} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: Proverbios 10:1-32

miércoles, 2 de marzo de 2016

Proverbios 10:1-32


10.1 -2 El consuelo de los padres depende mucho de sus hijos; y esto sugiere a ambos los motivos de sus deberes. Uno u otro lo son conforme sigan o rechacen los sabios preceptos paternos. Ambos padres sienten tanto la alegría como la pena. Atribuir aquí la alegría al padre y la tristeza a la madre, aparte del balance poético que se busca, puede sugerir que estas reacciones caracterizan a cada uno de ellos. Lo que siente un miembro de la familia inevitablemente afecta a todos los demás.
Algunas personas acarrean infelicidad al elegir tesoros malhabidos. Por ejemplo, el vehemente deseo de satisfacción puede hacer algo que destruye sus oportunidades de alcanzar alguna vez la felicidad. Las ganancias injustamente logradas no dan verdadera felicidad. Los principios que Dios establece para una vida recta llevan consigo una felicidad duradera, debido a que nos guían hacia una buena conducta que perdura a pesar de nuestros sentimientos siempre cambiantes. Aunque el justo sea pobre, el Señor no tolerará que le falte lo necesario para la vida espiritual.

10.3 Una vida, un ser viviente; el alma, el yo, la persona, la razón, la personalidad; los deseos y los sentimientos internos. Este sustantivo, que aparece más de 750 veces, es un término bíblico de gran significado. «Alma» es la palabra que usualmente se prefiere a la hora de traducir nephesh  «corazón», «persona», «vida» o «mente», dan ocasionalmente mejor sentido a algunos contextos. En contraste con la palabra castellana «alma», que usualmente describe sólo la persona interior y contrasta con la persona exterior, nephesh describe la persona en su totalidad, como una unidad vital, una creación viviente. Las primeras cinco veces que aparece nephesh (Gen 1:20-21, Gen 1:24, Gen 1:30; Gen 2:7) muestran que el alcance de la palabra es lo suficientemente amplio como para incluir entre las criaturas vivientes a los animales y a los seres humanos.
Proverbios está lleno de versículos que contrastan los justos con los impíos. Estas frases no tienen el propósito de aplicarse en forma universal a cada persona y a cada situación. Algunas personas, por ejemplo, sufren hambre. Más bien su propósito es el de comunicar la verdad general de que la vida de la persona que busca a Dios, a la larga, es mejor que la del impío (que termina en la ruina). Estas declaraciones no son promesas rigurosas, sino verdades generales. Además, un proverbio como este da por sentado un gobierno justo que se preocupa del pobre y el necesitado, la clase de gobierno que Israel debió tener (Deuteronomio 24:17-22). Un gobierno corrupto bloquea a menudo los planes de los justos.

10.4- 6 Los de espíritu ferviente al servicio del Señor probablemente sean ricos en fe y ricos en buenas obras.
Aquí está la culpa justa de quienes desperdician oportunidades aquí y para el más allá.
La abundancia de bendiciones estará con los hombres buenos; bendiciones reales.
Cada día tiene veinticuatro horas llenas de oportunidades para crecer, servir y ser productivos. Es muy fácil desperdiciar el tiempo, permitiendo así que la vida se nos escape de las manos. En vez de eso, niéguese a ser un perezoso, utilizando las horas dedicadas a un trabajo productivo en dormir o perder el tiempo. Vea el tiempo como un regalo de Dios y aproveche las oportunidades para vivir con diligencia para El. Por segunda vez se presenta la sabiduría como sinónimo de previsión.

10.7 Tanto el justo como el impío deben morir; pero entre sus almas hay una vastísima diferencia.

10.8 El sabio de corazón practica su conocimiento.

10.9 Los hipócritas serán desenmascarados después de todos sus rodeos.

10.10 La demasiada franqueza o la falta de juicio son peligrosas. Los trucos y los artificios no serán excusas para la iniquidad.

10.11 -18 La boca del hombre bueno siempre está abierta para enseñar, consolar y corregir al prójimo. Donde hay odio, todo agita la rencilla. Soportándonos unos a otros, se conservan la paz y la armonía. Los que neciamente van por caminos malos, se preparan varas contra sí mismos. Cualquier conocimiento que sirve debemos guardarlo, no sea que no se pueda buscar cuando lo necesitemos. El sabio gana sabiduría leyendo, oyendo la palabra, por la meditación, por la oración, por la fe en Cristo, quien nos es hecho sabiduría de Dios. Esto se refiere a los errores corrientes de ricos y pobres acerca de su situación externa. La riqueza de los ricos los expone a muchos peligros; mientras el pobre puede vivir cómodamente si está contento, mantiene una buena conciencia y vive por fe. Quizá el hombre justo no tenga más de aquello por lo cual trabaja duro, pero ese esfuerzo tiende a la vida. El viajero que ha perdido su camino y no tolera que se lo digan, y le muestren el camino recto, debe cometer yerros aún. Especialmente necio es aquel que piensa que esconde algo de Dios; y la malicia no es mejor.  

Al odiar a otra persona puede volverse mentiroso o insensato. Si trata de ocultar su odio, terminará mintiendo. Si calumnia a la otra persona y luego se comprueba que estaba equivocado, es un insensato. La única salida es admitir sus sentimientos de odio ante Dios. Pídale que cambie su corazón para que lo ayude a amar en vez de odiar. Lo que dice el necio nadie lo escucha o lo sigue: su violencia lo anula. Impío: Malvado, malo, violento, pecaminoso, culpable, condenado, alguien que merece castigo; vicioso, injusto. Este sustantivo aparece más de 250 veces. Proviene del verbo rasha  que quiere decir «culpable», «malvado», «condenado», y encierra cierto sentido de violento disturbio interno (como si el ser humano fuese malvado debido a conflictos internos que no han sido resueltos). A menudo se contrasta a los impíos con los justos, como en este pasaje y en Gen 18:23, donde Abraham sabía que Dios consideraba a estos dos grupos como personas que requerían un tratamiento separado. Rasha figura casi 80 veces en Proverbios (Gen 12:10; Gen 15:29; Gen 25:26).  

10. 19-20 Los que hablan mucho, dicen mucho mal. El que se refrena es hombre sabio, y si lo hace busca su paz.
La lengua del justo es sincera, libre de la escoria de la traición y la mala intención. El habla piadosa es alimento espiritual para el necesitado. Los necios mueren por falta de corazón, y así es la palabra, por falta de pensamientoLa palabrería está asociada al pecado, pero la bendición divina es indeleble.
Las palabras de una buena persona son valiosas ("plata escogida"). Muchos consejos malos valen menos que pocos consejos buenos. Es fácil obtener opiniones de gente que nos dirá solo lo que piensan que nos agradará, pero tal consejo es inservible. En vez de ello, busquemos a los que hablan con la verdad, aun cuando duela. Pensemos en las personas a las que les pedimos consejos. ¿Qué esperamos escuchar de ellas?

10.21-22 La lengua del justo es sincera, libre de la escoria de la traición y la mala intención. El habla piadosa es alimento espiritual para el necesitado. Los necios mueren por falta de corazón, y así es la palabra, por falta de pensamiento.
Dios dota a algunas personas con la capacidad personal y financiera para responder a las necesidades de los demás. Si estas personas se percataran de por qué Dios las bendice y si todas utilizaran sus medios para hacer la voluntad de Dios, el hambre y la pobreza se erradicarían. La riqueza es una bendición únicamente si la utilizamos conforme al propósito de Dios.

10.23-24 Sólo los hombres necios y malos se divierten haciendo daño al prójimo o tentándolo a pecar.
El mayor deseo de bendiciones eternas que puede tener el justo será otorgado.
El impío teme a la muerte. Los que no creen en Dios por lo general la temen y con mucha razón. En contraste, los creyentes desean la vida eterna y la salvación de Dios, sus esperanzas serán recompensadas. Este versículo brinda una opción: se vuelven realidad o sus temores o sus deseos. Decide rechazar a Dios y vivir a su manera o acepta a Dios y

10.25-32 La senda de los pecadores prósperos es como un torbellino que pronto se desgasta y se va. Como el vinagre destempla los dientes, y el humo hace doler mucho los ojos, el perezoso hace sufrir a su empleador.
¿Qué es el hombre que ama la vida? Que tema a Dios y eso le asegurará suficiente vida en este mundo, y vida eterna en el otro.

El creyente se afirma en la fe y obedece con mayor deleite. El malo estaría feliz de tener la tierra por hogar eterno, pero eso no puede ser. Deben morir y dejar atrás a todos sus ídolos. El hombre bueno habla sabiamente para provecho del prójimo. Pero es el pecado el que habla lo que desagrada a Dios y provoca a aquellos con quienes Él conversa, y será la ruina del hombre malo. Al justo lo guarda el poder de Dios y nada podrá apartarlo del amor de Dios que es en Cristo Jesús. El hombre bueno habla sabiamente para provecho del prójimo. Pero es el pecado el que habla lo que desagrada a Dios y provoca a aquellos con quienes Él conversa, y será la ruina del hombre malo. Al justo lo guarda el poder de Dios y nada podrá apartarlo del amor de Dios que es en Cristo Jesús.

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