10.1 -2 El consuelo de los padres
depende mucho de sus hijos; y esto sugiere a ambos los motivos de sus deberes.
Uno u otro lo son conforme sigan o rechacen los sabios preceptos paternos. Ambos
padres sienten tanto la alegría como la pena. Atribuir aquí la alegría al padre
y la tristeza a la madre, aparte del balance poético que se busca, puede
sugerir que estas reacciones caracterizan a cada uno de ellos. Lo que siente un
miembro de la familia inevitablemente afecta a todos los demás.
Algunas personas acarrean
infelicidad al elegir tesoros malhabidos. Por ejemplo, el vehemente deseo de
satisfacción puede hacer algo que destruye sus oportunidades de alcanzar alguna
vez la felicidad. Las ganancias injustamente logradas no dan verdadera
felicidad. Los principios que Dios establece para una vida recta llevan consigo
una felicidad duradera, debido a que nos guían hacia una buena conducta que
perdura a pesar de nuestros sentimientos siempre cambiantes. Aunque el justo sea
pobre, el Señor no tolerará que le falte lo necesario para la vida espiritual.
10.3 Una vida, un ser
viviente; el alma, el yo, la persona, la razón, la personalidad; los deseos y
los sentimientos internos. Este sustantivo, que aparece más de 750 veces, es un
término bíblico de gran significado. «Alma» es la palabra que usualmente se
prefiere a la hora de traducir nephesh
«corazón», «persona», «vida» o «mente», dan ocasionalmente mejor sentido
a algunos contextos. En contraste con la palabra castellana «alma», que
usualmente describe sólo la persona interior y contrasta con la persona
exterior, nephesh describe la persona en su totalidad, como una unidad
vital, una creación viviente. Las primeras cinco veces que aparece nephesh
(Gen 1:20-21, Gen 1:24, Gen 1:30; Gen 2:7)
muestran que el alcance de la palabra es lo suficientemente amplio como para
incluir entre las criaturas vivientes a los animales y a los seres humanos.
Proverbios está lleno de
versículos que contrastan los justos con los impíos. Estas frases no tienen el
propósito de aplicarse en forma universal a cada persona y a cada situación.
Algunas personas, por ejemplo, sufren hambre. Más bien su propósito es el de
comunicar la verdad general de que la vida de la persona que busca a Dios, a la
larga, es mejor que la del impío (que termina en la ruina). Estas declaraciones
no son promesas rigurosas, sino verdades generales. Además, un proverbio como
este da por sentado un gobierno justo que se preocupa del pobre y el
necesitado, la clase de gobierno que Israel debió tener (Deuteronomio 24:17-22). Un gobierno corrupto bloquea a
menudo los planes de los justos.
10.4- 6 Los de espíritu ferviente al servicio del Señor probablemente sean ricos en fe y ricos en
buenas obras.
Aquí está la culpa justa
de quienes desperdician oportunidades aquí y para el más allá.
La abundancia de
bendiciones estará con los hombres buenos; bendiciones reales.
Cada día tiene
veinticuatro horas llenas de oportunidades para crecer, servir y ser
productivos. Es muy fácil desperdiciar el tiempo, permitiendo así que la vida
se nos escape de las manos. En vez de eso, niéguese a ser un perezoso,
utilizando las horas dedicadas a un trabajo productivo en dormir o perder el
tiempo. Vea el tiempo como un regalo de Dios y aproveche las oportunidades para
vivir con diligencia para El. Por segunda vez se presenta la sabiduría como
sinónimo de previsión.
10.7
Tanto el justo como el impío deben morir; pero entre sus almas hay una
vastísima diferencia.
10.8
El sabio de corazón practica su conocimiento.
10.9 Los
hipócritas serán desenmascarados después de todos sus rodeos.
10.10 La demasiada franqueza o la falta de juicio son peligrosas. Los trucos
y los artificios no serán excusas para la iniquidad.
10.11 -18 La boca del hombre bueno
siempre está abierta para enseñar, consolar y corregir al prójimo. Donde hay
odio, todo agita la rencilla. Soportándonos unos a otros, se conservan la paz y
la armonía. Los que neciamente van por caminos malos, se preparan varas contra
sí mismos. Cualquier conocimiento que sirve debemos guardarlo, no sea que no se
pueda buscar cuando lo necesitemos. El sabio gana sabiduría leyendo, oyendo la
palabra, por la meditación, por la oración, por la fe en Cristo, quien nos es
hecho sabiduría de Dios. Esto se refiere a los errores corrientes de ricos y
pobres acerca de su situación externa. La riqueza de los ricos los expone a
muchos peligros; mientras el pobre puede vivir cómodamente si está contento,
mantiene una buena conciencia y vive por fe. Quizá el hombre justo no tenga más
de aquello por lo cual trabaja duro, pero ese esfuerzo tiende a la vida. El
viajero que ha perdido su camino y no tolera que se lo digan, y le muestren el
camino recto, debe cometer yerros aún. Especialmente necio es aquel que piensa
que esconde algo de Dios; y la malicia no es mejor.
Al odiar a otra persona
puede volverse mentiroso o insensato. Si trata de ocultar su odio, terminará
mintiendo. Si calumnia a la otra persona y luego se comprueba que estaba
equivocado, es un insensato. La única salida es admitir sus sentimientos de
odio ante Dios. Pídale que cambie su corazón para que lo ayude a amar en vez de
odiar. Lo que dice el necio nadie lo escucha o lo sigue: su violencia lo anula.
Impío: Malvado, malo, violento, pecaminoso, culpable, condenado, alguien
que merece castigo; vicioso, injusto. Este sustantivo aparece más de 250 veces.
Proviene del verbo rasha que
quiere decir «culpable», «malvado», «condenado», y encierra cierto sentido de
violento disturbio interno (como si el ser humano fuese malvado debido a
conflictos internos que no han sido resueltos). A menudo se contrasta a los
impíos con los justos, como en este pasaje y en Gen 18:23,
donde Abraham sabía que Dios consideraba a estos dos grupos como personas que
requerían un tratamiento separado. Rasha figura casi 80 veces en Proverbios
(Gen 12:10; Gen 15:29; Gen 25:26).
10. 19-20 Los que hablan mucho,
dicen mucho mal. El que se refrena es hombre sabio, y si lo hace busca su paz.
La lengua del justo es
sincera, libre de la escoria de la traición y la mala intención. El habla
piadosa es alimento espiritual para el necesitado. Los necios mueren por falta
de corazón, y así es la palabra, por falta de pensamientoLa palabrería está
asociada al pecado, pero la bendición divina es indeleble.
Las palabras de una buena
persona son valiosas ("plata escogida"). Muchos consejos malos valen
menos que pocos consejos buenos. Es fácil obtener opiniones de gente que nos
dirá solo lo que piensan que nos agradará, pero tal consejo es inservible. En vez
de ello, busquemos a los que hablan con la verdad, aun cuando duela. Pensemos en
las personas a las que les pedimos consejos. ¿Qué esperamos escuchar de ellas?
10.21-22 La lengua del justo es
sincera, libre de la escoria de la traición y la mala intención. El habla
piadosa es alimento espiritual para el necesitado. Los necios mueren por falta
de corazón, y así es la palabra, por falta de pensamiento.
Dios dota a algunas
personas con la capacidad personal y financiera para responder a las
necesidades de los demás. Si estas personas se percataran de por qué Dios las
bendice y si todas utilizaran sus medios para hacer la voluntad de Dios, el
hambre y la pobreza se erradicarían. La riqueza es una bendición únicamente si
la utilizamos conforme al propósito de Dios.
10.23-24 Sólo los hombres necios
y malos se divierten haciendo daño al prójimo o tentándolo a pecar.
El mayor deseo de
bendiciones eternas que puede tener el justo será otorgado.
El impío teme a la
muerte. Los que no creen en Dios por lo general la temen y con mucha razón. En
contraste, los creyentes desean la vida eterna y la salvación de Dios, sus
esperanzas serán recompensadas. Este versículo brinda una opción: se vuelven
realidad o sus temores o sus deseos. Decide rechazar a Dios y vivir a su manera
o acepta a Dios y
10.25-32 La senda de los pecadores
prósperos es como un torbellino que pronto se desgasta y se va. Como el vinagre
destempla los dientes, y el humo hace doler mucho los ojos, el perezoso hace
sufrir a su empleador.
¿Qué es el hombre que ama
la vida? Que tema a Dios y eso le asegurará suficiente vida en este mundo, y
vida eterna en el otro.
El creyente se afirma en
la fe y obedece con mayor deleite. El malo estaría feliz de tener la tierra por
hogar eterno, pero eso no puede ser. Deben morir y dejar atrás a todos sus ídolos.
El hombre bueno habla sabiamente para provecho del prójimo. Pero es el pecado
el que habla lo que desagrada a Dios y provoca a aquellos con quienes Él
conversa, y será la ruina del hombre malo. Al justo lo guarda el poder de Dios
y nada podrá apartarlo del amor de Dios que es en Cristo Jesús. El hombre bueno
habla sabiamente para provecho del prójimo. Pero es el pecado el que habla lo
que desagrada a Dios y provoca a aquellos con quienes Él conversa, y será la
ruina del hombre malo. Al justo lo guarda el poder de Dios y nada podrá
apartarlo del amor de Dios que es en Cristo Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario