Levítico 18:22
(NVI 1999) »No te
acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una
abominación.
Levítico
20:13
(NVI 1999) »Si alguien se acuesta con otro hombre como
quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán
condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables.
Romanos 1; 26-27
(LBLA) Por esta razón Dios los entregó a pasiones
degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra
la naturaleza;
y de la
misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres
con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su
extravío.
1 Corintios 6; 9-10
(LBLA) ¿O no sabéis
que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los
inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales,
ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los
estafadores heredarán el reino de Dios.
La Palabra de Dios en la
Biblia es rotunda y no deja lugar a las ideas del hombre. Lo que Dios dice se
obedece y punto.
La
obra creativa de Dios no estuvo completa hasta que creó a la mujer. Pudo
haberla hecho del polvo de la tierra, como hizo al hombre. Sin embargo, decidió
hacerla del hueso y de la carne del hombre. Al hacer esto nos ilustró que en el
matrimonio el hombre y la mujer llegan a ser simbólicamente una sola carne.
Esta es una unión mística de los corazones y las vidas de la pareja. A lo largo
de la Biblia, Dios trata seriamente esta unión especial. Si usted, que lee
esto, está casado o planea casarse ¿está usted dispuesto a guardar su
compromiso que hace que los dos sean uno? La meta del matrimonio debiera ser
más que una amistad; debiera ser una unidad.
Génesis 2:21-25 Entonces el SEÑOR
Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios
tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.
Y de la costilla que el SEÑOR Dios había
tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.
Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis
huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue
tomada.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su
madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos,
el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
Dios diseñó y equipó al hombre y a la mujer para realizar diferentes
tareas, pero todas estas tareas apuntan a la misma meta: honrar a Dios. El
hombre da vida a la mujer; la mujer da vida al mundo. A cada rol le
corresponden privilegios exclusivos; no se admite el pensamiento de que un sexo
sea superior al otro. “Ella no fue de una parte de su cabeza para sobresalir a
él, ni de sus pies para ser pisoteada, sino de su costado para ser igual a él,
y de cerca de su corazón para serle querida.”
Dios dio el matrimonio como un regalo para Adán y Eva. Fueron creados
perfectamente para complementarse entre sí. El matrimonio no fue sólo por
conveniencia, tampoco lo originó ninguna cultura. el hombre debe dar prioridad
a su esposa por sobre todas las cosas, aun de sus padres. El dejará a su
padre y a su madre, no por ir a vivir a otro lugar sino poniendo este
importante deber de cuidar por ellos (Éxodo 20:12) en segundo lugar en relación con su
deber con su cónyuge Fue instituido por
Dios y cuenta con tres aspectos básicos: (1) El hombre "deja" a su
padre y a su madre y, en un acto público, se promete a su esposa. (2) El hombre
y la mujer se unen al tomar la responsabilidad del bienestar de cada uno y al
amar a su pareja sobre todos los demás; (3) ambos llegan a ser "una
carne" en la intimidad y en el compromiso de la unión sexual que está
reservada sólo para el matrimonio. Los matrimonios sólidos de hoy incluyen
estos tres aspectos por completo.
¿Ha notado cómo un niño pequeño puede correr desnudo en un cuarto
lleno de extraños sin avergonzarse? No está consciente de su desnudez, así como
Adán y Eva no se avergonzaban en su inocencia. Pero después de que Adán y Eva
pecaron, le siguieron la vergüenza, la pena y la incomodidad; creando barreras
entre ellos mismos y Dios. A menudo experimentamos estas mismas barreras en el
matrimonio. Sería ideal que los esposos no tuvieran barreras, y no sintieran
vergüenza de exponerse el uno al otro o a Dios. Como Adán y Eva, nos ponemos
hojas de higuera (barreras) debido a que hay aspectos nuestros que no queremos
que nuestra esposa, o Dios, conozca. Luego nos escondemos, de la misma manera
que Adán y Eva se escondieron de Dios. En el matrimonio la falta de intimidad
espiritual, emocional e intelectual por lo general precede a una desintegración
de la intimidad física. Del mismo modo, cuando no podemos exponer nuestros
pecados y pensamientos secretos a Dios, cerramos las líneas de comunicación que
tenemos con Él.
Cuando adoramos a la criatura en lugar del Creador, perdemos de vista
nuestra identidad como seres superiores a los animales, hechos a la imagen de
Dios.
Estas personas decidieron rechazar a Dios y Él se lo permitió. Por lo
general, Dios no interfiere en nuestras decisiones que van en contra de su
voluntad. Nos permite declarar nuestra aparente independencia de Él, a pesar de
que sabe que en poco tiempo seremos esclavos de nuestra rebeldía, y perderemos
la libertad de no pecar. ¿Tiene la vida sin Dios la apariencia de libertad para
usted? Estúdielo bien. No hay peor esclavitud que la del pecado.
La gente tiende a creer en mentiras que respaldan sus propias
creencias egocéntricas. Hoy más que nunca debemos tener cuidado con los datos a
los que permitimos moldear nuestras convicciones. A través de la televisión, la
música, las películas y el resto de los medios masivos de comunicación que nos
presentan estilos de vida pecaminosos y valores malsanos, constantemente nos
bombardean con actitudes y creencias opuestas por completo a la Biblia. Tengamos
cuidado con lo que permitimos llegue a
formar parte de nuestras opiniones. La Biblia es la única norma de verdad. Examinemos
las demás opiniones, ideas o teorías de los hombres a la luz de las enseñanzas
de la Palabra de Dios en la Biblia
El plan
divino en cuanto a las relaciones sexuales normales es el ideal de Dios para su
creación. Es lamentable, pero el pecado distorsiona el uso natural de los dones
de Dios. A menudo, el pecado no solo implica negar a Dios, sino también negar
la forma en que nos hizo. Cuando una persona dice que cualquier acto sexual es
aceptable siempre que no hiera a nadie, se está engañando. A la larga (y por lo
general en breve) el pecado hiere a la gente: individuos, familias, sociedad.
¡Qué lamentable que la gente adore las cosas que Dios ha hecho en lugar de
rendir culto al Creador, al grado que muchas veces distorsione y destruya las
cosas que realmente valen! Sin embargo, es imposible comprender el plan natural
de Dios sin llegar a conocer al Creador mismo.
La homosexualidad (cambio o abandono de las relaciones sexuales
naturales) se había propagado en los días de Pablo como en los nuestros. Muchas
prácticas paganas lo alentaban. La voluntad de Dios es recibir a todo el que
acuda a Él en fe y los cristianos deben amar a los demás sin importar su
procedencia. Sin embargo, la homosexualidad está estrictamente prohibida en las
Escrituras. En el mundo de hoy, muchos consideran aceptable esta práctica,
incluso algunas iglesias. Pero la sociedad no es la que establece el patrón
para las leyes de Dios. Muchos homosexuales creen que sus deseos son normales y
que tienen el derecho de expresarlos. Pero Dios no nos obliga ni anima a
satisfacer todos nuestros deseos (aun los que son normales). Los deseos que
violan sus leyes son indebidos y deben controlarse. Si usted tiene estos
deseos, puede y debe resistirlos. Conscientemente evite lugares o actividades
que sabe inflamará tentaciones de esta naturaleza. No menosprecie el poder de
Satanás para tentarlo ni el potencial para causarle un daño serio si cede a
esas tentaciones. Recuerde, Dios puede y perdonará pecados sexuales así como
perdona otros pecados. Ríndase a la gracia y a la misericordia de Dios
pidiéndole que le muestre el camino para salir del pecado e ir a la luz de su
libertad y amor. La oración, el estudio de la Biblia y el firme compañerismo de
los cristianos en una iglesia centrada en la Biblia pueden ayudarle a cobrar
energías para resistir estas tentaciones poderosas. Si usted es una persona que
anda en este pecado, tendrá que buscar la ayuda de un pastor que sea confiable,
profesional y buen consejero.
¿Cómo sabía esta gente que el castigo que Dios impone a estos delitos
es la muerte? Los seres humanos, creados a la imagen de Dios, tienen conciencia
y naturaleza moral básica. Esta verdad se acepta más allá de los círculos
religiosos. Los psicólogos, por ejemplo, dicen que la persona sin conciencia
sufre un serio desorden de la personalidad que es muy difícil de tratar. Por
instinto, muchas personas se dan cuenta cuando hacen algo incorrecto, pero
pudiera no importarles. Algunas personas, incluso, se arriesgan a una muerte
temprana por saciar sus deseos ahora. "Sé que es malo, pero lo
quiero", dicen; o "Sé que es peligroso, pero correré el riesgo".
Para este tipo de personas, parte de su distracción es ir contra la voluntad de
Dios, las normas morales de la comunidad, el sentido común y su concepto de lo
que es bueno o malo. Pero en lo profundo de su ser saben que la paga del pecado
es la muerte.
¡Maranatha!
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