} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LOS CRISTIANOS DEBERÍAN DEJAR DE ESPERAR EL “RAPTO” por J. D. King.

domingo, 8 de enero de 2023

LOS CRISTIANOS DEBERÍAN DEJAR DE ESPERAR EL “RAPTO” por J. D. King.

 (Escritor y conferencista cristiano, Director de la World Revival Network.)


 Sé de muchos cristianos que disfrutan leer y meditar 1 Tesalonicenses 4: 16-17 sobre lo que popularmente llaman “Arrebatamiento” o el "Rapto".   “…el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (RVR 1960) Insisten en este pasaje describe a Dios tomando a su pueblo desde arriba a la distancia, y nosotros siendo ascendidos. ¿Es cierto eso? ¿Es eso lo que estos versículos realmente predicen? Es cierto que en esta sección Pablo habla de creyentes arrebatados en las nubes al encuentro de Jesús. Empero, hay algo más que esto, si se quiere ver. Si se lee el pasaje con cuidado, Pablo no habla de los creyentes abandonando la Tierra; el tema es la participación nuestra en la Segunda Venida, y la celebración de la aparición física de Jesús en la Tierra. Pero si el texto se refiere al que aparece, Jesucristo, y no a nuestra partida de la morada terrenal, ¿qué significa este "recibir al Señor en el aire" del versículo 17? Otras traducciones hablan de “reunirnos” con Jesús. Es útil comentar la palabra "reunión" en este pasaje: “apantesis” es una palabra griega que por lo general describe la bienvenida formal que se le brinda a un dignatario que llega a una ciudad. En la literatura griega era un término que se utilizaba para describir una numerosa delegación que iba hasta las afueras de las puertas de la ciudad, y más allá incluso, para recibir al Rey conquistador, cuando regresaba a su tierra. Sé que algunos no les va a gustar esto, pero todos y cada cual de nosotros debe tener en cuenta el contexto y las cuestiones gramaticales e históricos que configuran el debido contexto de un texto como este. Por incómodo que sea, tenemos que aprender a hacer la exégesis correcta del pasaje. No sirve a nadie de nada el insertar en estos versos algo que no dice. 1 Tesalonicenses 4: 13-18 en realidad no habla de una “gran salida”, sino de una “gran entrada”. El apóstol Pablo no habla de cómo nosotros vamos a salir de la Tierra. Quiere que sepamos que vamos a ser parte de un entorno especial, que vamos a ser incluidos en una gran "fiesta de bienvenida" para el Señor Jesús, que gozosamente vamos a salir de nuestras casas a recibirlo, porque corporalmente va a aparecer aquí en la Tierra. Pienso en este pasaje y con qué frecuencia se lee tan mal, y se aflige mi corazón. Pablo quiso que sepamos que Dios va a reunir a los vivos y los muertos en las nubes, para recibir juntos al Señor en este terrenal planeta. Se supone que es un mensaje de esperanza y de compromiso. ¿Quién hubiese pensado que esta gran seguridad paulina se iba a convertir para muchos en una estrategia personal de salida o escapismo?   Pienso en la iglesia cristiana y me pregunto cuándo dejaremos los intentos por rehuir nuestro compromiso y buscar una “salida” que nos libre de nuestros deberes. Y elevo mis plegarias para que un día, finalmente, dejemos de intentar ser raptados.

 EXPONIENDO EL MITO DEL “RAPTO” QUE SIEMPRE TE HAN ENSEÑADO

Supongo que este título va a sonar chocante, pero lo cierto es que la doctrina del "Rapto" nunca se enseñó en la Iglesia cristiana hasta 1830. Así que, incluso si le resulta un poco incómodo, me gustaría pedir al lector que por favor no se vaya. Esta noción teológica relativamente moderna de la "evacuación de los santos" no está en el Credo de Nicea (325). Tampoco en el Símbolo niceno-constantinopolitano (381), el Credo de Calcedonia (451), el Credo de Atanasio (500), la Confesión de Augsburgo (1530), los Cánones de Dort (1618-1619); ni en la Confesión de Fe Bautista de Londres (1644), la Confesión de Westminster (1646), y tampoco en los Artículos de Religión metodistas (1784). Este tema del "Rapto" fue expuesto en público por primera vez por los seguidores de Edward Irving (1792-1834) y John Nelson Darby (1800-1882). Algunos estudiosos remontan sus raíces a una cierta chica muy delicada y enfermiza llamada Margaret MacDonald (1815-40), de Port Glasgow en el Oeste de Escocia. Margaret y su familia se conectaron después con el movimiento Católica Apostólico de Irving, que comenzó a destacar expresiones carismáticas, e interés por temas escatológicos. En la primavera de 1830 Margaret fue confinada a su cama por continuas dolencias, y se atribuyó supuestas experiencias con el "don de la profecía", en medio de gran fervor y entusiasmo creciente en reuniones de Iglesia, en las cuales ella se involucró desde su casa, alegando haber tenido una visión de la Iglesia siendo “arrebatada al Cielo antes de la Gran Tribulación". Una tarde se dice que Margaret exclamó: "Esta es la luz que arderá, la luz de Dios, para que podamos discernir aquello que no vendrá por medio del ojo natural. Sólo quienes tienen la luz de Dios adentro podrán ver la señal de su apariencia. No es necesario seguir a quienes dicen ‘Mira aquí o mira allá, ve esto o aquello’, porque a su tiempo todo será como el relámpago para aquellos en los cuales Cristo vive. Cristo en nosotros nos va a levantar, él es la luz, y sólo alcanzará para reunirse con él en el aire a quienes están vivos en él." (Dave MacPherson, The Incredible Cover-Up, Omega Publishers, 1975, pág. 151. MacPherson cita a Robert Norton, Memoirs of James and George MacDonald of Port-Glasgow, 1840, págs. 171-176.) 

5 Este Robert Norton fue un testigo presencial de estos "indicios", y quien relató a otros lo que sucedió con la señorita Margaret MacDonald, y cómo impactó a tantos líderes influyentes. "El poder del Espíritu Santo se posó sobre ella por varias horas sucesivas: la profecía se mezclaba con la visión ... aquí vemos la distinción entre esa etapa final de la venida del Señor, cuando todo ojo le verá, y su previa aparición en gloria sólo para aquellos que le esperan." (Robert M. Norton: The Restoration of Apostles and Prophets in the Catholic Apostolic Church, Londres, 1861, pág. 15.) John Nelson Darby, creador del dispensacionalismo premilenarista junto con aquel polémico Edward Irving, también fue profundamente influenciado por la supuesta expresión "profética" de esta joven escocesa. El historiador Timothy Weber señala: "Los ‘Hermanos de Plymouth’ comisionaron a John N. Darby para ir a Escocia a investigar. Llegó allá a mitad del año 1830, y según su propio testimonio 23 años después, se reunió con la chica MacDonald y la escuchó profetizar ... Darby volvió de Escocia... convencido de que la visión del Rapto era veraz. Y la encajó más tarde en su sistema dispensacionalista, pero jamás reconoció su deuda con Margaret." (Timothy P. Weber: On the Road to Armageddon: How Evangelicals Became Israel’s Best Friend, Grand Rapids, Michigan: Baker, 2004, pág. 24.) Weber no está solo en su investigación. Le acompañan otros estudiosos como Carl Armerding y W. Wardle, quienes escriben: "Es probable... que la tal profecía fuese grano para el molino de Darby.... Al salir de Escocia llevó consigo las impresiones que tras algunos años de reflexión, desempeñaron su papel en la formación de la enseñanza del ‘Rapto’ secreto pretribulación." (Carl E.Armerding y W. Ward Gasque: A Guide to Biblical Prophecy: A Balanced and Biblical Assessment of the Nature of Prophecy in the Bible, Peabody, Massachusetts: Hendrickson Publishers, 1989, pág. 52.) 

El origen de esta extraña doctrina del Rapto es en última instancia un embuste. Pero casi todo el mundo está de acuerdo en que fue John Nelson Darby el primero de sus más importantes defensores, quien afirmó el tema del Rapto en sus discursos públicos, y lo convirtió en un componente central de su sistema dispensacional rapturista-premilenarista ya desde la década de los ’30 del siglo XIX. Después Darby visitó América varias veces para compartir sus nuevas enseñanzas escatológico-apocalípticas. Y Timothy P. Weber sugiere que "Su audiencia las recibió con cautela en el mejor de los casos... La mayoría rechazó estas enseñanzas como cosas tontas y las desacreditó. Hubo quienes la consideraron que una novedad en la historia de la Iglesia, y por tanto indigna de consideración. La élite educativa y eclesiástica tendía a rechazar estas nuevas doctrinas". (Timothy P. Weber. On the Road to Armageddon, pág. 26.) 6 "No fue fácil ponerse de pie contra el consenso Cristiano y todavía declararse ortodoxo, pero eso es precisamente lo que los partidarios del dispensacionalismo se vieron obligados a hacer." (Timothy P. Weber: On the Road to Armageddon, págs 28, 31.)

 C. H. Mackintosh, un seguidor de Darby, dijo que "parece presuntuoso contradecir todos los grandes estándares y credos de la Cristiandad en tantos temas, pero ¿Qué se puede hacer?" (C.H. Mackintosh. Papers On The Lord’s Coming, Londres, 1907, pág. 56.) 

Por la década de 1880, Dwight L. Moody y algunos otros prominentes fundamentalistas comenzaron a ir aceptando varios aspectos del sistema teológico de Darby. El “Rapto secreto” y todo su contexto doctrinal, la línea de historia apocalíptica, comenzaron poco a poco a ganar fuerza en reuniones de campo e Institutos bíblicos. El Dr. Peter Prosser escribe que “Moody nunca apoyó la perspectiva dispensacional del sistema premilenarista, pero tampoco trató de evitar que se difundiera por doquier. Se sintió atraído porque pensó que semejante visión pesimista de la cultura, podría dar un gran impulso al evangelismo.” (Peter Prosser: Dispensationalist Eschatology and Its Influence on American and British Religious Movements, Lewiston, New York: The Edwin Mellen Press, 1999, págs.. 143-144.) Pero lo que finalmente hizo de la doctrina rapturista” una presencia permanente en EE.UU. fue la amplia difusión de la “Biblia Anotada de Referencia Scofield”. Ciro I. Scofield (1843-1921) se había familiarizado con la doctrina, y se le ocurrió la idea de imprimir una Biblia anotada para ayudar a la gente a dominar las complejidades de este sistema. Parece que la Biblia de Scofield fue lo que "llevó el tema apocalíptico al corazón del movimiento evangélico", dice el Prof. Michael Williams: “Scofield nunca reconoció su deuda con los ‘Hermanos de Plymouth’; pero el dispensacionalismo darbysta le aportó tanto la estructura como el contenido de su Biblia Anotada.” (Michael Williams: This World is Not My Home:The Origin And Development Of Dispensationalism. Fern, Escocia, Mentor, 2011, págs. 21 y 31.) Poco después de publicada en 1909, esta Biblia se hizo libro de texto opcional para Institutos bíblicos y Seminarios evangélicos y pentecostales. Sus detalladas notas fueron estudiados con gran diligencia y ampliamente aceptadas, pese a que presentaban "una interpretación decididamente diferente a lo que se está leyendo en el texto de la propia Biblia", escribe Peter Prosser en su obra antes citada (Peter Prosser: Dispensational Eschatology, pág. 74.) Charles Lippy reflexiona y escribe: "No es necesario ser un completo convencido del sistema dispensacional premilenarista para dejarse arrastrar por la corriente de la Biblia de Scofield, que para varias generaciones de protestantes en EE.UU. fue la 7 única edición de la Escritura usada para lectura y estudio de los textos sagrados del cristianismo, y así quedó grabada profundamente en la conciencia religiosa popular." (Charles H. Lippy: Being Religious, American Style: A History of Popular Religiosity in the United States. Westport, Connecticut: Praeger, 1994, pág. 134.) 

El “Rapto” no se enseñaba antes de 1830, pero Michael Williams reconoce que desde D. L. Moody hasta la fecha de hoy, "prácticamente todo predicador evangélico y líder religioso populista notable ha sido dispensacionalista." (Michael Williams. This World is Not My Home, pág. 19.) Timothy Weber también coincide: “cada gran ‘avivamientista’ desde D. L. Moody ha sido premillenarista de alguna forma.” (Timothy P. Weber: How Evangelicals Became Israel’s Best Friend. Christianity Today, Octubre 5 de 1998). 

Más de 170 años después, el “Rapto” y su visión catastrófica del mundo siguen definiendo la teología para muchos estadounidenses. Grandes multitudes sostienen con pasión esta tesis, y nunca se han enterado que surgió en el siglo XIX. Muchos están prontos a romper compañerismo y denunciar a cualquiera que cuestione su línea de tiempo escatológico-apocalíptica. Están dispuestos hasta morir por una idea completamente ausente de todos los grandes Credos históricos de la Iglesia de Cristo. Es hora de tener una mejor conversación sobre lo que nuestros antepasados creían realmente. ¿Cuál fue la visión del mundo que definió la fe de Jonathan Edwards y de John Wesley? En su generación ellos vieron miles de conversiones y supieron de la Gloria de Dios. ¿Habría sido cómodo para ellos ver definirse el Cristianismo como un esfuerzo de escape, de evacuación?

 

 

 

 

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