} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 02/01/2016 - 03/01/2016

lunes, 29 de febrero de 2016

Proverbios 8:1-36



8.1 - 3 El llamado de la sabiduría se contrasta con el de la adúltera del capítulo 7. La sabiduría se ilustra como una mujer que nos guía y nos hace tener éxito.  Se contrasta la publicidad y universalidad del llamamiento de la sabiduría con la ocultación e intrigas de los malvados. La sabiduría, en lugar de esconderse o pretender ocultarse, lanza su apelación desde las alturas, las encrucijadas y la entrada de la ciudad; todos lugares públicos.

8.4-13   La apelación está dirigida a toda la humanidad: A los simples, los necios y a los que han hallado sabiduría. La voluntad de Dios se da a conocer por las obras de la creación, y por las conciencias de los hombres, pero más claramente por Moisés y los profetas. La dificultad principal es lograr que los hombres atiendan la instrucción. Sin embargo, atender las palabras de Cristo guiará al más ignorante al conocimiento salvífico de la verdad.


8.14-21 Mientras más se respete y teme a Dios, más se odiará el mal. El amor a Dios y el amor al pecado no pueden coexistir. Albergar pecados secretos significa que tolera el mal en usted. Rompamos definitivamente con el pecado y comprometamonos por entero con Dios. Aquí la sabiduría es Cristo en quien están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento; es Cristo en la palabra y Cristo en el corazón; no sólo se trata que Cristo sea revelado a nosotros sino que Cristo sea revelado en nosotros. Toda prudencia y destreza son del Señor. A través de la redención por la preciosa sangre de Cristo abundan las riquezas de su gracia en toda sabiduría y prudencia. El hombre encontró muchas invenciones para su ruina; Dios encontró uno para nuestra recuperación. Él aborrece el orgullo y la arrogancia, los malos caminos y la conversación pervertida; estos hacen que los hombres no quieran oír sus instrucciones santas, vivificadoras y humildes.
La religión verdadera da a los hombres el mejor consejo en todos los casos difíciles, y les ayuda a simplificar su camino.
Su sabiduría hace verdaderamente felices a todos los que la reciben en el amor de Cristo Jesús. Buscadlo a Él temprano, buscadlo fervorosamente, buscadlo antes de cualquier otra cosa. Cristo nunca dijo busca en vano. Los que amamos a Cristo son los que hemos visto su cualidad de ser amado y hemos tenido su amor derramado en nuestros corazones; por tanto, somosbienaventurados. Seremos bienaventurados en este mundo o, en aquel que supera toda comparación.
La riqueza obtenida por vanidad pronto disminuirá, pero la que es bien obtenida durará mucho; y la que se gasta bien en obras de piedad y caridad, será perdurable. Si no tenemos riquezas ni honor en este mundo, tendremos lo que es infinitamente mejor. Seremos dichosos en la gracia de Dios. Cristo, por su Espíritu, guía a los creyentes a toda la verdad y, así, nos guía en el camino de la justicia, para andar conforme al Espíritu. También seremos dichosos en la gloria de Dios, en el más allá. En las promesas de la Sabiduría, los creyentes tenemos bienes atesorados, no para días y años, sino para la eternidad; por tanto, nuestro fruto es mejor que el oro.

8.22-31 Fuí ordenado, o instalado (Salmo 2:6). Los otros términos amplían la idea de la antigüedad más remota, y los versículos 24-29 la ilustran con los detalles de la creación.   Fuentes que rebosan de aguas. Fundados hundidos hasta quedar cimentados. Campiñas una referencia acaso a la formación de la corteza de la tierra, como el versículo anterior sugiere la orogenia milenaria. Principio o suma, todas las partículas juntas. Señalaba por compás marcó un círculo, según la idea popular de que la tierra era circular, rodeada por abismos sobre los que los visibles cielos concavos descansaban. Afirmaba, los afirmó de modo de sostener las aguas de arriba y represar las que estaban debajo del firmamento (Gen 1:7-11; Job 26:8) la ribera, eso es, de la mar.    
 La sabiduría estaba presente en la creación y trabaja con el Creador. Dios dice que la sabiduría es primaria y fundamental. Es la base sobre la que se edifica la vida. Tal vez Pablo y Juan hicieron alusión a algunas de las declaraciones de Salomón con respecto a la sabiduría para describir la presencia de Cristo en la creación del mundo (Colosenses 1:15-17; Colosenses 2:2-3; Apocalipsis 3:14). El Hijo de Dios declara que Él mismo participó en la creación del mundo. ¡Cuán capaz, cuán apto es el Hijo de Dios para ser el Salvador del mundo, si fue el Creador de éste! El Hijo de Dios fue ordenado para esa gran obra antes de la fundación del mundo. ¿Se deleita en salvar a los pecadores miserables, y nosotros no nos deleitaremos en su salvación? En verdad, los atributos de Dios son una parte de él mismo. Sin embargo, con la estructura poética de todo este pasaje esta recomendación de la Sabiduría es enteramente consonante. En orden de tiempo todos sus atributos son tan coincidentes y eternos como él. Pero a fin de exponer la importancia de la sabiduría como creadora de la benevolencia y del poder, se le asigna aquí una precedencia. Como tiene tal cosa en los asuntos divinos, debiera tenerla también en los negocios humanos. Yo estaba con Él como perito obrero;” como objeto de especial consideración agradable. El impartimiento de la sabiduría a los hombres se representa como el hallazgo de una residencia deleitosa y como agradando a Dios.



8.32-35  Al contrario de “el que me hallare,” el que deja de encontrarme; pecar significa errar el blanco, como el que no da con el camino.
Contrastadas con los halagos sensuales están las ventajas de la sabiduría divina, que públicamente invita a los hombres, ofrece los mejores principios de vida, y los beneficios de más valor resultan de recibir sus consejos. Se presentan sus relaciones con el plan divino, si bien más extensamente, para recomendar a los hombres los beneficios de la sabiduría, terminando con el convencimiento de que los que la hallan encuentran el favor de Dios, y los que la rechazan causan su propia ruina. Muchos opinan que este pasaje es una descripción del Hijo de Dios por el título, Sabiduría, que los judíos más antiguos usaban (y por el cual se le llama en Lucas 11:49), así como Juan 1:1 le llama por el de Logos, la Palabra (Verbo).
Pero se puede entender que se usa el término aquí como la personificación de la sabiduría  porque:
1. Aunque se dice que estaba con Dios, no se declara que sea Dios.
2. El uso de los atributos personales es igualmente compatible con la personificación como con la descripción de la persona misma.
3. Los pronombres personales aquí usados concuerdan con el género (femenino) de sabiduría constantemente, y nunca se cambian por el de alguna persona indicada, como ocurre en el uso análogo de espíritu, que en el griego es neutro, pero al que se aplica el pronombre masculino (Juan 16:14) cuando se trata de los actos del Espíritu Santo.
4. Tal personificación está en consonancia con el estilo de este libro mientras que ningunas alusiones proféticas u otras al Salvador ni a la nueva dispensación se hallan entre las citas de este libro hechas en el Nuevo Testamento.
5. Esta interpretación nada quita de la importancia de este pasaje, el que sigue siendo una enseñanza inspiradora de las más adornadas y también solemnes e impresionantes sobre el valor de la sabiduría.



¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

domingo, 28 de febrero de 2016

CRISTO: EL CAMINO NUEVO Y VIVO



Hebreos 10:11  Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
 12  pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

Hebreos 10:19  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
 20  por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
 21  y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,


  Los sacrificios legales anuales no pueden perfeccionar al adorador, pero lo puede hacer el sacrificio de Cristo, hecho una vez y para siempre. En contraste con la diaria administración de los sacerdotes levíticos, el servicio de Cristo es hecho perfecto por un solo sacrificio, y por lo tanto él ahora está sentado a la diestra de Dios como Sacerdote Rey, hasta que todos sus enemigos estén sujetos bajo él. Así el nuevo pacto (8:8-12) está inaugurado, por el cual la ley está escrita sobre el corazón, de modo que no se necesita más ofrenda por el pecado. Por lo tanto, debemos acercarnos al lugar santísimo con firme fe y amor; temerosos de los horribles resultados de la apostasía; esperando la recompensa que nos tocará con la venida de Cristo.
Bajo el nuevo pacto o la dispensación del evangelio, se tiene perdón pleno y definitivo por la fe en Jesucristo. Esto significa una enorme diferencia del pacto nuevo respecto del antiguo. En el antiguo debían repetirse a menudo los sacrificios, y después de todo, se obtenía por ellos perdón sólo en este mundo. Bajo el nuevo, basta con un solo Sacrificio para procurar el perdón espiritual de todas las naciones y todas las eras, o para ser librado del castigo en el mundo venidero. Bien se puede llamar pacto nuevo a este. Que nadie suponga que las invenciones humanas pueden valer de algo para quienes los pongan en lugar del sacrificio del Hijo de Dios. ¿Qué queda entonces sino que busquemos un interés por fe en este Sacrificio; y el sello de ello en nuestras almas por la santificación del Espíritu para obediencia? Así que, como la ley está escrita en nuestros corazones, podemos saber que somos justificados, y que Dios no recordará más nuestros pecados.

El camino y los medios por los cuales los cristianos disfrutamos de estos privilegios pasa por la sangre de Jesús, por el mérito de esa sangre que Él ofrendó como sacrificio expiatorio. El acuerdo de la santidad infinita con la misericordia que perdona, no se entendió claramente hasta que la naturaleza humana de Cristo, el Hijo de Dios, fue herida y molida por nuestros pecados. Nuestro camino al cielo pasa por el Salvador crucificado; su muerte es para nosotros el camino de vida y para los que creen esto, Él es precioso. Deben acercarse a Dios; sería despreciar a Cristo seguir de lejos.
Sus cuerpos tenían que ser lavados con agua pura, aludiendo a los lavamientos ordenados por la ley: de esta manaera, el uso del agua en el bautismo era para recordar a los cristianos que nuestras conductas deben ser puras y santas.  
Los creyentes tenemos que considerar cómo podemos servirnos los unos a los otros, especialmente estimulándonos unos a otros al ejercicio más vigoroso y abundante del amor, y a la práctica de las buenas obras. La comunión de los santos es una gran ayuda y privilegio, y un medio de constancia y perseverancia. Debemos observar la llegada de tiempos de prueba, y por ellos ser despertados a una mayor diligencia. Hay un día de prueba que viene para todos los hombres: el día de nuestra muerte.

 La obra de Cristo contrasta con el trabajo de los sacerdotes judíos. El trabajo de los sacerdotes nunca se acababa; siempre debían estar de pie y ofrecer sacrificios. El sacrificio de Cristo (el morir en nuestro lugar) se acabó y por lo tanto El se sentó. Los sacerdotes repetían el sacrificio vez tras vez (lo mismo que la iglesia católica romana que persiste en el error, en el Concilio de Trento se identificó la Misa con el sacrificio continuado de Cristo por el perdon de los pecados); Cristo se inmoló una vez y para siempre. El sistema expiatorio no podía quitar por completo el pecado; el sacrificio de Cristo nos limpia eficazmente de una vez y para siempre.
  Si los lectores judíos de este libro estaban en peligro de que volvieran al sistema judío antiguo, sería decir que el sacrificio de Cristo no era suficiente para perdonar sus pecados. Añadir algo a su sacrificio o quitar algo de él es negar su validez. Cualquier sistema que pretenda ganar la aprobación de Dios mediante buenas obras esencialmente rechaza el significado de la muerte de Cristo y niega la obra del Espíritu Santo. Esté preparado por si acaso alguien le dice que el sacrificio de Cristo es incompleto o que se necesita algo más para que usted pueda ser aceptado delante de Dios. Cuando creemos en Cristo, El nos justifica ante Dios. Nuestra relación de amor nos conduce a seguirlo en obediencia a su voluntad y en servicio. El se agrada de nuestro servicio, pero no podemos ser salvos por las buenas obras.
 Nos hizo perfectos, pero también nos está santificando. Mediante su muerte y resurrección, Cristo hizo perfectos a los creyentes una vez y para siempre, ante los ojos de Dios. Al mismo tiempo, nos está santificando (progresivamente limpiados y apartados para su uso especial) en nuestro peregrinaje diario aquí. No debiera sorprendernos, avergonzarnos ni escandalizarnos el hecho de que todavía necesitemos crecer. Dios no ha terminado todavía su obra en nosotros. Podemos estimular este proceso de crecimiento al obedecer los valores de las Escrituras en todas las esferas de nuestra vida, y al aceptar la disciplina y guía que Cristo nos proporciona, y al darle el control de nuestros deseos y objetivos.

  Encontramos pues la afirmación categórica de que Cristo nunca más recordará nuestros pecados. El perdona por completo y no es necesario confesar reiteradamente nuestros pecados pasados. Como creyentes, podemos tener la certeza de que nuestros pecados, los que confesamos y abandonamos, han sido perdonados y olvidados.
El Lugar Santísimo del templo quedaba oculto de la vista por un velo (10.20). Sólo el sumo sacerdote podía entrar en esa habitación santa, y lo hacía una sola vez al año en el día de la expiación, cuando ofrecía sacrificios por los pecados de la nación. Pero la muerte de Jesucristo quitó el velo, y todos los creyentes podemos entrar a la presencia de Dios en todo momento.
 El no asistir a las reuniones cristianas es perder el estímulo y la ayuda de otros cristianos. Nos reunimos para anunciar nuestra fe y fortalecernos los unos a los otros en el Señor. Al acercarnos al fin de los tiempos y al estar próximo el "día" en que Cristo volverá, afrontaremos problemas espirituales, tribulaciones e incluso persecución. Fuerzas anticristianas crecerán en intensidad. Las dificultades nunca debieran ser excusas para no congregarnos. En cambio, a medida que surgen las dificultades, debemos hacer un mayor esfuerzo por ser fieles en la asistencia. Pue sabemos que son necesarias las pruebas y las aflicciones para modelar nuestro carácter, con la presión de la prueba acerquémonos a Dios, entonces veremos como saldremos fortalecidos.
 Cuando deliberadamente se rechaza la oferta de salvación de Cristo, se rechaza el don más precioso de Dios. Se pasa por alto la dirección del Espíritu Santo, la de quien nos comunica el amor salvador de Dios. Esta advertencia se le hizo a los cristianos judíos que se sentían tentados a rechazar a Cristo por el judaísmo, pero es un aviso para cualquiera que rechaza a Cristo por otra religión o que, habiendo entendido la obra expiatoria de Cristo, con toda intención le da la espalda (Números 15:30-31 y Marcos 3:28-30).
 El asunto es que no hay otro sacrificio aceptable por el pecado aparte de la muerte de Cristo en la cruz. Si alguien a propósito rechaza el sacrificio de Cristo luego de haber entendido con claridad la enseñanza del evangelio, no tiene esperanza alguna de salvación porque Dios no ha provisto otro nombre bajo el cielo por el cual podamos ser salvos (Hechos 4:12).

  Este juicio es para los que han rechazado la misericordia de Dios. Para los que aceptan el amor de Cristo y reciben su salvación, el juicio venidero no es motivo de preocupación. Al haber sido salvos mediante su gracia, no tienen nada que temer (1Juan 4:18).

  Hebreos anima a los creyentes a perseverar en su fe y conducta cristiana en medio de la persecución y de las presiones. Por lo general no pensamos que el sufrimiento sea bueno para nosotros, pero puede edificar nuestro carácter y nuestra paciencia. Durante tiempos de grandes pruebas, podemos sentir la presencia de Dios con claridad y encontrar ayuda de creyentes que nunca hubiéramos pensado que nos ayudarían. El saber que Jesucristo está con nosotros en nuestro sufrimiento, y el esperar su próximo regreso para poner fin a todo dolor, nos ayuda a crecer en nuestra fe y en nuestra relación con El (Romanos 5:3-5).

  El escritor anima a sus lectores a no abandonar la fe en tiempos de persecución, sino a demostrar mediante la paciencia que esa fe es verdadera. La fe significa depender de lo que Cristo ha hecho por nosotros en el pasado, pero también significa esperar lo que hará en nuestro favor en el presente y en el futuro (Romanos 8:12-25; Gálatas 3:10-13).

  Estos son algunos de los privilegios que acompañan a nuestra vida nueva en Cristo:
(1) tenemos acceso personal a Dios por medio de Cristo y podemos acercarnos a El sin un sistema complicado (10.22);
(2) podemos crecer en la fe, vencer las dudas y los interrogantes y profundizar nuestra relación con Dios (10.23);
(3) podemos disfrutar del estímulo de los demás (10.24);
(4) podemos adorar juntos (10.25).


¡Maranatha! ¡Si, ven  Señor Jesús!

sábado, 27 de febrero de 2016

Proverbios 7:1-27



7.1-5 Debemos atesorar los mandamientos de Dios en forma segura. No sólo se trata de: Obedécelos y vivirás, sino de: Obedécelos como quien no puede vivir sin ellos. Los que objetan el caminar cuidadoso y estricto como innecesario y demasiado preciso, no toman en cuenta que la ley debe obedecerse como a la niña del ojo porque, indudablemente, la ley en el corazón es el ojo del alma. Que la Palabra de Dios en la Biblia habite en nosotros y que, así, esté escrita donde siempre estará a la mano para ser leída. Así seremos resguardados de los efectos fatales de nuestras propias pasiones y de las trampas de Satanás. Que la palabra de Dios confirme nuestro horror del pecado y las resoluciones en su contra.


7.6-23 A pesar de que este consejo va dirigido a los hombres jóvenes, también las mujeres jóvenes deberían prestarle atención. La persona que no tiene propósito en la vida es ingenua (7.7). Sin meta o dirección, la vida vacía es inestable, vulnerable a muchas tentaciones. Aun cuando el joven de este pasaje no sabe hacia dónde va, la mujer seductora sabe a dónde lo quiere llevar. Tomemos nota de sus estrategias: está vestida para provocar a los hombres (7.10), su acercamiento es atrevido (7.13), lo invita a su casa (7.16-18), con astucia resuelve cada una de sus objeciones (7.19, 20), lo persuade con palabras aduladoras (7.21), lo atrapa (7.23). Para combatir la tentación, aseguremonos de que nuestra vida esté llena de la Palabra y de la sabiduría de Dios (7.4). Reconozcamos las estrategias de la tentación y huyamos de ellas rápidamente.
Aquí hay un ejemplo conmovedor del peligro de las lujurias juveniles. Es una historia o una parábola sumamente instructiva. ¿Alguien osará aventurarse en las tentaciones que conducen a la impureza, luego que Salomón ha puesto ante sus ojos de manera tan vívida y sencilla el peligro de siquiera acercárseles? Entonces, tal persona sería como el hombre que danza al borde de una roca alta cuando acaba de ver que otro se despeña desde el mismo lugar. La miseria de los pecadores que se destruyen a sí mismos empieza por descuidar los benditos mandamientos de Dios.
Debemos orar diariamente que seamos resguardados de correr a la tentación, porque de lo contrario invitamos a los enemigos de nuestras almas a que nos pongan trampas. Evitemos siempre la proximidad del vicio. Cuidado con los pecados que se dice son pecados agradables. Son los más peligrosos, porque son los que más fácilmente se ganan el corazón y lo cierran al arrepentimiento. Nada hagamos hasta que hayamos considerado bien el fin de ello. Aun los más fuertes no pueden resistir la mortal seducción de la ramera.
Si un hombre fuera a vivir tanto tiempo como Matusalén y se pasara todos sus días en las delicias supremas que el pecado pudiese ofrecerle, eso sería sobrepasado con mucho por una sola hora de la angustia y la tribulación que deben seguirlas.


7.24-27 Existen pasos definidos que podemos dar para evitar los pecados sexuales. En primer lugar, protejamos nuestra mente. No leamos libros, no miremos fotografías ni alentemos fantasías que estimulen deseos equivocados. Segundo, alejémonos de ambientes y amigos que nos tienten a pecar. Tercero, no pensemos solo en el momento, consideremos las consecuencias. La emoción de hoy puede ser la ruina del mañana.


¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

PROVERBIOS 6; 1-35

Proverbios 6 : 1-35

6.1-5 Estos versículos no van en contra de la generosidad, sino en contra de excedernos en el uso de los recursos financieros y actuar en una forma tan irresponsable que nos conduzca a la pobreza. Es importante mantener un balance entre la generosidad y la buena mayordomía. Dios quiere que ayudemos a nuestros amigos y al necesitado, pero no promete cubrir los costos de cada compromiso irresponsable que hagamos. Debemos actuar con responsabilidad para que así nuestras familias no sufran. La advertencia sobre actuar como fiador de alguien por cuyos actos no podemos responder, suena con la urgencia de algo experimentado en carne propia; por el que escribe o por su hijo.
Si vivimos según nos dirige la Palabra de Dios en la Biblia, encontraremos que es provechosa aun en este mundo presente. Somos mayordomos de nuestra sustancia material y tenemos que responder al Señor por la manera en que disponemos de ella; es malo desperdiciarla con precipitación o en planes que nos enreden en dificultades y tentaciones. El hombre nunca debe ser aval por más de lo que es capaz y está dispuesto a pagar, y puede permitirse pagar sin dañar a su familia; debe considerar cada suma de dinero por la cual esté comprometido como si fuera deuda propia. Si debemos poner todo este cuidado para que sean perdonadas nuestras deudas con los hombres, mucho más para obtener perdón de Dios.
 Humillémonos ante Él; asegurémonos de Cristo como Abogado que presente defensa por nosotros; oremos fervorosamente que nuestros pecados sean perdonados, y que podamos ser resguardados de hundirnos en el abismo.

6.6-11 Esos últimos momentos de sueño son deliciosos, los saboreamos mientras nos resistimos a comenzar un nuevo día de trabajo. Proverbios nos advierte en contra de ceder ante la tentación de la pereza, de dormir en lugar de trabajar. ¡La laboriosidad de la hormiga constituye una vergüenza para los perezosos! Proverbios condena la inactividad, la falta de iniciativa, la maledicencia, la condescendencia con los errores y la falta de disciplina Esto no significa que nunca debamos descansar. Dios les dio a los judíos el día de reposo, un día a la semana de descanso y restauración. Pero no deberíamos descansar cuando deberíamos trabajar. Se usa a la hormiga como ejemplo porque utiliza su energía y recursos económicos. Si la pereza nos hace olvidar nuestras responsabilidades, la pobreza muy pronto será un obstáculo para que podamos tomar el descanso legítimo que debemos disfrutar. La diligencia en los negocios es la sabiduría y el deber de todo hombre; no tanto para obtener riqueza mundana, sino para no ser una carga para los demás, ni un escándalo para la iglesia. Las hormigas son más diligentes que los hombres perezosos. Podemos aprender sabiduría de los insectos más viles y ser avergonzados por ellos.
Los hábitos de la indolencia e indulgencia crecen en la gente. Así la vida se precipita al desperdicio; y la pobreza, aunque primero distante, se acerca paulatinamente, como un viajero y, cuando llega, es como un hombre armado, demasiado fuerte para ser resistido. Todo esto puede aplicarse a las preocupaciones de nuestras almas. ¡Cuántos aman su dormir de pecado, y sus sueños de felicidad mundana! ¿No procuraremos despertar a los tales? ¿No pondremos diligencia para asegurar nuestra propia salvación?

6.12-19 Si los perezosos deben ser condenados, que nada hacen, mucho más los que hacen todo el mal que pueden. Veamos cómo se describe a tal hombre: Dice y hace todo astutamente y con intenciones. Su ruina vendrá sin advertencia y sin alivio. Un hombre de Belial, u hombre inútil para lo bueno, ya depravado o malvado (1Samuel 25:25; 1Samuel 30:22). La indolencia y el vicio son aliados. Aunque es ocioso de hechos, es  activo y habitualmente de mal hablar.
Aquí hay una lista de cosas que Dios abomina. Una referencia a la innata tendencia humana de hablar sin cuidar la veracidad de lo que se dice. Y la maldad del falso testigo  lo que implica perjurio deliberado para causar daño a otra persona. Ambas formas de falsedad están en la lista de cosas horrendas. Y peor aun es aquel que siembra discordias. Son pecados especialmente provocadores para Dios los que son dañinos para el bienestar de la vida humana. Debemos odiar en nosotros lo que Dios odia; es nada odiarlas en los demás. Desechemos todas esas costumbres, y velemos y oremos contra ellas; evitemos con marcada desaprobación, a todos los culpables de ellas, cualquiera sea su rango.


6.20-23 Otra vez aparece la apelación a tomar seriamente lo que enseñan los padres: en sus mandamientos y reprensiones hay guía. Ello evita la entrada del mal, dando buenos pensamientos, aun en los sueños (Salmo 19:9; 2Pedro 1:19).  Es natural y bueno para los niños, a medida que maduran, ir independizándose poco a poco de sus padres. Sin embargo, los adultos jóvenes, deben cuidarse de no tener oídos sordos para sus padres: rechazar su consejo cuando más lo necesitan. Si luchamos con una decisión o buscamos un consejo, analícemoslo connuestros padres o con otros adultos mayores que nos conozcan bien. Los años de experiencia que nos llevan de ventaja pueden haberles dado la sabiduría que buscamos.

6.25 Consideremos la codicia de la hermosura (lujuria) como una señal de peligro en camino. Una de las precauciones de esta instrucción: evitar la hermosura seductora. Cuando notamos que nos sentimos atraídos a una persona del sexo opuesto o nos preocupamos con pensamientos sobre ella, nuestros deseos pueden llevarnos a pecar. Entonces, pidamos a Dios quenos ayude a cambiar esos nuestros deseos antes de que el pecado nos atraiga.

6.26-35 Algunas personas argumentan que no es malo quebrantar la ley de Dios en contra del pecado sexual si nadie resulta herido. La verdad es que siempre alguien resulta herido. Los cónyuges se devastan. Los hijos se hieren. Las mismas parejas, aun cuando escapen de enfermedades o embarazos no deseados, sufren las consecuencias.
Este largo y elocuente llamado contra el adulterio está basado en las consecuencias que siguen a un acto de esa naturaleza: pobreza, burla  y retribución amarga. El adúltero es peor que el ladrón, el ignorante y el corruptor. Se vuelve  falto de entendimiento o de corazón; carece  de todo principio moral y de prudencia. Pierden su capacidad de cumplir sus compromisos, sentir el deseo sexual, confiar y franquearse por completo a otra persona.
 Las leyes de Dios no son arbitrarias. No prohíben una diversión buena y sana. Más bien nos previenen para que no nos destruyamos cuando llevamos a cabo acciones irresponsables o al adelantarnos al tiempo de Dios. La palabra de Dios tiene algo que decirnos sobre todas las ocasiones. Que la reprensión fiel nunca nos incomode.
Cuando considaremos cuánto abunda este pecado, cuán odioso es el adulterio en su propia naturaleza, qué mala consecuencia trae, y cuán ciertamente destruye la vida espiritual en el alma, no nos asombra que las advertencias en su contra sean repetidas tan a menudo.
Recordemos a quien voluntariamente se hizo nuestro fiador cuando nosotros éramos extraños y enemigos, ¿y los cristianos, con las perspectivas, motivos y ejemplos que tenemos, seremos perezosos y negligentes? ¿Descuidaremos lo que agrada a Dios y lo que Él recompensa bondadosamente?
Vigilemos muy de cerca cada sentido por el cual puede entrar veneno a nuestras mentes o afectos.


¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

PROVERBIOS 5 ; 1-23





5.1 Es frecuente el uso de sabiduría e inteligencia, o entendimiento, en la misma relación; aquélla indica el uso de medios sabios para fines sabios, y ésta el ejercicio de la debida discriminación en la selección de los mismos.

5.3 Salomón advierte a todos los jóvenes, como si fueran sus hijos, que se abstengan de las lujurias carnales. Podemos, por la mujer adúltera, entender aquí la idolatría, la doctrina falsa, que tiende a descarriar las mentes y los modales de los hombres, pero el criterio directo es advertir de los pecados contra el séptimo mandamiento.  Esta "mujer extraña" es una prostituta. Por diferentes razones, Proverbios contiene muchas advertencias en contra de las relaciones sexuales ilícitas. En primer lugar, el encanto de una prostituta se utiliza como un ejemplo de cualquier tentación para hacer el mal o para abandonar la búsqueda de sabiduría. En segundo lugar, la inmoralidad sexual de cualquier tipo fue y sigue siendo extremadamente peligrosa. Destruye la vida familiar. Desgasta nuestra capacidad de amar. Degrada a los seres humanos y los convierte en objetos. Puede ocasionar enfermedades. Puede dar como resultado hijos no deseados. Tercero, la inmoralidad sexual va en contra de la ley de Dios.

5. 4  A menudo estos han sido, y aún son, el método de Satanás para alejar a los hombres de la adoración a Dios para llevarlos a una religión falsa.
Consideremos cuán fatales son las consecuencias; ¡cuán amargo el fruto! Elimínemoslo, porque hiere. Conduce a los tormentos del infierno. La tendencia directa de este pecado es la destrucción de cuerpo y alma.Toda persona debería estar en guardia en contra de los que usan la adulación o zalamería (labios que destilan miel) que la llevará a pecar. El mejor consejo es tomar un desvío y aun evitar la conversación con tales personas. Notorio es que los sufrimientos físicos y morales de los alucinados licenciosos son terribles. Su futuro, en el sentido de la recompensa,  Salmo 37; 37 / Salmo 73; 17.

5.5  Debemos evitar cuidadosamente todo lo que signifique dar un paso en esa dirección. Los que han de ser resguardados del daño deben mantenerse fuera del camino del daño. Su modo de vida culmina en la muerte.

5.6-10 Sus caminos son varios, de modo que evitan tu conocimiento del verdadero carácter de la vida, y así la verdadera felicidad en Cristo. Si nos metemos en tentación, nos burlamos de Dios cuando oramos, No nos metas en tentación. ¡Cuántos males acompañan a este pecado! Destruye la reputación; desperdicia el tiempo; arruina el patrimonio; es nocivo para la salud; llena la mente con horror. Aunque en el momento estés feliz, tarde o temprano traerá dolor. Que evites la más mínima tentación.  Y tu honor sea lo que lo constituya, sea la fuerza física  o la riqueza, acabe disminuyéndolos por la disolución.  Los sensuales fácilmente se vuelven crueles. Los frutos de tus esfuerzos fatigosos (Salmo 127:2). Puede haber una referencia a la esclavitud, que se conmutaba por la pena de muerte que tocaba al adúltero (Deuteronomio 22:22).
Es decir, al fin y al cabo, de todo esto obtendrás como recompensa: dolor.  Toda la persona bajo enfermedad incurable




5.11-13 Al final de su vida, será muy tarde para pedir consejo. Cuando el deseo se activa plenamente, la gente no quiere consejo, sino satisfacción. El mejor momento para aprender sobre los peligros y el disparate de ir tras las relaciones sexuales ilícitas (o cualquier cosa perjudicial) es mucho antes de que aparezca la tentación. Es más fácil resistir si la decisión ya se ha tomado de antemano. No esperemos para ver qué sucede. Preparémonos para la tentación y decidamos ahora lo que haremos cuando tengamos que enfrentarla. El arruinado pecador en vano lamenta su descuido de la amonestación y su triste suerte de presentar un espectáculo ignominioso por aflicción,  Génesis 19:20; Génesis 49:15.


5.15-17 "Bebe el agua de tu misma cisterna" es una ilustración de la fidelidad en el matrimonio. Significa disfrutar el cónyuge que Dios le ha dado. Con lenguaje figurado, en que agua, cisterna, y manantial representan a la esposa, y rios de agua, a los hijos, se exhorta a los hombres a la constancia y a la satisfacción de los lícitos goces conyugales. En tierras desérticas, el agua es valiosa, y un pozo es la posesión más importante de una familia. En la época del Antiguo Testamento se consideraba un crimen robar agua de un pozo ajeno, así como era un crimen tener relaciones sexuales con la mujer de otro hombre. En ambos casos el ofensor ponía en peligro la salud y seguridad de una familia.
En contraste con la mayor parte de lo que leemos, vemos y oímos hoy, este pasaje exhorta a las parejas a buscar en su cónyuge satisfacción y compañerismo para toda la vida. Muchas tentaciones se presentan a los cónyuges para que abandonen al otro por la excitación y los placeres que se encuentran en cualquier otra parte cuando el matrimonio se vuelve monótono. Sin embargo, Dios ordenó el matrimonio y lo santificó, y solo dentro de esta relación de compromiso se puede encontrar la satisfacción y el amor verdaderos.
No permitamos que lo mejor que Dios tiene para nosotros se desperdicie en la ilusión de pastos más verdes de otro lugar. Por el contrario, regocíjemonos con nuestro cónyuge y entréguemonos a Dios y el uno al otro.

5.18-23 No era la intención de Dios de que la fidelidad en el matrimonio fuera aburrida, sin vida, sin placer y monótona. Las relaciones sexuales son regalo que Dios da a la gente casada para su goce mutuo. La verdadera felicidad surge cuando decidimos buscar el placer en la relación que Dios nos ha dado o nos dará, y comprometernos para hacerlo agradable para nuestro cónyuge. El verdadero peligro es dudar de que Dios nos conozca y se preocupa por nosotros. Entonces puede ser que nos resintamos por su tiempo y busquemos placer sexual imprudentemente, sin su bendición.

El matrimonio legal es un medio que Dios ha designado para resguardar de estos vicios destructores. Pero no estamos adecuadamente unidos si no atendemos a la Palabra de Dios en la Biblia, buscando su dirección y bendición, y actuando con afecto.
Recordemos siempre qué: El ojo de Dios está sobre nosotros y  aunque los pecados secretos puedan escapar de los ojos de nuestros congéneres, no obstante los caminos del hombre están ante los ojos del Señor que no solamente los ve, sino examina todas sus andanzas. Los que son tan necios que escogen el camino del pecado, son justamente dejados por Dios a sí mismos para que sigan adelante por el camino que lleva a la destrucción por la esclavitud del pecado.


¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

viernes, 26 de febrero de 2016

Proverbios 4:1-27

  

4.1-2 Debemos considerar a nuestros maestros como nuestros padres; aunque la instrucción conlleva en sí reproche y corrección, acojámosla bien. Los padres de Salomón lo amaban, por tanto, le enseñaron. Los hombres sabios y buenos, en toda época del mundo, y rango de la sociedad, concuerdan en que la sabiduría verdadera consiste en obediencia, y está unida a la felicidad. Consigue sabiduría, esfuérzate hasta el dolor por ella. Domina tus corrupciones; esfuérzate más por esto que por la riqueza de este mundo.

4.3, 4 Una de las más grandes responsabilidades de los padres es la de alentar a sus hijos a ser sabios. Aquí Salomón dice cómo su padre, David, lo alentó a buscar la sabiduría cuando era joven ("tierno de edad") (1 Reyes  2:1-9) y 1 Crónicas 28, 29. Esto quizás motivó a que Salomón pidiera a Dios sabiduría por encima de cualquier otra cosa (1Reyes 3:9). La sabiduría puede trasmitirse de padres a hijos, de generación en generación. Finalmente, por supuesto, toda sabiduría procede de Dios. Los padres solo pueden exhortar a sus hijos para que se vuelvan a El. Si sus padres nunca se lo han enseñado, la Palabra de Dios actúa como una madre o un padre amoroso y compasivo para usted. Puede aprender de las Escrituras y así crear un legado de sabiduría a medida que enseñe a sus hijos.

4.5-7 Si quiere sabiduría, debe decidirse a ir en pos de ella. Una vez comenzado el camino, no importa cuán difícil se torne, se necesita determinación para no abandonar la búsqueda. Este no es un paso que se da una sola vez en la vida, sino un proceso diario de elección entre dos caminos: el del mal y el del bien. Nada es más importante o de mayor valor que esto.

4.8-10 David le enseñó a Salomón cuando era niño que buscar la sabiduría de Dios era lo más importante que podía hacer. Salomón aprendió bien la lección. Cuando Dios apareció ante el nuevo rey para concederle cualquier petición, Salomón eligió la sabiduría por encima de cualquier otra cosa. Nosotros también debemos hacer que la sabiduría de Dios sea nuestra primera opción. No tenemos que esperar a que El aparezca ante nosotros. Con valor podemos pedirle sabiduría hoy mediante la oración. Santiago 1:5 nos asegura que Dios concederá dicha petición.

4.13-17 Incluso los amigos pueden hacernos caer. El camino de los hombres malos parece agradable y el camino más cercano para conseguir alguna finalidad; pero es un camino malo y terminará mal; si amas a tu Dios y a tu alma, evítalo. No se dice: manténte a la distancia debida sino a una gran distancia; nunca pienses que puedes llegar suficientemente lejos de esto.
Para muchos les resulta difícil aceptar que los amigos y conocidos quizás los tienten a hacer algo malo. Los jóvenes desean aceptación, por lo tanto, no quieren confrontar ni criticar a un amigo por planes o acciones erróneas. Muchos otros incluso no quieren ver cómo las acciones de sus amigos los meten en problemas. Si bien debemos aceptar a otros, necesitamos un saludable escepticismo acerca de la conducta humana. Cuando nos demos cuenta de las malas influencias, procedamos con cuidado. No permitamos que nuestros amigos nos hagan caer en pecado.

4.18-19 El camino del justo es luz: Cristo es su Camino y Él es la Luz. Los santos no serán perfectos hasta que lleguen al cielo, pero ahí brillarán como el sol en su fuerza. Como la luz del día aumenta desde el crepúsculo hasta el esplendor del mediodía, así crece en pureza la vida de los justos; pero la de los impíos es como la densa oscuridad, en la que uno no sabe en qué tropieza. El camino del pecado es tinieblas. El camino del impío es tenebroso, por tanto, peligroso; ellos caen en pecado, pero no saben cómo evitarlo. Se meten en problemas, pero nunca tratan de saber si Dios contiende con ellos, ni cuál será el fin de ello. Este el camino que se nos insta a evitar.

4.20-22 Oír atentamente la palabra de Dios es buena señal de la obra de gracia empezada en el corazón y un buen medio de seguir realizándola. En la palabra de Dios hay un remedio apropiado para todas las enfermedades del alma.


4.23-27 Guarda tu corazón con toda diligencia. Debemos poner estricta vigilancia a nuestras almas; impedir que nuestros corazones infieran dolor y sean heridos. Se da una buena razón: porque de ahí surgen los asuntos de la vida. Por sobre todo, debemos buscar del Señor Jesús el agua viva, el Espíritu santificador, que brota para vida eterna. Así seremos capacitados para eliminar una boca perversa y labios pervertidos; nuestros ojos serán vueltos de contemplar la vanidad, mirando derecho adelante y andando por la regla de la palabra de Dios, yendo en los pasos de nuestro Señor y Amo. 

Nuestro corazón, nuestros sentimientos de amor y deseos, dicta en gran manera cómo vivimos debido a que siempre encontramos el tiempo para hacer lo que disfrutamos. Salomón nos dice que tengamos cuidado con nuestros afectos, que nos aseguremos y concentremos en esos deseos que nos mantendrán en el buen camino. Asegúremonos de que nuestros afectos nos lleven hacia la dirección correcta. Pongamos límites a nuestros deseos: no vayamos detrás de todo lo que vemos. Miremos hacia adelante, mantengamos muestros ojos fijos en la meta, no nos desvíemos en lo que nos puede conducir a pecar. El interés en la salvación de Cristo es necesario. Esta sabiduría es la única cosa necesaria. Un alma sin sabiduría ni gracia verdadera es un alma muerta. ¡Cuán pobres, despreciables y desgraciados son los que, con toda su riqueza y poder, mueren sin tener entendimiento, sin Cristo, sin esperanza, y sin Dios! Escuchemos los dichos de Aquel que tiene palabras de vida eterna. Así, nuestra senda será sencilla ante nosotros; tomando y manteniendo firme la instrucción evitaremos ser angustiados o tropezar.

¡¡Señor, perdona el pasado, no te acuerdes de él y capacítanos para obedecerte para seguirte más de cerca durante el tiempo venidero!!



 ¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

Proverbios 3:1-35

Nos encomienda el estudio de la verdad. Debemos temer a Dios, honrarle, y confiar en Él, manifestándose la sumisión filial bajo el castigo. Nos urge la excelencia de la sabiduría, y nos ilustra adecuadamente en los consejos divinos. La piedad se encarece por el contraste del destino de los justos y de los impíos.


3.1-3 Comúnmente se puede disfrutar de salud y paz en el camino de la obediencia por fe de los mandamientos de Dios; y aunque nuestros días no sean largos en la tierra, viviremos por siempre en el cielo. Las más veces la fidelidad de Dios a sus promesas se expresa con estos términos (Salmo 25:10; Salmo 57:3). Como atributos de los hombres, expresan la integridad en sentido amplio. Los motivos deben tener adorno exterior y gobierno interno.

Que la misericordia y la verdad no te abandonen; la misericordia de Dios al prometer, y su verdad al hacer: vive conforme a ellas, mantén tu interés en ellas, y toma el consuelo de ellas.
La misericordia y la verdad son dos cualidades importantes del carácter. Ambas involucran acciones así como también actitudes. Una persona misericordiosa no solo siente amor, además actúa con lealtad y responsabilidad. Una persona veraz no solo cree la verdad, también trabaja para lograr justicia para otros. Palabras y pensamientos no son suficientes, nuestras vidas revelan si en verdad somos misericordiosos y veraces. Entonces cabe hacernos esta pregunta:
¿Están nuestras acciones a la altura de nuestras actitudes?

3.4- 6 Debemos confiar en el Señor con todo nuestro corazón creyendo que Él es capaz y sabio para hacer lo mejor. Quienes se conocen a sí mismos, encuentran que su entendimiento es una caña rota, la cual falla si se apoyan en ella. No tengas intenciones de nada que no sea lícito y ruega a Dios que te dirija en todo caso, aunque parezca muy sencillo. En todos nuestros caminos que resultan agradables, en que ganamos nuestro argumento, debemos reconocer con gratitud a Dios. En todos nuestros caminos que resulten desagradables y que están flanqueados de espinas, debemos reconocer a Dios con sumisión. La promesa es que Él enderezará tus sendas; así que tu camino será seguro, bueno, y feliz al final. Este es el centro y médula de la verdadera sabiduría . El deber positivo tiene su negación correspondiente en la amonestación contra la suficiencia propia.
Apoyes da la idea de poner todo su peso sobre algo, descansando y confiando en esa persona o cosa sobre la cual uno se apoya. Cuando tenemos alguna decisión importante que tomar, a veces nos sentimos que no podemos confiar en nadie, ni siquiera en Dios. Sin embargo, El sabe lo que es mejor para nosotros. ¡Incluso juzga mejor que nosotros para saber lo que queremos! Debemos confiar en El completamente en todas las decisiones que tomemos. Esto no significa que debamos dejar de pensar con cuidado ni menospreciar la capacidad de razonamiento que Dios nos ha dado. Significa, sin embargo, que no nos creamos sabios ante nuestros ojos. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar y a que la Palabra de Dios y consejeros sabios nos enmienden. Llevemos en oraciónnuestras decisiones a Dios. Utilicemos la Biblia como guía y luego sigamos la dirección de Dios. El hará nuestros caminos derechos al encaminarnos y protegernos.

3.7-8  No hay mayor enemigo del temor del Señor en el corazón que la soberbia propia de nuestra sabiduría. La prudencia y la sobriedad que enseña la Palabra de Dios en la Biblia, tienden no sólo a la salud del alma, sino también a la salud del cuerpo. Para recibir la dirección de Dios, dice Salomón, debemos colocarlo a El en el primer lugar de nuestra vida. Esto significa entregarle cada esfera de la vida.  
Alrededor de mil años después, Jesús enfatizó esta misma verdad (Mateo 6:33). Analicemos nuestros valores y prioridades. ¿Qué es importante para nosotros? ¿En qué esferas reconocemos a Dios? ¿Cuál es el consejo de El? Quizás  ya reconocimos a Dios en varios aspectos de nuestra vida, pero las que intentan restringir o pasar por alto su influencia son las que nos causarán dolor. Mantengamos a Dios en el primer lugar en todo lo que hagamos. Entonces El nos guiará debido a que trabajamos para llevar a cabo sus propósitos.

3.9, 10 La riqueza mundana es sólo sustancia de mala calidad, pero, tal como es, debemos honrar a Dios con ella; y los que hacen el bien con lo que tienen, tendrán más para hacer más bien.
Si el Señor nos visitara con pruebas y enfermedades, no olvidemos que la exhortación nos habla como a niños por nuestro bien. No debemos desfallecer en la aflicción, por pesada y larga que sea, ni dejarnos llevar por la desesperación, ni usar malos medios para aliviarnos.
Primicias se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha (Deuteronomio 26:9-11). Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a El (solo somos administradores de los recursos de Dios). Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales.

3.11, 12 El verdadero propósito de las aflicciones; no contradicen la aseveración de la bienaventuranza de los piadosos (Job 5:17; Hebreos 12:5-6)
Para muchas personas, castigo tiene una connotación negativa debido a que algunos de los que los aplican no son moderados. Dios, sin embargo, es la fuente del amor. No nos castiga porque disfrute hacernos sufrir, sino porque está muy preocupado por nuestra madurez. Sabe que para lograr ser moralmente fuertes y buenos, debemos aprender la diferencia entre el bien y el mal. Su amorosa disciplina nos permite hacerlo.

  El padre corrige al hijo que ama, porque lo ama y desea que sea sabio y bueno. Las aflicciones distan mucho de dañar a los hijos de Dios porque, por gracia de Dios, fomentan nuestra santidad.

Es difícil saber cuándo Dios nos ha estado disciplinando, hasta que más tarde volvemos a mirar la situación pasada. Por supuesto, no todas las cosas malas que nos suceden provienen de Dios directamente. Pero si nos rebelamos en contra de Dios y nos negamos a arrepentirnos cuando El identifica algún pecado en nuestra vida, es posible que Dios use la culpabilidad, las crisis y las malas experiencias para llevarnos de nuevo a El. A veces, sin embargo, los tiempos difíciles surgen cuando no hay algún pecado flagrante en nuestra vida. Entonces nuestra respuesta debe ser paciencia, integridad y confianza de que Dios nos mostrará qué hacer.

3.13-15 Ninguna joya preciosa ni los tesoros terrenales son dignos de compararse con la sabiduría verdadera, sea que se consideren los intereses del tiempo o los de la eternidad. Debemos hacer de la sabiduría nuestro negocio; debemos aventurar todo en ella, y disponernos a dejar todo por ella.
Esta Sabiduría es el Señor Jesucristo y su salvación, procurada y obtenida por fe, obediencia y oración. Si no fuera por la incredulidad, la pecaminosidad y la indiferencia remanentes, nosotros encontraríamos agradables a todos nuestros caminos, y pacíficas nuestras sendas, porque las suyas son así. Sin embargo, con demasiada frecuencia nos salimos de ellas para nuestro propio daño y dolor.
Cristo es esa Sabiduría por quien fueron hechos los mundos, y aún están siendo; dichosos aquellos para quienes Él es hecho sabiduría de Dios. Él tiene todo para cumplir todas sus promesas.

3.16, 17 Proverbios tiene muchas declaraciones de gran peso sobre los beneficios de la sabiduría que incluyen una larga vida, riqueza, honra y paz. Si esto no nos sucede a nosotros ¿significa que tenemos poca sabiduría? No necesariamente. En lugar de garantías, estas declaraciones son principios generales. En un mundo perfecto, la conducta sabia siempre llevará a estos beneficios. Incluso en nuestro mundo problemático, vivir con sabiduría casi siempre trae como resultado bendiciones obvias, pero no siempre. En ocasiones el pecado interviene y las bendiciones deben postergarse hasta que Jesús vuelva para establecer su Reino eterno. De ahí que "por fe andamos, no por vista" (2 Corintios 5:7). Podemos estar seguros de que la sabiduría, al final, nos llevará a donde hay bendiciones. La sabiduría personificada como quien trae las mejores bendiciones ( Mateo 6:33; 1 Timoteo 4:8).

3.18-20 La sabiduría alegorizada como un árbol de vida (Génesis 2:9; Génesis 3:22), cuyo fruto conserva la vida, da todo lo que hace venturosa la vida. El lugar de la sabiduría en la economía de la creación y la providencia, la recomienda a los hombres, los que, en proporción a sus poderes finitos, pueden poseer este inapreciable atributo, y son así animados por el ejemplo divino a tratar de hacer uso de ella también.


3.21-26  Nuestro deber es obedecer los preceptos de Cristo y copiar su ejemplo; hacer justicia, amar misericordia y guardarnos de la codicia; estar preparados para toda buena obra, evitando la lucha innecesaria y soportando los males, si es posible, más que andar tratando de enderezarlos conforme a la ley. Se encontrará que poco se obtiene luchando; señalan el valor que tienen “estas cosas” para la felicidad y el adorno, para la dirección y sostén en los peligros, tanto cuando uno vela como cuando duerme.

No soportemos que se vayan de nosotros las palabras de Cristo; retengamos la sana sabiduría y discreción; entonces andaremos seguros en sus caminos. La vida natural y todo lo que a ella le corresponde, estará bajo la protección de la providencia de Dios; la vida espiritual y todos sus intereses, bajo la protección de su gracia, de modo que seremos resguardados de caer en pecado o en problemas.

3.27, 28 Postergar hacer lo bueno es una falta de consideración e injusticia, ya sea que se trate del pago de un préstamo, la devolución de una herramienta o el cumplimiento de una promesa. Retener lo que no nos corresponde destruye la confianza y crea grandes problemas. Sea tan entusiasta en hacer el bien como lo es para recibir el que le hacen a usted. No envidiemos a los opresores prósperos; lejos esté de los discípulos de Cristo elegir uno de sus caminos. El lujurioso y codicioso puede despreciar estas verdades, pero el desdén eterno será la porción de esos burladores, mientras el favor divino se muestra al creyente humilde.

3.29-30 No abuses de la confianza, y evita los litigios.
3.30-31 El destino de los malhechores impunes advierte el peligro de tal suerte (Salmo 37:1-2, Salmo 37:35-36)

3.32-35 Las razones de la advertencia: en su comunión con Dios (Amos 3:7). La retribución de los pecadores, permanece con ellos, y será manifiesta como una porción, lo opuesto a honra la llevarán, como diploma, certificado de su deshonra. Como en el Salmo 18:26.
  



SABIDURÍA: VERDAD APLICADA

El libro de Proverbios nos habla de personas que tenían sabiduría y disfrutaron sus beneficios.
Proverbios 3; 4: Es leal    Beneficios: Vida larga, próspera
Instrucción de un padre: Es bondadosa    Beneficios: Apoyo de Dios y de la gente
Confía en el Señor Beneficios: Reputación de buen juicio
Coloca a Dios en primer lugar   Beneficios:   Éxito
Da las espaldas al mal   Beneficios: Salud, vitalidad
Distingue el bien del mal   Beneficios: Riquezas, honor, placer, paz
Escucha y aprende   Beneficios: Protección. Hace lo bueno


¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!