} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA CONDUCTA RELAJADA DE LOS QUE SE DICEN CRISTIANOS

domingo, 24 de julio de 2016

LA CONDUCTA RELAJADA DE LOS QUE SE DICEN CRISTIANOS


Son actos que reflejan una actitud descarada de falta de respeto e incluso desprecio por la ley y la autoridad. La palabra hebrea zim·máh se traduce “conducta relajada” y “moral relajada”. (Le 18:17; 19:29.) El término griego a·sél·guei·a (conducta relajada) también puede traducirse “libertinaje; desenfreno; conducta desvergonzada; lascivia de conducta”. (Gál 5:19 ; 2Pe 2:7)  Ninguno de los dos términos se circunscribe a la inmoralidad sexual.
 Las Escrituras engloban bajo conducta relajada cosas tales como una violación por parte de una chusma (Jue 19:25; 20:6), la prostitución (Jer 13:27; Eze 23:44) y el derramamiento de sangre. (Sl 26:9, 10; Eze 22:9; Os 6:9.) Se dice que el “hombre sin principios” da consejo para actos de conducta relajada, y a aquellos para quienes tal conducta es “como un juego” se les llama estúpidos, es decir, de ningún valor moral. (Isa 32:7; Pr 10:23.)

‘Procede del corazón.’
Jesús señala que la conducta relajada refleja lo que la persona es en su interior. Dice: “De dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones,  adulterios,  conducta relajada. Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”. (Mr 7:20-23.) La conducta relajada es una de “las obras de la carne”, uno de los deseos carnales que “llevan a cabo un conflicto en contra del alma”. “Los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”, dice la Palabra de Dios. (Gál 5:19, 21; 1Pe 2:11.)
A los cristianos que aman la luz de la verdad se les dice: “Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada”. (Ro 13:13; Jn 3:19-21.) El apóstol Pedro argumenta: “Porque basta el tiempo que ha pasado [antes de llegar a ser siervos de Dios] para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada”. (1Pe 4:3.) De igual modo, el apóstol Pablo advierte a los cristianos que las naciones mundanas con las que antes se asociaban, “mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios  ...   Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez”. (Ef 4:17-19.)
Sin embargo, algunos que afirman ser siervos de Dios y de Cristo se vuelven del camino de la luz y despliegan una actitud descarada y desafiante hacia la autoridad y ley divinas. Pablo estaba afligido por causa de aquellos miembros de la congregación corintia que no se habían arrepentido de la ‘inmundicia, fornicación y conducta relajada que habían practicado’, a pesar de que se les había advertido en contra de tales prácticas. (2Co 12:21.) Pedro avisó a los cristianos primitivos que de entre sus propias filas saldrían falsos maestros y que muchos seguirían sus actos de conducta relajada, lo que acarrearía oprobio al camino de la verdad. (2Pe 2:1, 2.) Las palabras de Jesús dirigidas a las congregaciones de Pérgamo y Tiatira, escritas por el apóstol Juan alrededor del año 96 E.C., indican que en aquel tiempo la profecía de Pedro estaba cumpliéndose hasta cierto grado. (Rev 2:12, 14, 18, 20.) Tanto Pedro como Judas hablaron del juicio que les vendría a los que practicaran conducta relajada. (2Pe 2:17-22; Jud 7.)
El razonamiento de algunos que practican conducta relajada al intentar seducir y engañar a otros en la congregación cristiana es que la bondad inmerecida de Dios es grande y que pasará por alto sus pecados, pues Él sabe de sus imperfecciones y debilidades carnales. No obstante, Judas, el medio hermano de Jesús, dijo que estos eran ‘hombres impíos, que tornaban la bondad inmerecida de Dios en una excusa para conducta relajada, y que demostraban ser falsos al único Dueño y Señor, Jesucristo’. (Jud 4.)
 La profesión de cristianismo que hacen estos hombres carece de sentido. Su servicio resulta inaceptable para Dios; es como dijo el sabio escritor de Israel: “El sacrificio de los inicuos es cosa detestable. ¡Cuánto más cuando uno lo trae junto con conducta relajada!”. (Pr 21:27.)
La Ley expresaba el mismo punto de vista contra la conducta relajada. Dios no ha cambiado de parecer. Se condenaba la conducta relajada y el castigo era la muerte. (Le 18:17; 20:14.) David imploró a Dios que no le quitase la vida con los “hombres culpables de sangre, en cuyas manos hay conducta relajada”. (Sl 26:9, 10.)
Por medio de sus profetas Jeremías y Ezequiel, Jehová advirtió a Israel de sus juicios contra el pueblo por su conducta relajada, tanto de naturaleza física como espiritual. (Jer 13:26, 27; Eze 16:27, 43, 58; 22:9; 23:21-49; 24:13.)


¡Maranatha!

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