Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria
veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo a los ojos del SEÑOR más que
todos los que fueron antes de él;
porque le fue ligera cosa andar en los
pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel hija de Et-baal
rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró. (1 Reyes 16:30.31) Biblia Casiodoro de Reina 1569
Estos versículos
nos cuentan que Acab era peor que Omri porque causó en Israel un rápido y
horrendo descenso a la idolatría que en comparación hizo que el pecado de
Jeroboam pareciera de poca importancia. El culto a Dios por medio de símbolos hasta ahora
había sido la forma ofensiva de la apostasía de Israel, pero ahora la idolatría
es patronizada abiertamente por la corte. Esto fue hecho por la influencia de
Jezabel, la reina esposa de Acab. Se
conecta su adoración del dios Baal a su casamiento con Jezabel la hija de
Etbaal, el sucesor de Hiram, rey de Tiro. Esto sugiere que la deidad en
cuestión era el dios patrón de Tiro, Baal-melcart. El hecho de que Acab edificó
un templo a Baal en la nueva capital da por concedido que quiso hacer del culto
a Baal la religión oficial de Israel, y esto se confirma por sus intentos de
destruir a los profetas de Jehovah (ver lo que sigue). La imagen de Asera que
él estableció fue acompañada por nuevos profetas de Asera junto a profetas de
Baal. Jezabel fue una malvada reina en Israel. La malvada esposa de Acab, Jezabel, provenía de
la ciudad fenicia de Tiro donde su padre había sido sumo sacerdote y a la larga
rey. Hija de Et-baal rey de los sidonios,
sacerdotisa de Astarté (diosa cananea). Et-baal significa “estoy con Baal”
(Baal era uno de los dioses cananeos). Et-baal asesinó a sus hermanos para
llegar al trono. Sidón, era una ciudad en la costa fenicia, los sidonios,
tenían como principal diosa a Astoret, diosa de la fertilidad. El nombre de
esta diosa en Israel fue Asera, grandemente adorada, al igual que Baal.
Es muy probable que el matrimonio de Acab con
esta princesa pagana, Jezabel, se celebrase por razones políticas, sin tener en
consideración las desastrosas consecuencias religiosas. Después de una alianza
como esta, el paso que lógicamente cabía esperar de Acab para satisfacer a su
esposa baalita era que edificase un templo y un altar a Baal, erigiese un
“poste sagrado” fálico y se uniese a ella en su culto idolátrico. De este modo
Acab ofendió más a Jehová que todos los reyes de Israel anteriores a él. (1Re 16:32, 33.)
No satisfecha con que la adoración a Baal contase
con la aprobación oficial del gobierno, Jezabel intentó desarraigar del país la
adoración a Jehová. Con ese fin ordenó matar a todos los profetas de Jehová,
pero Dios advirtió a Elías para que escapase al otro lado del Jordán y Abdías,
el mayordomo de palacio, escondió a otros cien profetas en cuevas. (1Re 17:1-3; 18:4, 13.) Algún tiempo después, Elías
tuvo que volver a huir para salvar su vida, cuando Jezabel, por medio de un
mensajero personal, juró matarle. (1Re 19:1-4, 14.)
Jezabel
significa “sin cohabitación”, no vive junto con alguien. Esto resalta sus
características de sumo egoísmo e independencia a toda costa. Era una persona
que sólo pensaba en sí misma, no le gustaba estar bajo autoridad, quería hacer
sus cosas sin tener que informar, quería simplemente hacer su voluntad
sin ningún orden, sólo el suyo. El espíritu o actitud jezabélica aborrece a
Jehová y a sus profetas (pues Dios es santo y puro).
Consideremos
ahora los comportamientos Jezabélicos: Rebelión contra el modelo de Dios, 1 Rey. 19:14. Más de diez millones de hebreos
le habían dado la espalda a Dios para adorar a Baal y a Asera, y el versículo
destaca tres cosas que habían hecho los israelitas: abandonaron el pacto
(contenía promesas divinas y obediencia del pueblo, indicando su consagración a
Dios); derribaron los altares (la comunión con Dios fue destruida; y mataron a
espada a los profetas menospreciaron la
palabra de Dios).
La actitud de
rebelión se nota primero contra Dios, y luego hacia las demás autoridades. Por
Ej: con su esposo, el Diccionario Bíblico Ilustrado dice textualmente: “Dotada
de un enérgico carácter, hacía lo que quería de su marido”. Por su ambición de
poder, usurpa la autoridad, (1 Rey. 19:1-2 y 21:5-10). Es ella quien amenaza a Elías, no lo hace el rey Acab.
En el caso de
la viña de Nabot, le habla de una manera despectiva a su esposo: “no eres tú el
rey? Levántate y come, yo te daré la viña de Nabot”, mandó a los ancianos del
pueblo a ayunar y a acusar falsamente a Nabot y luego lo apedrearon hasta
morir… y le dio a Acab la viña y éste contento salió a adueñarse de una viña
cubierta de la sangre de Nabot.
Vemos también
la manipulación, (1 Rey. 21:25-26). En la manipulación se pisotean
los principios de Dios, para lograr lo que se quiere, sin importar los daños
causados. A veces se desean posiciones en el Reino de Dios, no servicio, se
quiere el control. Su esposa lo incitaba (lo seducía, lo convencía) a hacer lo
malo, el término hebreo es “sut” y traduce además: perforar, desviar engañando
al enemigo.
Se destaca
también la sensualidad obsesiva, (2 Rey. 9:22, 30). Jehú significa “él es Jehová”.
Cabe destacar aquí la frase: “¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu
madre, y sus muchas hechicerías? El pueblo de Dios ha sido llamado a ser santo
en todas las generaciones, en tiempos del rey Acab, el culto inmoral a Baal y
Asera era común y corriente. La sensualidad caracteriza a la cultura de hoy, lo
vemos en la T.V. en el internet, en las revistas y la publicidad, en las modas
y demás.
Es necesario
también reconocer la necesidad de desplazar la sensualidad de la iglesia:
vestidos sensuales, escotes, palabras y gestos que sólo deben ser para el
cónyuge. Vemos aquí que Jezabel se pintó y atavió cuando se enteró que Jehú
venía… éste no era su esposo y su intención no era hacer honor al rey de
Israel. Hermoséate para tu cónyuge, guarda esas palabras y detalles para tu
esposa(o). Jezabel tenía aprox. 60 años, y se “pintó los ojos con antimonio, y
atavió su cabeza” (Antimonio: metal blanco azulado).
Cabe destacar
aquí que Jesús le dice a la iglesia de Tiatira “tengo contra ti que toleras a
esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a
fornicar y comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Pero, la iglesia tiene el
poder en Cristo para reprender y despojarse de todo espíritu Jezabelico.
Otra cosa que
vemos es la hechicería. Hablamos de conjuros e invocaciones que acompañados de
pócimas, ungüentos, recetas e instrumentos buscan el poder de las tinieblas
La hechicería
puede entrar a nuestra casa a través de la T.V, internet, películas de terror,
agüeros, elementos para las “buenas energías”, espejos, plantas, juegos de
niños previamente consagrados a las tinieblas, etc. Con el poder de Dios
debemos desechar esas cosas que Dios abomina.
Dios
desea pureza en medio de su pueblo. Él está dispuesto para ayudarnos a crecer, Él
quiere ayudarnos a apartarnos de lo malo. Dios quiere bendecir a su pueblo con
su presencia y poder, y requiere de éste consagración. Fiel es Dios que dará
una salida juntamente con la tentación para que podemos resistir y
vencer.
¡Maranatha!
No hay comentarios:
Publicar un comentario