o era pecado peculiar a los lectores
de Santiago, o le servía de ejemplo de muchas faltas que hacen que la religión
de uno sea vana. El autocontrol es una muestra de la madurez cristiana (Gal.
5:22-23). Ortodoxia sin ortopraxis es muy común entre el pueblo de Dios. Este
es una muestra vacía (Isa. 29:13; Mat. 15:8-9; Col. 2:23-25; 2Tim.3:5; Santiago
1:19; 3:2-12). La religión puede ser una barrera para Dios (Santiago 1:19).
--"religioso".
Viene de la palabra griega threskos que aparece así como adjetivo solamente en
este pasaje. En forma de sustantivo (threskeia) aparece en este versículo y en
el 27, como también en Hch_26:5 y en Col_2:18 (culto). Significa especialmente
culto exterior que consiste en ceremonias, o lo que llamamos comúnmente hoy en
día "los servicios de la iglesia".
--"la
religión del tal es vana". Puede el cristiano rendir culto a Dios en vano,
si no pone por obra en la vida diaria lo que su Palabra le enseña. Puede ser
miembro con nombre de que vive, pero estar muerto (Apo_3:1), o con la idea de que
es rico, pero ser en la vista de Dios un desventurado, miserable, pobre, ciego
y desnudo (Apo_3:17). Meramente "asistir a los servicios" (es decir,
ser "religioso") ¡no basta! Tal religión es fútil porque no ha obrado
un efecto deseado en toda facultad del cuerpo y de la mente. El profesado
cristiano, con esta clase de religión, aunque piensa que está bien, en realidad
no "será bienaventurado" (1:25).
"La religión pura... es esta". La
frase "pura y sin mácula" es la antítesis de la palabra
"vana" (1:26).
La religión
pura y sin mácula combina el servicio exterior con las buenas obras de
benevolencia (Efe_2:10; Tit_2:14; Tit_3:8; 1Jn_3:17-18) y la pureza de vida.
--"delante
de Dios el Padre". Esta frase enfatiza la norma que determina la religión pura
y sin mácula. 1Ti_2:3; Gál_3:11; Gál_2:1-21 Tesalonicenses 1:6. Obrar según
nuestra propia norma es culto voluntario (o sea, de la voluntad de uno mismo)
(Col_2:23).
Ante los ojos
de Dios el Padre de Cristo, y todo su pueblo; lo que es aprobado por él, que es
el buscador de corazones y el que prueba las riendas de los hombres, "es
esto": no es que el apóstol esté dando una definición completa de la
verdadera religión; solo él menciona algunos de sus efectos, por los cuales es
conocido, y sin los cuales no puede ser verdadero y genuino. El nada más la
ilustra, de manera positiva y luego negativa. Pone una parte por el todo. El
punto es que en la religión que Dios acepta hay más que servicio exterior y de
profesión. Es práctica y afecta toda relación del hombre con Dios y con los
hombres. Hay cosas que hacer y que evitar (y no tan solamente que oír).
--"visitar
a los huérfanos... tribulaciones". "Visitar" no significa una visita
social, sino el hecho de ver por las necesidades de uno, aliviándolas. Este
uso de "visitar" se nota en Jer_23:2; Zac_11:16, y Mat_25:36;
Mat_25:43. Y no solo para verlos y decirles una palabra de consuelo, sino para
comunicarles y satisfacer sus necesidades, según lo requieran, y de acuerdo con
la capacidad que Dios les ha dado: donde hay una verdadera religión en el
corazón, hay amor a Dios; y donde hay amor a Dios, hay amor a los santos; y
esto se les mostrará en tiempos de aflicción y angustia; y donde esto es
deficiente, la religión en sí misma no es pura y sin mancha.
Dios es el
Padre de los tales (Sal_68:5) y naturalmente la religión que es de él requiere
tal benevolencia hacia ellos. Deuteronomio 10:18; 14:29; Sal_10:14;
Sal_82:3; Isa_1:17; Jer_49:11; y Ose_14:3.
El
cristiano individual es quien debe tener religión pura y sin mácula.
--"y
guardarse sin mancha del mundo". ¿Por qué no aplican los hermanos
liberales esta parte del versículo a la colectividad? Es más que obvio que
Santiago sigue refiriéndose a responsabilidades individuales. De los hombres
del mundo, que se contaminan por sus malas comunicaciones; y "de los
vicios del mundo", como lo expresa la versión árabe, que son de naturaleza
contaminante; y, donde la religión está en su poder y pureza, y el Evangelio de
la gracia de Dios viene con eficacia, enseña a separarse del resto del mundo, y
a negar la impiedad y las lujurias mundanas, y a vivir con sobriedad, rectitud
y piadoso.
La palabra
griega aspilos (sin mancha) aparece también en 1Ti_6:14; 1Pe_1:19; 2Pe_3:14.
El
"mundo" aquí referido es la esfera de maldad, la sociedad sin Dios y
del pecado (2Pe_1:4). 1Jn_2:15, y Rom_12:2.
El que reclama
ser cristiano, pues, al oír lo que Dios dice por su Palabra procurará ponerlo
por obra, en la observancia de servicio exterior, de benevolencia hacia otros,
y de abstenerse de los deseos carnales.
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