LIBRO DE DANIEL Capítulo 7; 14

 

     

 

Daniel 7:14  Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.  

Y le fue dado dominio - Es decir, por aquel que es representado como el "Anciano de días". La justa interpretación de esto es que recibió el dominio de Él. Esta es la representación uniforme en el Nuevo Testamento.  Mateo 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.; Juan 3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano; 1Corintios 15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.(H) Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. La palabra dominio aquí significa regla o autoridad, como la que ejerce un príncipe. Fue puesto sobre un reino como príncipe o gobernante.

Y gloria - Esa es la gloria o el honor apropiado para uno a la cabeza de tal imperio.

Y un reino - Es decir, él reinaría. Tendría soberanía. La naturaleza y la extensión de este reino se designan inmediatamente como uno que sería universal y perpetuo. Lo que está implícito correctamente en este lenguaje en cuanto a la cuestión de si será literal y visible, se considerará apropiadamente al final del versículo. Todo lo que es necesario notar aquí es que en todas partes del Antiguo Testamento se promete que el Mesías sería un rey y tendría un reino. Isaías 9:6-7 porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7  Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto..

Que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan - Sería universal; abrazaría a todas las naciones. El lenguaje aquí es tal que denotaría enfáticamente universalidad. Implica que ese reino se extendería sobre todas las naciones de la tierra, y debemos buscar el cumplimiento de esto solo en tal reinado universal del Mesías.

Su dominio es un dominio eterno... - Los otros, representados por las cuatro bestias, todos pasarían, pero este sería permanente y eterno. Nada lo destruiría. No tendría, como han tenido la mayoría de los reinos de la tierra, ninguna debilidad interna o fuente de discordia que fuera la causa de su destrucción, ni habría ningún poder externo que pudiera invadirlo o derrocarlo. Esta declaración no afirma nada en cuanto a la forma en que existiría el reino, sino que simplemente afirma el hecho de que así sería. Respecto al reino del Mesías, al que esto sin duda alude, lo mismo se afirma repetida y uniformemente en el Nuevo Testamento.  Mateo 16:18  Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.; Hebreos 12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Apocalipsis 11:15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. La forma y manera en que esto ocurrirá está más desarrollada en el Nuevo Testamento; en la visión vista por Daniel sólo se declara el hecho.

Surge ahora la pregunta, ¿Cuál sería el cumplimiento de esta predicción con respecto al reino que será dado a los santos? ¿Qué, según el lenguaje usado en la visión, deberíamos estar legítimamente autorizados a esperar que suceda en la tierra? Con respecto a estas cuestiones, sólo se pueden adoptar dos puntos de vista, y la interpretación del pasaje debe sustentar uno u otro.

(a) Una es la que supone que esto se cumplirá literalmente en el sentido de que el Hijo de Dios, el Mesías, reinará personalmente sobre la tierra. Según esto, vendrá a establecer un reino visible y glorioso, haciendo de Jerusalén su capital, y blandiendo su cetro sobre el mundo. Todas las naciones y pueblos estarán sujetos a él; toda autoridad será ejercida por su pueblo debajo de él.

(b) Según el otro punto de vista, habrá un reinado espiritual del Hijo de Dios sobre la tierra; es decir, los principios de su religión prevalecerán en todas partes, y los justos gobernarán, y las leyes del Redentor serán obedecidas en todas partes. Habrá tal prevalencia de su evangelio en los corazones de todos - gobernantes y pueblo; el evangelio modificará así todas las leyes, y controlará todas las costumbres, y eliminará todos los abusos, y todas las formas del mal; los hombres estarán tan generalmente bajo la influencia de ese evangelio, que se puede decir que Él reina sobre la tierra, o que el gobierno actualmente administrado es suyo.

Con respecto a estos diferentes puntos de vista, y a la verdadera interpretación del pasaje, se puede señalar,

(1) Que no debemos buscar el cumplimiento literal de esto; no debemos esperar que lo que aquí se describe ocurra literalmente. El todo es evidentemente una representación simbólica, y el cumplimiento debe encontrarse en algo que el símbolo denotaría propiamente. Nadie puede pretender que va a haber una sentada real en el trono, por uno en la forma de un anciano - "el Anciano de días" - o que va a haber una venida literal a él por uno "como el Hijo del hombre”, para recibir un reino. Pero si una parte de la representación no debe interpretarse literalmente, ¿por qué debería interpretarse la otra? Puede agregarse que en ninguna parte se dice que esto ocurriría literalmente.

(2) Todo lo que está bastante implícito aquí se encuentra en la última interpretación. Tal predominio de los principios del evangelio se encontraría con la fuerza del lenguaje, y cada parte de la visión encontraría un cumplimiento real en eso.

(a) El hecho de que procede de Dios, representado como “el Anciano de días”.

(b) El hecho de que es dado por él, o que el reino es entregado por él al Mesías.

(c) El hecho de que el Mesías tendría tal reino; es decir, que reinaría sobre la tierra, en el corazón y en la vida de los hombres.

(d) El hecho de que ese reinod ser universal - extenderse sobre todas las personas.

(e) Y el hecho de que sería perpetua; es decir, que se extendería hasta el final de los tiempos, o la consumación de todas las cosas aquí, y que sería entonces eterna en los cielos.