} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: REFLEXIÓN DEL DÍA

viernes, 7 de agosto de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA

Esperar la ayuda de Dios no es fácil, sin embargo cuando la hemos recibido, nuestra obediencia por la paciencia produce beneficios por hacerlo. En mi caso: Dios me sacó de la desesperación, afirmó mis pies sobre la peña, enderezó mis pasos hacia su senda, y puso palabras de acción de gracias en mi boca.
A menudo las bendiciones no pueden recibirse a menos que pasemos por la prueba de la espera. Dios alcanza a su pueblo con amor misericordioso motivado por un amor profundo y eterno. Está dispuesto a hacer lo mejor para Él si tan solo se lo permitiéramos. Después de muchas advertencias sobre el pecado, el grandioso amor de Dios es un respiro de aire fresco. En lugar de pensar en Dios con pavor, si observamos con cuidado, veremos la forma tan tierna en la que nos acerca a El.
La creación está llena de variedades sorprendentes que revelan la rica creatividad, bondad y sabiduría de nuestro Dios amoroso. Cuando observemos la naturaleza a nuestro alrededor, agradezcamos a Dios por su creatividad. Echemos un nuevo vistazo a la gente y consideremos a cada uno como una creación única de Dios, con talentos, habilidades y dones especiales.
Aquél nacido de nuevo que estimula su devoción para alabar a Dios, para hablar con Dios, persevera en la obediencia por la gracia del Espíritu, con humildad. Buscando su fortaleza; esto es, su gracia; la fuerza de su Espíritu para obrar en nosotros lo bueno, lo cual no podemos hacer sino por el poder derivado de Él, por lo cual se le debe buscar. Procurando tener su favor en la eternidad, por tanto, seguimos buscándole mientras vivamos en este mundo, porque no sólo será hallado, sino recompensará a los que le buscan diligentemente. Si parece que Dios está muy lejos, persistamos en su búsqueda. Dios recompensa a quienes lo buscan con sinceridad. Jesús prometió: "Buscad, y hallaréis". David sugirió un método valioso para encontrar a Dios: familiarizarse con la forma en que El ha ayudado a su pueblo en el pasado. La Biblia narra la historia del pueblo de Dios. Al buscar en sus páginas descubriremos a un Dios amoroso que espera que lo encontremos y Él no se esconde a quien ansía conocerlo.
Las dudas y los temores sobre el estado eterno son un pozo horrible y lodo cenagoso, y eso han sido para muchos amados hijos de Dios. Hay suficiente poder en Dios para ayudar al más débil y suficiente gracia para ayudar al más indigno de todos los que confían en Él. El que espera pacientemente; sigue creyendo, esperando y orando; quienes esperamos pacientemente a Dios, no esperamos en vano.
Los que hemos estado en depresión religiosa por desobediencia, y por la gracia de Dios hemos sido librados; hemos sido sacados de un pozo de desesperación. Cristo es la única Roca sobre la cual la pobre alma puede estar firme. Donde Dios ha dado una esperanza sólida, quiere ver un andar y una conducta regular y constante en santidad. De otro modo no veremos a Dios.
Dios llenó con gozo y paz mi corazón cuando restauró mi alma, cuando curó mis heridas, cuando me cargó como oveja quebrantada. Somos muchos que por fe hemos contemplado los sufrimientos y la gloria de Cristo, y hemos aprendido a temer la justicia, y a confiar en la misericordia de Dios por medio de Él. Muchos son los beneficios con que nos carga diariamente la providencia y la gracia de Dios.
Tenemos que alabar, glorificar y dar gracias a Dios por la sucesión constante del día y la noche. Y ver como hay quienes son como las bestias salvajes, que esperan la noche y tienen comunión con las obras infrutuosas de las tinieblas. ¿Escucha Dios el lenguaje de la naturaleza, aun de las criaturas voraces, y no escuchará el lenguaje de la gracia de su pueblo, aunque sean débiles y quebrantados gemidos indecibles?
Existe la obra de cada día, que debe hacerse en su día, a la cual debe aplicarse el hombre cada mañana y debe continuar hasta el anochecer; habrá tiempo suficiente para descansar cuando llegue la noche, en la cual nadie puede obrar. Cuando uno es muy humillado y pasa dificultades, es bueno acordarse que así fue antes con la Iglesia, pero resulta difícil consolarse con antiguas sonrisas cuando se está sometido a una ira presente; no obstante, es felicidad de los que, por gracia, estamos interesados en el amor de Dios, que este sea un amor eterno hasta la eternidad de la vida más allá. Dios atraerá a sí por la influencia de su Espíritu en sus almas, a los que ama con este amor. Cuando alabamos a Dios por lo que ha hecho, debemos invocarlo por los favores que su Iglesia necesita y espera.
Cuando el Señor llama, no debemos alegar que no podemos ir, porque el que nos llama nos ayudará, nos fortalecerá. La bondad de Dios nos llevará al arrepentimiento y lloraremos por nuestros pecados con más amargura y más ternura cuando seamos librados de su cautiverio que cuando gemíamos bajo éste. Si tomamos a Dios como nuestro Padre e ingresamos a la Iglesia del Primogénito, nada nos faltará que sea bueno para nosotros.
Las obras de arte parecen más burdas mientras más de cerca se las mire; las obras de la naturaleza parecen más finas y exactas. Todas ella son hechas con sabiduría, puesto que todas responderán a la finalidad para la cual fueron diseñadas.
Cada primavera es un emblema de la resurrección, cuando surge un mundo nuevo como si saliera de las ruinas del viejo. Pero únicamente el hombre vive más allá de la muerte. Cuando el Señor nos quita el aliento, nuestra alma entra a otro estado, y nuestro cuerpo será resucitado para gloria o para miseria.
Que el Señor envíe su Espíritu y restaure nuestras almas de nuevo para santidad diaria mientras nos cura cada herida con el Agua de Vida por Su Palabra en la Biblia.