LIBRO DE DANIEL Capítulo 8; 15-24

 

    

 Daniel 8:15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.

Y aconteció que cuando yo, yo Daniel, hube visto la visión,... Toda la visión anterior acerca del carnero, el macho cabrío y el cuerno pequeño, y lo que habían hecho; el profeta no sólo afirma haber visto esta visión, sino que repite la afirmación, expresando su propio nombre, en parte para enfatizar, y en parte para mayor confirmación de sus palabras; por lo que es una cosa de lo más insolente decir que el verdadero Daniel nunca vio esta visión; pero lo que aquí se relata fue escrito después del reinado de Antíoco, y falsamente atribuido a él. Siendo una profecía tan clara acerca de Alejandro, y la destrucción del imperio persa por él, este pagano agudo y rencoroso no tenía otra forma de evadir la evidencia a favor de la religión verdadera sino por esta afirmación falsa y mentirosa: y busqué el sentido; esto es, de la visión; para un sentido más perfecto, claro y explícito de la misma; algo que había aprendido acerca de la última parte de ella, en relación con la desolación del templo, y la continuación de la misma, de lo que pasó entre los dos santos o ángeles; pero estaba deseoso de saber más; lo cual él significó haciendo una solicitud al ángel que estaba cerca de él; o más bien por secretas peticiomes en oración a Dios; y él, que luego se describe como un hombre, aunque el Dios eterno que sabe todas las cosas, conocía los deseos secretos de su alma, y de inmediato se encargó de que fueran satisfechos: entonces, he aquí, se paró delante de mí como la apariencia de un hombre: no realmente un hombre, sino en forma y apariencia; no Gabriel, ni ningún ángel creado en forma humana, en el que a veces aparecían ángeles, sino el Hijo eterno de Dios, que iba a encarnarse, y a menudo se le veía en forma de hombre antes de su encarnación; de la misma manera ahora fue visto por Daniel, a la derecha frente a quien se puso de pie; esto es lo mismo con el santo que habla. Jacchiades dice, este es el santo bendito Dios; como es ciertamente el Emanuel, Dios que iba a ser manifestado en la carne.

Daniel 8:16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión.

Y oí la voz de un hombre entre las orillas del Ulai,.... Cerca de donde estaba Daniel, y le pareció como si la aparición del hombre estuviera en medio del río, entre sus orillas, de donde vino la voz; o entre sus brazos, doblándose y enrollándose; o más bien entre Shushan y el río; o entre el profeta y aquél: esta voz era la voz de la persona que aparecía como hombre en el versículo anterior: el cual llamó, y dijo: Gabriel; la voz era fuerte, audible y autoritaria; incluso a un ángel, uno de gran notoriedad, Gabriel, el hombre de Dios, el poderoso; y muestra, que la persona que hizo esta aparición, y habló de esta manera autorizada, fue el Señor, y cabeza de los ángeles, sí, de todos los principados y potestades, a cuya disposición y mandato están: haz que este hombre entienda la visión; la visión anterior del carnero, el macho cabrío y el cuerno pequeño; darle una explicación completa de ello; dile lo que significan las diversas figuras representadas en él; para que pueda tener una comprensión clara de todas las cosas contenidas en él; los santos y el pueblo de Dios a veces son instruidos por ángeles, y particularmente lo fueron los profetas de antaño; y que era más común en los tiempos de la dispensación anterior que ahora; porque Dios no ha puesto en sujeción a los ángeles el mundo venidero, o la dispensación del Evangelio, Hebreos 2:5  Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;

 

Daniel 8:17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

Entonces se acercó a donde yo estaba... El ángel obedeció inmediatamente a la Persona divina en forma humana, y se acercó al profeta, para instruirlo y entablar una conversación familiar con él: y cuando vino, tuve miedo, y caí sobre mi rostro; no pudiendo soportar la gloria que le acompañaba; y especialmente cuando lo consideró como el mensajero de una Persona divina enviada para instruirlo, y siendo consciente de su propia fragilidad y debilidad: pero él me dijo: entiende, oh hijo de hombre: presta atención para que entiendas la visión, que el ángel, por mandato divino, iba a darle el pleno sentido; y que no podía atender tan bien en su presente circunstancia y postura; y por eso sugiere que se sacuda el miedo, se ponga de pie y escuche lo que estaba a punto de decir: lo llama "hijo del hombre", título que solo se le da a él ya Ezequiel; y así puede ser considerado como una marca de honor y respeto, como uno muy amado y honrado por el Señor; o expresarle su tierna consideración, y acomodarse a él, considerándolo un frágil hombre mortal; o para recordarle que debe considerarse así mismo, aunque ahora entre los ángeles, y favorecido con revelaciones de secretos, para que no sea exaltado sobremanera con ellos: porque en el tiempo del fin será la visión; o más bien, "por un tiempo es el fin de la visión"; hay un tiempo establecido, fijo y determinado, cuando la visión terminará y tendrá su pleno cumplimiento; es decir, cuando hayan expirado los 2300 días.

Quizás el significado sea este: “La visión es para el tiempo del fin”; es decir, tiene respecto al período de cierre del mundo, bajo el cual el Mesías ha de venir, y necesariamente precede a eso y conduce a eso. Pertenece a una serie de eventos que introducirán los últimos tiempos, cuando el reino de Dios será establecido sobre la tierra. Para justificar este punto de vista del pasaje, se puede señalar que este no es solo el punto de vista más obvio, sino que está sostenido por todos aquellos pasajes que hablan de la venida del Mesías como "el fin", los "últimos días". etc. Así 1Corintios 10:11: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.”.   Isaías 2:2 Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.. De acuerdo con esta interpretación, el significado es, “la visión pertenece al fin, o la dispensación final de las cosas”; es decir, tiene relación con el período en que llegará el fin, o introducirá ese período. Mira hacia los tiempos futuros, incluso a aquellos tiempos, aunque ahora remotos, cuando existirá un nuevo orden de cosas, bajo el cual se resolverán los asuntos del mundo.  

 

Daniel 8; 18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie.

Ahora, mientras hablaba conmigo,... Dirigiéndose a él de la manera anterior:

Yo estaba en un sueño profundo sobre mi cara hacia el suelo; por el miedo cayó postrado en tierra y se desmayó, lo que resultó en un sueño profundo; y así fue incapaz de atender a la explicación de la visión que el ángel le fue enviado a darle; y que no fue por indiferencia hacia él, o por descuido de él; pero a causa de la debilidad humana, su naturaleza no podía soportar tales circunstancias, que lo golpearon con tanto temor y pavor: pero él me tocó, y me puso en pie; lo sacó de su sueño, lo tomó, lo levantó y lo puso sobre sus pies; o, "sobre su posición"; lo que explica Ben Melech, ya que "estaba de pie al principio"; y así en una mejor postura para atender lo que estaba a punto de serle revelado. Me levantó sobre mis pies. Así se dirigió el Salvador a Saulo de Tarso, cuando había sido derribado repentinamente en tierra, apareciéndosele en el camino de Damasco: "Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, "    Hechos 26:16.

 

Daniel 8; 19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.

Y él dijo, he aquí, te haré saber,.... O, "te haré saber"; lo que no sabía, incluso las cosas futuras: particularmente cuál será el fin último de la indignación; la indignación de Dios contra el pueblo de Israel, en la dolorosa aflicción y persecución de ellos por parte de Antíoco, que él permitió ser; aquí el ángel sugiere que eso no debe permanecer para siempre, sino que debe tener un fin; y él le informaría al profeta lo que debería ser al final; o más bien, como lo traduce Noldius, "lo que será hasta el fin último de la indignación"; todo lo que debería suceder desde el comienzo de la monarquía persa, representada por el "carnero", hasta la monarquía griega, designada por el "macho cabrío", hasta el final de la persecución de Antíoco; porque, cierto es, el ángel informó al profeta de más cosas que lo concerniente a la última parte y, escena final de estos tiempos dolorosos; incluso de todas las cosas dichas anteriormente, que intervinieron entre el establecimiento de la monarquía persa y los sufrimientos de los judíos en los tiempos de Antíoco; y así lo interpreta Aben Ezra, aquí

"Se declara la ira de Dios sobre Israel en los días de la malvada Grecia, y en los días de Antíoco, hasta que los asmoneos limpiaron el templo:"

Porque en el tiempo señalado será el fin; el fin de aquella indignación o aflicción, y así de esta visión o profecía: hubo un tiempo señalado por Dios para el cumplimiento del todo; y llegado ese tiempo todo estaría cumplido; cesaría la indignación y terminaría la persecución.

Daniel 8:20  En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.

El carnero que viste que tenía dos cuernos... Aquí comienza la explicación particular de la visión anterior, y de lo primero que el profeta vio en ella, un carnero con dos cuernos: los dos cuernos, dice: son los reyes de Media y Persia; Darío, el primer rey, era medo, y Ciro, que le sucedió, o más bien reinó con él, era persa: o más bien, el carnero con dos cuernos significa los dos reinos de los medos y los persas unidos en una monarquía, de la cual el carnero era un emblema; porque Darius y Cyrus habían muerto muchos años antes de la época de Alejandro; y por lo tanto no podía ser personalmente los dos cuernos del carnero rotos por él; ni debe entenderse de los reyes de dos familias diferentes, como el de. Cyrus, y el otro de Darius Hystaspes, en cuyos sucesores la monarquía persa continuó hasta que Alejandro la destruyó, como Theodoret.

Daniel 8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.

Y la cabra áspera es el rey de Grecia,.... Incluidos todos los reyes de ella, desde Alejandro hasta el final de la monarquía griega; o más bien el reino de Grecia, que comenzó en él, y continuó hasta que fue destruido por los romanos: esto fue significado por la cabra áspera o peluda, especialmente cuando Alejandro estaba a la cabeza, por su fuerza y destreza, su rapidez en sus marchas sobre rocas y montañas, su majestad y grandeza, y también su lujuria e inmundicia;  y el gran ejército que está entre sus ojos es el primer rey; este es Alejandro, quien, aunque no fue el primer rey de Macedonia, su padre Filipo y otros, fueron reyes antes que él; sin embargo, fue el primer rey de la monarquía griega, lo que sucedió cuando la monarquía persa fue destruida por él.

Daniel 8:22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.

Ahora que siendo roto,.... Es decir, el gran cuerno Alejandro, el primer rey de la monarquía griega; cuya muerte, ya sea por embriaguez o por veneno, se expresa aquí siendo "roto". El sentido es, estando muerto, o al morir, mientras que cuatro lo defendieron; cuatro cuernos se levantaron en la habitación y en lugar del grande se rompieron; estos significaban que cuatro reinos se levantarán de la nación; que eran los reinos de Egipto, Asia, Macedonia y Siria, en los que se dividió la monarquía griega después de la muerte de Alejandro; y los primeros reyes de ellos fueron todos de la nación griega o macedonia, y no egipcios, armenios, sirios, etc.: pero no en su poder; no se levantaron ni se pusieron de pie con el poder y la fuerza, con la grandeza y la magnificencia de Alejandro; no eran iguales, sino muy inferiores a él, aunque eran cuernos notables, o reinos famosos, como en Daniel 8:8. Saadiá lo interpreta, no de su simiente o descendencia; estos no eran sus hijos que eran las cabezas de estos reinos; sino sus capitanes o generales.

 

Daniel 8:23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.

Y en el último tiempo de su reino,... Hacia el final del reino de los cuatro reyes que dividieron el reino de Alejandro; porque aunque eran cuatro reyes distintos, y tenían cuatro reinos separados, sin embargo, todos estos pertenecían a un reino o monarquía, el imperio griego; y cuando esto fue disminuyendo, y llegando a las manos de los romanos, se levantó, se mantuvo y floreció por un tiempo, el rey Antíoco, descrito más adelante, quien comenzó a reinar en el año ciento treinta y siete de los seléucidas,

"Y de ellos salió una raíz malvada, Antíoco, llamado Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había sido rehén en Roma, y reinó en el año ciento treinta y siete del reino de los griegos". (1 Macabeos 1:10)

Y 166 a.C., y el mismo año en que estableció la abominación desoladora en el templo de Jerusalén, como ha observado el Sr. Mede, Emilio, el cónsul romano, conquistó a Perseo, rey de Macedonia, por lo que toda Grecia quedó en manos de los romanos; para que se pueda decir con verdad que este rey se levantó y permaneció en la última parte del imperio griego, cuando estaba declinando, y el imperio romano estaba teniendo lugar: cuando los transgresores lleguen al colmo; muchos de los judíos, que apostataron de su religión, se volvieron paganos, incluso algunos de los sacerdotes, cuando se completó su número, y habían colmado la medida de sus iniquidades; en los apócrifos:

"En aquellos días salieron de Israel hombres malvados, que persuadieron a muchos, diciendo: Vayamos y hagamos un pacto con las naciones que nos rodean: porque desde que nos separamos de ellos, hemos tenido mucho dolor." (1 Macabeos 1:11)

Se levantará un rey altivo de rostro y entendido en oscuras sentencias; que significa Antíoco; como es generalmente aceptado, tanto por los intérpretes judíos como por los cristianos, y con quien estos personajes están de acuerdo: era "duro de rostro", como puede traducirse; un hombre insolente de rostro bronceado, que no tenía vergüenza ni miedo en él; no consideró ni a Dios ni al hombre; cometió los crímenes más atroces de la manera más pública; y particularmente fue atrevido y descarado en su blasfemia contra Dios y la verdadera religión; y también puede significar que fue cruel, bárbaro e inhumano, especialmente con los judíos, como prueba abundantemente su persecución de ellos: y su "comprensión de sentencias oscuras", o "acertijos", que podía tanto proponer como respuesta, muestra que es sagaz y astuto, bien versado en malas artes y políticas; tenía el arte de seducir y engañar a los hombres; fue por engaño y astucia que obtuvo el reino de su sobrino; y, mediante el perverso arte de la persuasión en el que era maestro, sedujo a muchos de los judíos para que abandonaran su religión y abrazaran el paganismo; y tan hábil era en política perversa, que podía encubrir sus propios designios y penetrar en los secretos de los demás; según Jacchiades, era hábil en el arte de la magia y la astrología. Este es el cuerno pequeño que iba a salir de uno de los cuatro cuernos o reinos; como hizo Antíoco de la de Seleuco, y estuvo y reinó más de doce años.

 

Daniel 8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

Y su poder será poderoso, pero no por su propio poder, .... Debe poseer un gran reino, y que debe ser aumentado por las conquistas: pero no en su poder, el poder de Alejandro; no debe llegar a esa grandeza que hizo, como en Daniel 8:22 así Jacchiades: o, "en su propio poder"   porque no fue tanto por su propio coraje y valor, por las acciones heroicas de Antíoco, que se hizo tan grande, como por la astucia y el engaño: a través de la sedición procuró la muerte de su padre y su hermano mayor; y por fraude obtuvo el reino de su sobrino; ya través de la perfidia de Menelao y Jasón, los sumos sacerdotes de los judíos, y otros apóstatas, obtuvo el dominio que tenía sobre los judíos; y fue con la ayuda de Eumenes, rey de Pérgamo, y de su hermano Atalo, que conservó el reino que había usurpado, que estaba a su lado, para frenar el creciente poder de los romanos; y más especialmente fue por un poder que le fue dado desde arriba, o por el permiso y providencia de Dios, que le permitió ser tan grande, y prevalecer particularmente sobre los judíos; a causa de sus pecados, como observan Aben Ezra y Saadiah, para castigarlos por ellos: así su antitipo, el anticristo, se hizo grande y poderoso, a través de la astucia y la política, y con la ayuda de los diez reyes que le dieron sus reinos: y él destruirá maravillosamente; o más allá de todo crédito, países, ciudades, pueblos y sus habitantes; mató a ochenta mil judíos en tres días, ató a cuarenta mil y vendió otros tantos,

"Y fueron destruidos en el espacio de tres días enteros, ochenta mil, de los cuales cuarenta mil fueron asesinados en el conflicto, y no menos vendidos que muertos". (2 Macabeos 5:14)

O, "destruirá cosas maravillosas"; el templo, y las cosas maravillosas de valor y valor en él, así Saadiah y Jacchiades; se llevó los utensilios del templo, las lámparas de oro, el arca y la mesa de oro, etc.:

Y prosperará y practicará; por un tiempo haga lo que le plazca, sin que nadie pueda oponérsele ni estorbarlo.

Y destruirá al pueblo fuerte y santo; por "poderosos" puede entenderse los egipcios, los partos y otras naciones con las que hizo la guerra; y por el "pueblo santo" los judíos, quienes fueron santificados y separados de otros pueblos por el Señor, para ser un pueblo peculiar; entre los cuales estaban su santo templo, sus santos sacerdotes, su santa palabra, ordenanzas y adoración; multitudes de estos los destruyó, como antes se observó. Jacchiades interpreta esto de los hijos de Aarón, los santos sacerdotes del Señor, a quienes él mató.