} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL SILENCIO DE JESÚS

martes, 9 de noviembre de 2021

EL SILENCIO DE JESÚS


                                        EL SILENCIO DE JESÚS

 

 Mar 15:1  Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato.

Mar 15:2  Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: Tú lo dices.

Mar 15:3  Y los principales sacerdotes le acusaban mucho.

Mar 15:4  Otra vez le preguntó Pilato, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan.

Mar 15:5  Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.   

 

 

      Estos versículos comienzan el capítulo en que S. Marcos describe la muerte del "Cordero de Dios que borra los pecados del mundo. "De la historia Evangélica  esta parte debería leerse siempre con especial reverencia. Deberíamos recordar que Cristo fue muerto, no por El, sino por nosotros. Daniel_9:26 “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones”. Deberíamos  tener presente que Su muerte es la vida de nuestras almas, y que si Su sangre no hubiese sido derramada, hubiéramos perecido miserablemente en nuestros  pecados.

Marquemos en estos versículos que prueba tan convincente dieron los gobernadores judíos a su nación que los tiempos del Mesías habían llegado.

El capítulo principia narrándonos que los príncipes de los sacerdotes ataron a Jesús y "lo entregaron a Pilato, “que era el gobernador romano. Tan pronto como hubo luz del día se reunió el Sanedrín para ratificarse en las conclusiones a las que habían llegado en su reunión nocturna. No tenían poder para ejecutar la sentencia de muerte. El gobernador romano era el único que la podía dictar y ejecutar.

Es Lucas el que nos cuenta lo profunda e insistente y amarga que era la malicia de los judíos. Los judíos tuvieron que inventar nuevas acusaciones contra Jesús para llevarlo ante Pilato. Como para el gobernador romano el cargo de blasfemia no tendría ninguna importancia, lo acusaron de otros tres delitos: (1) soliviantar al pueblo para que no pagara impuestos a Roma, (2) afirmar que era "el Rey de los judíos", (3) provocar disturbios en todo el país. La evasión de impuestos, la traición y el terrorismo sí eran motivos de preocupación para Pilato Como ya hemos visto, la acusación a la que habían llegado era de blasfemia, de insulto a Dios. Pero aquello no era un crimen por el que pudieran llevar a Jesús ante Pilato. Sabían perfectamente bien que Pilato no se mezclaría en lo que consideraba supersticiones religiosas de los judíos. Cuando Le llevaron a Jesús Le acusaron de pervertir al pueblo prohibiéndoles dar tributo al César y presentándose como Rey. Tuvieron que amañar un crimen político para que Pilato lo tomara en serio. Sabían muy bien que aquella acusación era falsa -y Pilato también lo sabía. ¿Por qué lo  hicieron? Porque no tenían ya facultades para condenar a nadie a muerte, y estaban bajo la dominación de los Romanos. Por éste acto y hecho declararon que  se había cumplido la profecía de Jacob: que el cetro había sido quitado a Judá, y de su muslo el caudillo, y que el Siloh, el Mesías, que Dios había prometido  enviar, debía haber venido. Gen_49:10 No será quitado el cetro de Judá,  Ni el legislador de entre sus pies,  Hasta que venga Siloh;  Y a él se congregarán los pueblos.. Sin embargo, nada muestra en lo más mínimo que recordasen la profecía; estaban ciegos; no podían, o no querían ver  lo que estaban haciendo.

 Pilato Le preguntó a Jesús: " ¿Eres Tú el Rey de los judíos?" Jesús le dio una extraña respuesta. Le dijo: «Tú eres el que dice eso.» Jesús no dijo sí o no. Lo que sí dijo fue: «Puede que yo haya pretendido ser el Rey de los judíos; pero tú sabes muy bien que la interpretación que le dan mis acusadores a esas palabras no es la Mía. Yo no soy ningún revolucionario político. Mi Reino es el Reino del Amor.» Pilato lo sabía perfectamente bien. Entonces pasó a interrogar a Jesús de nuevo, y las autoridades judías pasaron a multiplicar sus acusaciones; y Jesús permaneció totalmente callado.

 No olvidemos nunca que los malvados realizan muchas veces las predicciones de Dios para su propia ruina, y sin embargo no lo comprenden. En medio de los  excesos de su locura, de su necedad, e incredulidad, están a menudo sin saberlo suministrando nuevas pruebas de la verdad de la Biblia. Los desgraciados  burladores que hacen escarnio de todo lo que es más respetable en religión, y no pueden hablar del Cristianismo sin ridiculizarlo y burlarse de él, harían bien  en recordar que su conducta hace mucho tiempo que fue prevista y predicha : " sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,." 2Pe_3:3.

Marquemos, en segundo lugar, en estos versículos, la mansedumbre y humildad de nuestro Señor Jesucristo. Cuando fue llevado ante el tribunal de Pilato, y  "acusado de muchas cosas," nada respondió. Aunque los cargos que se le hacían eran falsos, y no conoció el pecado, aceptó el sufrir la contradicción de los  pecadores que estaban contra El, no respondiendo. Heb_12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. . Aunque inocente, se sometió sin murmurar a las acusaciones infundadas que se le dirigían.

¡Grande es el contraste entre el primer Adán y el segundo! Nuestro primer padre Adán fue criminal, y sin embargo trató de excusarse. El segundo Adán estaba  inocente, y a pesar de eso no se defendió. “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. " Isaías 53.7.

Hay veces cuando el silencio es más elocuente que las palabras, porque puede expresar lo que las palabras no pueden.

(i) Existe el silencio de admiración maravillada. Es un cumplido que se hace a cualquier representación o conferencia cuando se la recibe con un aplauso prolongado; pero es un cumplido todavía mayor cuando se responde con un silencio contenido que muestra que el aplauso estaría fuera de lugar. Es un cumplido el que le alaben o le den las gracias a uno de palabra, pero es un cumplido todavía más grande el recibir una mirada que dice claramente que no se puede con palabras.

(ii) Existe el silencio de desprecio. Se pueden recibir afirmaciones o argumentos o disculpas de alguien con un silencio que muestra que no merecen una respuesta. En lugar de contestar a las protestas de alguien, el que escucha puede volverle la espalda y dejar las cosas como están.

(iii) Existe el silencio del miedo. Una persona puede guardar silencio por la sencilla razón de que tiene miedo de hablar. La cobardía de su alma puede que le impida decir lo que sabe que debería decir. El miedo puede amordazarle, obligándole a un silencio vergonzoso.

(iv) Existe el silencio del corazón quebrantado. Cuando se ha herido de veras a una persona, no rompe en protestas y recriminaciones y exabruptos. El más profundo dolor es un dolor mudo, que está más allá de la ira y de la reprensión y de todo lo que se pueda expresar con palabras, y que sólo puede mostrarse en el silencio.

(v) Existe el silencio de la tragedia, cuando se guarda silencio porque ya no hay nada que se pueda decir. Fue por eso por lo que Jesús mantuvo silencio. Sabía que no podía haber un puente entre Él mismo y las autoridades judías. Sabía que no había nada en Pilato a lo que pudiera apelar en última instancia. Sabía que las líneas de comunicación estaban rotas. El odio de los dirigentes de los judíos era un telón de acero que las palabras no podían atravesar. La cobardía de Pilato frente a la multitud era una barrera que las palabras no podían perforar. Es terrible que el corazón de un hombre llegue a tal punto que hasta Jesús sepa que no tiene sentido hablar. ¡Que Dios nos libre de ello!

¿Por qué Jesús no contestó a las preguntas que le hizo Pilato? Habría sido inútil contestarlas, además, el tiempo llegó para dar su vida a fin de salvar al mundo. No tenía motivos para prolongar el juicio ni intentar salvarse. Él fue el supremo ejemplo de paz y confianza en sí mismo. En esto ningún criminal ordinario podría imitarlo. Nadie podría detenerlo en su plan de consumar la obra que vino a realizar en la tierra.

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