17.1-3 Estas palabras recomiendan el amor y la paz
familiar como necesarias para el bienestar de la vida humana. El siervo sabio
es más merecedor que el hijo dispendioso y es más probable que parezca uno de
la familia. Dios prueba el corazón por la aflicción. Así ha demostrado a menudo
el pecado remanente en el corazón del creyente.
Se requiere de un intenso calor para purificar el
oro y la plata. De manera similar, a menudo se requiere del calor de las
pruebas para que los cristianos seamos purificados. A través de las pruebas,
Dios nos muestra lo que hay en nosotros y quita cualquier cosa que se atreviese
para que podamos confiar completamente en El. Pedro dice: "Para que
sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando
sea manifestado Jesucristo" (1Pedro 1:7).
Así que cuando surjan tiempos difíciles en nuestro camino, démonos cuenta de
que Dios desea utilizarlos para refinar nuestra fe y purificar nuestro corazón.
Como los metales preciosos se purifican con fuego, así purifica Dios los
corazones por medio de la adversidad.
17.5-7 Los que se ríen de la pobreza tratan con desdén
a la providencia y los preceptos de Dios. Pocos actos son tan crueles como
burlarse de los menos afortunados, pero muchos lo practican porque les hace
sentirse bien ser mejores o tener más éxito que otros. Escarnecer al pobre es
burlarse del Dios que los creó. También nos burlamos de Dios cuando ridiculizamos
al débil o a los que son diferentes o a cualquiera. Cuando notemos que
menospreciamos a los demás solo por diversión, deténgamonos y pensemos en el
que los creó. Honor para los hijos es tener padres piadosos y sabios que siguen
con ellos, aun después de haber crecido y haberse establecido en el mundo. El
necio de los Proverbios de Salomón representa al impío, al cual no corresponde
discurso excelente porque su conversación lo contradice.
17.8 Los que ponen en el dinero su corazón, harán
cualquier cosa por tenerlo. ¡Qué influencia deben tener las dádivas de Dios en
nuestro corazón! El que es tan corrompido como para aceptar el cohecho, demuestra
su estimación del mismo sujetándose a su influencia.
Salomón no disculpa el soborno sino que hace una
observación acerca de cómo las cosas actúan en el mundo. El soborno puede hacer
que la gente obtenga lo que quiere, pero la Biblia lo condena claramente (Éxodo 23:8; Mateo 28:11-15).
17.9 Este proverbio menciona que deberíamos perdonar
de buena voluntad a los que han pecado contra nosotros. La manera de conservar
la paz es sacar lo mejor de todo: no fijarse en lo que se ha dicho o hecho
contra nosotros.
Olvidar las ofensas es necesario en cualquier
relación. Es tentador, sobre todo en una discusión, sacar a la luz todos los
errores que la otra persona cometió. Amar, sin embargo, mantiene la boca
cerrada, aunque esto sea difícil. Nunca trate de sacar a relucir algo en una
discusión que no esté relacionado con el tema a discutir. Conforme crezcamos
para llegar a ser iguales a Cristo, adquiriremos la capacidad de Dios para
olvidar los errores confesados del pasado.
17.10-17 ¿Qué clase de amigo es usted? La reprensión
suave entrará no sólo en la cabeza del sabio sino en su corazón. Vigilemos
nuestras pasiones y evitemos la compañía de hombres furiosos. Devolver mal por
bien es diabólico. El que hace eso acarrea maldición a su familia.
¡Qué peligro hay en el comienzo de la discordia!
Resiste sus primeros indicios, y de ser posible, apártate antes de empezar. Ofende
a Dios exonerar al culpable o condenar a los inocentes. Suscitar contienda es
como abrir la compuerta de un torrente. Es mejor dejarla cerrada. La amistad se
demuestra mejor, no en los buenos tiempos, sino en momentos de dificultad.
La negligencia del hombre en cuanto al favor de
Dios y su propio interés, es muy absurda
Hay una gran diferencia entre conocer bien a
alguien y ser un verdadero amigo. La evidencia más grande de una amistad
genuina es la lealtad, amar "en todo tiempo", (1Corintios 13:7), estar listo para ayudar en los
momentos de aflicción o de luchas personales. Demasiadas personas son amigos en
los buenos tiempos. Permanecen a nuestro alrededor cuando la amistad los ayuda
y nos dejan cuando ya no sacan algún provecho de la misma. Piense en sus amigos
y analice la lealtad que les ofrece. Sea la clase de amigo fiel que la Biblia
describe. Ningún cambio de las circunstancias externas debe abatir el afecto
por nuestras amistades o parientes. Pero ningún amigo, salvo Cristo, merece
confianza ilimitada. Este texto recibió, y aún recibe, su más glorioso
cumplimiento en Él.
17.18-22 Que nadie haga mal a su familia. Cristo al
hacerse fiador de los hombres es una muestra glorioso de la sabiduría divina,
porque Él pudo cancelar la deuda. .Si
queremos mantener la conciencia limpia y la mente en paz, debemos evitar todas
las incitaciones a la ira. El hombre que pretende un estilo de vida por encima
de sus medios, va camino a la ruina. Nada se obtiene con malas intenciones.
Muchos han pagado caro por una lengua desenfrenada. El que engendra al
insensato, para su tristeza lo engendra; Y el padre del necio no se alegrará. Gran
misericordia es que Dios nos permita estar contentos y que cause nuestro
contentamiento, si por su gracia nos da corazón para estar contentos.
Estar alegre es estar listo para recibir a otros
con una bienvenida, una palabra de aliento, un entusiasmo por la tarea entre
manos y una perspectiva positiva hacia el futuro. Tales personas se reciben
como medicina que alivia el dolor.
17.23-24 El impío está listo para separarse de su dinero,
aunque lo ama, para no tener que sufrir por su delito.
Si bien hay cosas que decir por tener grandes
sueños, este proverbio señala la necedad de perseguir fantasías. ¡Cuánto mejor
es alinear sus metas con las de Dios, ser la clase de persona que El quiere que
sea! Quizás tales metas (sabiduría, honestidad, paciencia, amor) no parezcan
atractivas, pero determinarán su futuro eterno. Dediquemos tiempo para pensar
en nuestros sueños y metas, y asegurémonos de que abarcan las áreas que en
verdad importan de la vida.
17.25, 28 El hombre prudente tiene siempre
presente la palabra de Dios. Pero el necio no puede fijar sus pensamientos ni
perseguir ningún propósito con constancia. Los
hijos malos desprecian la autoridad de su padre y la ternura de su madre. Muy
malo es encontrar culpa en el cumplimiento del deber.Este proverbio destaca
varios beneficios de guardar silencio: (1) es lo mejor si no tiene nada valioso
que decir; (2) le da la oportunidad de escuchar y aprender; (3) le da algo en
común con los sabios. Asegurémonos de utilizar momentos de silencio para pensar
y escuchar para que así cuando hablemos, tengamos algo importante que decir. El
hombre se demuestra sabio por el buen temperamento de su mente y por el buen
gobierno de su lengua. Es cuidadoso cuando habla, para hablar conforme al
propósito. Dios conoce su corazón y la necedad que está allí ligada; por tanto
no puede ser engañado en su juicio como suelen serlo los hombres.
¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!
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