El 14 de enero de 1984, cuando me encontraba en Suiza, escuché una predicación por la radio de una emisora hispana, de un pastor donde hablaba de la Salvación por gracia de Dios, por fe en Jesucristo. Conocí y acepté a Jesús como mi Salvador y Señor personal ese día.
Nunca supe el nombre de ese pastor, aún cuando no dejé de escuchar dicho programa; pero gracias a Dios volví a escuchar su voz hace dos semanas. No fue una casualidad. Para los nacidos de nuevo, sabemos que no existen para Dios las casualidades, si no que es Dios que en ese momento quiere pasar desapercibido, quedando en el anonimato. Aquel timbre y tono de voz inolvidable, me recordó aquel momento de aquella noche que escuché hablar de la Salvación por fe en Jesucristo.
Hoy, gracias a Dios, puedo decir el nombre de este hombre siervo de Dios, David Morse, fue aquél siervo del Señor que escuché; fue la persona escogida por Dios para que diera testimonio y predicara sobre la Salvación por fe en Jesucristo. Fue el momento y la persona que Dios en Su Soberanía utilizó para que escuchara en mi corazón el Evangelio de Jesús, las Buenas Nuevas para liberarme de la esclavitud del pecado y ser aceptado, justificado, redimido por la Sangre de Cristo.Fue fiel a su llamado por Dios para predicar el Evangelio de Jesús, de una forma sencilla pero práctica. Fue fiel a la sana doctrina, sin meterse en vocabulario ni palabras complejas, que el común de los creyentes no entiende. Ha sido un privilegio poner nombre y rostro a esa persona. Ha sido tan emocionante, como lo fue escucharlo por primera vez.
Estoy recopilando todos los audios posibles de sus predicaciones. Si alguien que lee este blog puede hacerme llegar o indicar como puedo conseguirlas, les estaría eternamente agradecido.
Sé que ya está en la presencia de Dios y algún día nos gozaremos juntos en la Gloria de Dios.
Ana, su esposa creo que aún vive, ojalá pueda recibir mis más sinceras gracias por la obra misionera que han llevado a cabo durante su vida, obedeciendo la encomienda del Señor para llegar a las almas pecadoras, sedientas del Evangelio de Jesús.
Gracias Señor por utilizar criaturas imperfectas para llegar a todos los perdidos por el pecado. Gracias Señor, y te ruego por todos los misioneros de Tu Palabra en la Biblia para que sean fieles a ella. Bendiceles con Tu Paz y Tu Gozo todos los dias de su vida.
¡ Maranatha!
Nunca supe el nombre de ese pastor, aún cuando no dejé de escuchar dicho programa; pero gracias a Dios volví a escuchar su voz hace dos semanas. No fue una casualidad. Para los nacidos de nuevo, sabemos que no existen para Dios las casualidades, si no que es Dios que en ese momento quiere pasar desapercibido, quedando en el anonimato. Aquel timbre y tono de voz inolvidable, me recordó aquel momento de aquella noche que escuché hablar de la Salvación por fe en Jesucristo.
Hoy, gracias a Dios, puedo decir el nombre de este hombre siervo de Dios, David Morse, fue aquél siervo del Señor que escuché; fue la persona escogida por Dios para que diera testimonio y predicara sobre la Salvación por fe en Jesucristo. Fue el momento y la persona que Dios en Su Soberanía utilizó para que escuchara en mi corazón el Evangelio de Jesús, las Buenas Nuevas para liberarme de la esclavitud del pecado y ser aceptado, justificado, redimido por la Sangre de Cristo.Fue fiel a su llamado por Dios para predicar el Evangelio de Jesús, de una forma sencilla pero práctica. Fue fiel a la sana doctrina, sin meterse en vocabulario ni palabras complejas, que el común de los creyentes no entiende. Ha sido un privilegio poner nombre y rostro a esa persona. Ha sido tan emocionante, como lo fue escucharlo por primera vez.
Estoy recopilando todos los audios posibles de sus predicaciones. Si alguien que lee este blog puede hacerme llegar o indicar como puedo conseguirlas, les estaría eternamente agradecido.
Sé que ya está en la presencia de Dios y algún día nos gozaremos juntos en la Gloria de Dios.
Ana, su esposa creo que aún vive, ojalá pueda recibir mis más sinceras gracias por la obra misionera que han llevado a cabo durante su vida, obedeciendo la encomienda del Señor para llegar a las almas pecadoras, sedientas del Evangelio de Jesús.
Gracias Señor por utilizar criaturas imperfectas para llegar a todos los perdidos por el pecado. Gracias Señor, y te ruego por todos los misioneros de Tu Palabra en la Biblia para que sean fieles a ella. Bendiceles con Tu Paz y Tu Gozo todos los dias de su vida.
¡ Maranatha!
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