Hace aproximadamente un mes me comunicaron el
fallecimiento de Paz, convertida, por la gracia de Dios, en una creyente en la
obra de Jesucristo para Salvación de su alma. Unas semanas antes de esa
noticia, era una defensora a ultranza de la salvación por fe en Jesucristo más
las obras de cada uno. Sin las cuales ella creía que no había salvación
posible. Después de estar varias semanas mostrándola que a través de la Biblia
solo existe una fe salvífica, y es por gracia de Dios: Romanos 11:6 Y si por gracia, ya
no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya
no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Y en Efesios 2; 8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; 9 no
por obras, para que nadie se gloríe. Como insistía en su tozudez, creí
necesario visitarlas, a ella Paz, y a los padres de Alejandra, junto con
Mari Paz. Desde aquí hay dos horas de trayecto por las montañas, hasta llegar a
las tierras de Lemos. Pudimos conocernos personalmente, y sobremanera me llamó
la atención Paz, la recién llegada al grupo hacía pocas semanas. Sobre todo
destacaba por su insistencia en las obras de fe.
El Señor me llevó al Evangelio de Lucas capítulo 23, y
destaco los versículos:
Lucas 23:40 Respondiendo el
otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma
condenación?
41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos
lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás
conmigo en el paraíso
En la Misericordia de Dios, estos versículos fueron
suficientes para vencer la resistencia de la testarudez de su mente y corazón.
Paz, imagínate clavada de pies y manos en la cruz y ponte en el lugar del
ladrón arrepentido. Dime ¿Acaso podrías bajarte de esa cruz para dar limosna,
peregrinar, bautizarte o unirte a una denominación como demostración de Buena
obra para ser aceptada por Dios? ¿Hiciste algo para merecer la respuesta de
Jesús? Mira: Seguro que este ladrón habría escuchado hablar sobre Jesús, aunque
solo fuera en el trayecto hasta el Gólgota; se habría dado cuenta de toda la
actitud de Jesús, dócil y mudo; este ladrón en su interior recibió el toque del
Espíritu Santo por la misericordia de Dios, y confesó con su boca que recibía
el justo pago de sus pecados, y aprovechó la ultima oportunidad que tenía antes
de morir, para reconocer que Jesús resucitaría, El Señor de la Vida no podía
morir, y él humildemente lo confesaba cuando le decía a Jesús que se acordara
de él cuando volviera en su Reino. ¿Paz te das cuenta, que ni tú, ni yo, ni
nadie de los presentes podemos hacer nada para salvarnos? Su semblante, sus
ojos parecían haber tomado un brillo especial. ¡Es cierto; Vivía en el error!.
Es solo por la fe en la Obra de Jesucristo, - confesó Paz. Y aquella mujer de
65 años, recién jubilada recibió el “toque “del Espíritu Santo y creyó.
La fe en Cristo Jesús es fruto de la gracia electiva,
y bendición del pacto de gracia; es el don gratuito de Dios y la operación de
su Espíritu, y es peculiar de los elegidos de Dios y ovejas de Cristo; y por
tanto no puede pertenecer a la ley de obras
Paz, cuatro días más tarde pasaba a la presencia del
Señor.
Alejandra, sus padres y MariPaz, no supieron encajar
el fallecimiento de su amiga; no lo entendían y les surgieron un montón de
dudas. Recibí algún reproche velado, por no haber asistido a su funeral. Que si
Paz había recibido sepultura, sin un pastor, como manda la costumbre de la
zona. Ante sus mensajes tuve que preguntarles ¿Acaso ese rito de funeral,
afectó a su salvación? ¿El hecho de no estar un pastor en ese acto, afectó a su
salvación? Paz recibió el bautismo del Espíritu Santo como Sello o garante de
estar apartada para Dios, y ningún ángel, demonio, potestad ni principado, ni
cura romanista pueden romper esa UNIÓN con Dios, por medio de la Sangre de Su
Hijo Jesucristo.
Quizá algunos lectores de este blog diga: “Si estoy
salvado, ¿Cómo es que experimento tantas fluctuaciones de ánimo; que tan a
menudo pierdo la alegría, y me siento tan abatido como antes de mi conversión?”
Esta pregunta nos lleva a tratar el tercer punto que
es:
El
Gozo de la Salvación
Al corazón humano no se puede evitar que le surjan
dudas. Cualquier persona con una mente y un corazón sensibles a veces se
pregunta si es realmente cristiana. Sabemos por la Palabra de Dios en la Biblia
que, si bien somos salvos por la Obra de
Cristo y de ello adquirimos la CERTEZA
por esa Palabra, hemos de mantenernos en el Gozo y satisfacción espirituales
por el ESPIRITU SANTO que habita en el cuerpo de cada creyente después del nuevo
nacimiento.
Sabemos también que toda persona nacida de nuevo tiene
aún en sí “la carne”, esto es, la naturaleza pecaminosa en que ha venido al
mundo, y que empezó a manifestarse con el primer llanto y perdurará hasta el ultimo
aliento en este mundo. El Espíritu Santo en el nacido de Nuevo resiste “esa
naturaleza carnal”, y se ve entristecido por cualquiera manifestación suya, ya
sea de pensamiento, de palabra o de obra.
Cuando el creyente camina conforme a la voluntad de Dios,
el Espíritu Santo produce en el alma su fruto que es:” Gálatas 5:22-23 Mas el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Si el creyente anda en camino mundano o carnal, el Espíritu
se entristece, y en nuestra alma faltan esos frutos en mayor o menor medida. Podemos
decir qué: La Obra de Cristo y mi salvación son PARA SIEMPRE; mientras que mi GOZO
DE LA SALVACIÓN subsiste o se apaga según mi caminar en obediencia a la
voluntad de Dios.
La Obra de Cristo es INMUTABLE, PERPETUA, ETERNA
La salvación del creyente es ETERNA, la realizó Cristo.
El Gozo de la salvación depende de mi caminar en esta
vida. Cuando incurro en algún pecado sea de pensamiento, palabra o de obra, la Tercera
Persona de la Trinidad vuelve su rostro, y Su ayuda deja de ser tan evidente,
porque mi pecado estorba esa relación con Ella; no percibo su influencia en mi
vida, flaquean mis fuerzas y mi conciencia me acusa del “delito”; aún mis
huesos se debilitan. Esa situación empeora cuando en nuestro orgullo restamos
importancia a esa “mentirijilla” o “desliz”, llámese adulterio.
Veamos un caso real en la Biblia en 2 Samuel capítulo 1; 1 al 27:
A la vuelta de un año, al tiempo de salir a
campaña los reyes, mandó salir David a Yoab con sus servidores y con todo
Israel. Devastaron el país de los ammonitas y pusieron cerco a Rabbá; pero
David se quedó en Jerusalén. Una tarde David se levantó de su lecho y se puso a
pasear por la terraza del palacio real; y vio desde la terraza a una mujer que
se estaba bañando, la cual era por cierto muy hermosa. Mandó averiguar quién
era aquella mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías, el
hittita. David mandó emisarios para que la trajeran; y ella se presentó ante
David quien durmió con ella, la cual acababa de purificarse de su inmundicia.
Luego ella se volvió a su casa. La mujer quedó encinta y se lo hizo saber a David,
avisándole: Estoy encinta. Entonces David mandó este mensaje a Yoab: Envíame a
Urías el hittita. Y Yoab envió Urías a David. Cuando Urías llegó ante él, David
le preguntó por el estado de Yoab y el del pueblo, y por la marcha de la
guerra. Después díjole David a Urías: Baja a tu casa y lávate los pies. Salió
Urías del palacio real, y tras él salió también un obsequio de la mesa del rey.
Pero Urías se acostó a la entrada del palacio real con todos los servidores de
su señor y no bajó a su casa. Avisáronle a David: Urías no ha bajado a su casa.
Y David preguntó a Urías: ¿No acabas de llegar de un viaje? ¿Por qué no has
bajado a tu casa? Respondióle Urías: El arca, Israel y Judá habitan en tiendas;
y mi señor Yoab y los servidores de mi señor acampan al raso. ¿Cómo voy a
entrar yo en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡Por tu vida,
por tu propia vida, no haré yo semejante cosa! David replicó a Urías: Quédate
aquí todavía hoy, y mañana te despediré. Urías se quedó en Jerusalén aquel día,
y al día siguiente David lo invitó a comer con él, y le hizo beber hasta
embriagarse. Al atardecer, Urías salió para acostarse en su lecho junto a los
servidores de su señor, pero no bajó a su casa. A la mañana siguiente David
escribió a Yoab una carta que le remitió por mano de Urías. En ella había
escrito: Colocad a Urías en vanguardia, donde sea más dura la lucha, y retiraos
de él, para que sea herido y muera. Así pues, Yoab, que sitiaba la ciudad, puso
a Urías en el lugar en que sabía que estaban los guerreros más valientes. Los
de la ciudad hicieron una salida y atacaron a Yoab. Y cayeron no pocos del
pueblo, de los servidores de David, y entre ellos murió también Urías el
hittita. Yoab mandó en seguida quien comunicara a David todos los detalles del
combate, y le dio esta orden al mensajero: Cuando hayas terminado de contar al
rey todos los detalles del combate, si estalla la cólera del rey y te dice:
¿Por qué os habéis acercado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais que tirarían
desde lo alto de la muralla? ¿Quién hirió a Abimélek, hijo de Yerubbaal, sino
una mujer que arrojó sobre él desde lo alto de la muralla una rueda de molino y
por ello murió él en Tebés? ¿Por qué os habéis acercado a la muralla? Pero tú
le dirás: Tu siervo Urías, el hittita, murió también. Partió el mensajero, y en
llegando ante David, le comunicó todo lo que le había mandado Yoab. Y dijo el
mensajero a David: Cuando aquellos hombres llevaban las de vencer sobre
nosotros, hicieron una salida contra nosotros al descampado, pero los
rechazamos hasta la entrada de la puerta; mas los arqueros tiraban contra tus
servidores desde lo alto de la muralla, y murieron algunos de los servidores
del rey, entre ellos tu vasallo Urías, el hittita. Entonces dijo David al
mensajero: Esto has de decir a Yoab: No te aflijas por este incidente, pues la
espada devora unas veces a unos y otras veces a otros. Refuerza tu ataque
contra la ciudad y arrásala. Y tú, dale ánimo. Cuando la mujer de Urías se enteró
de que había muerto su marido, hizo duelo por su señor. Pasado el luto, mandó
David traerla a su casa y la tomó por esposa. Ella le dio a luz un hijo. Pero
la acción de David resultó desagradable a los ojos de Yahvéh.
El invierno es una estación de lluvia en Israel, la
época cuando se plantan los cultivos. La primavera era un momento adecuado para
ir a la guerra debido a que los caminos estaban secos, haciendo más fáciles el
traslado de las tropas, los carros de abastecimientos y las carrozas. En
Israel, muchas cosechas estaban listas para ser levantadas en la primavera.
Estas cosechas eran una fuente importante de alimento para los ejércitos en
tránsito.
En el episodio con Betsabé, David se permitió caer
hondo y más profundamente en el pecado:
(1) David
abandonó su propósito al estar en casa para la batalla.
(2) Centró sus pensamientos en sus propios deseos.
(3) Cuando la
tentación llegó, la examinó en vez de alejarse de ella.
(4) Pecó deliberadamente.
(5) Trató de cubrir su pecado traicionando a otros.
(6) Cometió asesinato para continuar cubriendo su
pecado. Finalmente su pecado fue expuesto, y fue castigado.
(7) Las consecuencias de su pecado afectaron a muchos
otros.
David pudo haber decidido detenerse, y volverse del
mal en cualquier etapa de su camino. Pero una vez que se inicia la progresión
de pecados es difícil detenerse (Santiago1:14-15 Cada
uno es tentado por su propia concupiscencia, que lo atrae y lo seduce. Luego la
concupiscencia, después de concebir, pare el pecado, y el pecado, una vez
consumado, pare la muerte.). Mientras
más grande es el desastre menos admitimos que nosotros lo causamos. Es
mucho más fácil dejar de deslizarse por una colina cuando se está cerca de la
cima que a mitad del camino. La mejor solución es detener el pecado antes de
que comience.
Cuando David miró desde la terraza del palacio, vio a
una bella mujer que se estaba bañando, y la lujuria llenó su corazón. Debió
haber dejado la terraza y huido de la tentación. En vez de eso, abrigó la
tentación al investigar acerca de Betsabé. El resultado fue devastador.
Para huir de la tentación: (1) Ruegue a Dios en
oración que lo ayude a alejarse de la gente, lugares y situaciones que
representen una tentación. (2) Memorice y medite en porciones de las Escrituras
que combatan esas debilidades específicas. En la raíz de la mayoría de las
tentaciones se encuentra una necesidad o deseo real que Dios puede llenar. (3)
Busque a otro creyente con quien pueda abrirse y contar sobre sus luchas, y
pedir ayuda a esta persona cuando la tentación llegue.
David puso tanto a Betsabé como a Joab en una
situación difícil. Betsabé sabía que era pecado cometer adulterio, pero el
rehusarse a la petición del rey podría significar un castigo o la muerte. Joab
no sabía por qué Urías tenía que morir, pero era obvio que el rey lo quería
muerto. En ocasiones nos enfrentamos a situaciones que nos presentan sólo dos
alternativas aparentes, y las dos parecen estar mal. Cuando esto suceda, no
debemos perder la visión de lo que Dios quiere. La respuesta sería buscar más
alternativas. Al hacer esto, tendremos la posibilidad de buscar una que honre a
Dios.
La respuesta de David ante la muerte de Urías parece
petulante e insensible. Mientras que se lamentó profundamente por Saúl y Abner,
sus rivales no mostró ninguna aflicción por Urías, un buen hombre con un
carácter espiritualmente firme. ¿Por qué? David se había hecho insensible a su
propio pecado. La única manera en la que pudo cubrir su primer pecado
(adulterio) fue pecando otra vez, y muy pronto no sintió más culpabilidad por
lo que había hecho. El pecado deliberado y repetido nubló su sensibilidad a las
leyes de Dios, y a los derechos de los demás. Mientras más tratemos de cubrir
un pecado, más insensible nos haremos a él. No nos endurezcamos ante el pecado como hizo David. Confesemos de
inmediato nuestras malas acciones a Dios, y a quien corresponda, antes de que olvidemos
que son pecados.
El adulterio suele ocasionar homicidio al tratar de
ocultar una maldad con otra. Hay que temer el comienzo del pecado, porque,
¿Quién sabe dónde terminará? ¿Puede un creyente verdadero andar por esta senda?
¿Puede tal persona ser un verdadero hijo de Dios? Aunque la gracia no se pierde
en un caso tan espantoso, la SEGURIDAD y el GOZO DE LA SALVACIÓN se apagan. Podemos tener la
plena seguridad de que se apagaron de la vida de David toda la espiritualidad y
el GOZO. Ningún hombre, en tal caso, puede tener evidencia que le satisfaga de
que es creyente. Mientras mayor sea la confianza de un hombre que se ha hundido
en la maldad, más grandes son su presunción e hipocresía. Nadie que se parezca
en nada a David, sino en sus transgresiones, debe estimular su confianza con
este ejemplo. Que siga a David en su humillación, arrepentimiento y sus otras
gracias eminentes; es preferible que piense de sí como un descarriado, y no sea
un hipócrita.
Durante el incidente David escribió el Salmo 51,
dándole un discernimiento valioso en su carácter, y ofreciéndonos una esperanza
para nosotros también. No importa cuán miserable la culpabilidad lo haga
sentirse o cuán terrible sea el pecado que ha cometido, usted puede volcar su
corazón en Dios, y buscar su perdón como lo hizo David. Hay perdón para
nosotros cuando pecamos
Salmo 51:12: Vuélveme el Gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.
“Devuélveme el gozo de tu salvación”. La salvación la
había conocido, y la había conocido como propia del Señor; también había
sentido el gozo que surge de ser salvo en el Señor, pero lo había perdido por
un tiempo y, por lo tanto, anhelaba su restauración. 'Nadie excepto Dios puede
devolver esta alegría, este GOZO; Él puede hacerlo; podemos preguntarlo; lo
hará para su propia gloria y nuestro beneficio. Esta alegría no es lo primero,
sino que sigue al perdón y a la pureza: en tal orden es seguridad, en cualquier
otro es vana presunción o delirio idiota. Consciente de su debilidad,
consciente de haber caído tan recientemente, busca ser mantenido en pie por un
poder superior al suyo. Ese Espíritu real, cuya santidad es verdadera dignidad,
es capaz de hacernos caminar como reyes y sacerdotes, en toda la rectitud de la
santidad; y lo hará si buscamos su amable apoyo. Tales influencias no nos
esclavizarán sino que nos emanciparán; porque la santidad es libertad, y el
Espíritu Santo es Espíritu libre. En las formas más duras y traicioneras
estamos a salvo con un guardián así; En los mejores caminos tropezamos si se
nos deja solos. La oración de gozo y el apoyo van bien juntos; todo se acaba
con la alegría si no se guarda el pie; y, por otra parte, el gozo es algo muy
sustentador y ayuda mucho a la santidad; mientras tanto, el Espíritu Santo,
noble y leal está en el fondo de ambos.
Que nadie que se oponga a la verdad diga: ¡Este es el
fruto de la fe! No; son los efectos de la naturaleza corrupta. Vigilemos los
comienzos de la autocomplacencia y mantengámonos a la mayor distancia de todo
mal. Pero en el Señor hay misericordia y abundante redención. Él no echará
fuera a ningún creyente arrepentido y humilde; tampoco soportará que Satanás
arrebate sus ovejas de su mano. No obstante, el Señor hará que su pueblo se
recupere del daño en forma tal que marcará el aborrecimiento de sus crímenes,
para impedir que los que tienen consideración por su Palabra, abusen de las
doctrinas de la gracia.
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