} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 12 diciembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 13 de diciembre de 2018

12 diciembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Romanos 1;16
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego.

Pablo empieza diciendo que está orgulloso del Evangelio que tiene el privilegio de predicar. Es sorprendente considerar el trasfondo de esta afirmación. A Pablo le habían metido en la cárcel en Filipos, le habían obligado a escapar por su vida en Tesalónica, le habían tenido que sacar de contrabando en Berea, se habían reído de él en Atenas, y en Corinto su Mensaje les había parecido una estupidez a los griegos y un escándalo a los judíos. A pesar de todo eso y mucho más, Pablo proclama que está orgulloso del Evangelio. Había algo en el Evangelio que le hacía salir victorioso de todo lo que los hombres le pudieran hacer. A los corintios, que se gloriaban en su sabiduría humana, Pablo presentó el evangelio como la sabiduría de Dios (1Co_1:30; 1Co_2:7), pero a los romanos que se gloriaban en su poder y fuerza de armas para conquistar, como el poder o potencia de Dios. Ni la ley de Moisés, en la cual confiaban los judíos, ni la ley tradicional (la ley de Dios de la época patriarcal) que seguían los gentiles, es el poder para salvación, sino el evangelio. El evangelio es potencia, pero la ley de Moisés era débil (Rom 8:3,4); el evangelio es de Dios, pero la ley de Moisés era justicia humana (Rom 10:1-3; Flp_3:9); el evangelio es para salvación, pero la ley de Moisés era para condenación (Rom7:10; 2Co_3:6-9); el evangelio es para todo el mundo, pero la ley de Moisés era solamente para los judíos (Rom 2:17; Rom 7:1); el evangelio da salvación al creyente en él, pero la ley de Moisés prometía salvación solamente al perfecto en las obras de ella.

2 Timoteo 4; 1-2
Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino:
   Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.

Pablo sabe que no va a ser libertado esta vez, sino que el fin de su carrera terrenal ha llegado. Por eso ahora da a Timoteo este solemne encargo final. Es decir, solemnemente te encargo (como estando yo en la presencia de Dios y de Jesucristo, y en vista de tres cosas: 1. del juicio venidero de parte de Cristo, 2. de la primera venida de Cristo a este mundo y su obra en él, 3. del reino, o iglesia, de Cristo que él estableció). Este encargo se da en el versículo siguiente: “que prediques la palabra”.
Los juzgará en el “día postrero”(Jua_6:39-40), cuando suceda la resurrección de todo el mundo de una vez (Jua_5:28-29). No va a haber un supuesto período de mil años antes de la segunda venida de Cristo (Heb_9:28) y la resurrección de los malos para el juicio final, según afirman los premilenaristas.
El reino de Cristo es la iglesia de Cristo (Mat_16:18-19; Col_1:13; Heb_12:28). La iglesia, o sea el conjunto de los salvos, es el único pueblo en el mundo que de corazón se somete a la voluntad del Rey, Jesucristo. Ahora, en parte en vista de este reino Pablo está para encargar a Timoteo que predique la palabra (ver. 2). Lo que logró el establecimiento de la iglesia (la predicación de la palabra) es lo que debe seguir predicándose para la salvación de otros ahora y para confirmar la fe de los salvos.
Algunos comentaristas aplican esta “manifestación” a la segunda de Cristo (Heb_9:28) y dicen que entonces él establecerá su reino, pero no es así. Cristo reina ahora, y en la segunda venida va a entregar el reino a Dios (1Co_15:23-26). Ellos se basan en la traducción, “ en su manifestación y en su reino”, como si se dijera, “cuando venga la segunda vez y luego establezca su reino’. Pero la traducción correcta no es “en”, sino “por.
El ver. 1 da la base del encargo que ahora sigue: el de predicar la palabra. La razón en particular de por qué hacerlo se da en el ver. 3.
Aquí el término “palabra” se refiere a todo el mensaje del Nuevo Testamento, o sea, la doctrina de Cristo (2Jn_1:9), porque Pablo en este mismo versículo dice que Timoteo deber hacer eso por medio de emplear doctrina. Se refiere al evangelio de Cristo. Así se usa en Gál_6:6 y en 1Ts_1:6. En Hch_13:5; Hch_13:7 lo que se llama “la palabra” (logos), en el ver. 8 se llama “la fe”, en el 10 se llama “los caminos del Señor”, y en el 12 se llama “la doctrina del Señor”.
         Comenzando con la década de los 60 los hermanos que promueven la unidad con hermanos liberales, y ahora aún con los sectarios, hablan mucho acerca del “evangelio núcleo” (en inglés, “core gospel”). Creen hallar en 1Co_15:3-4 el referido núcleo: la muerte, la sepultura, y la resurrección de Jesucristo. Promueven la Nueva Versión Internacional, porque ella en el ver. 3 dice, “como algo de mayor importancia” (y en inglés, “como de primera importancia”). Para ellos el llamado “evangelio núcleo” es lo que sí importa, y aquello de “doctrina”, no. (Sobre ella puede haber diversidad, dicen). Ahora, se afirma que puede haber unidad con todo el mundo que profese creer en el “evangelio núcleo”, no importando las diferencias de doctrina (prácticas).
         También estos mismos señores, como han fabricado una diferencia artificial entre “evangelio” y “doctrina”, afirman que el evangelio se predica, y que la doctrina se enseña. Dicen que no se predica doctrina, que no se enseña el evangelio, que el evangelio se predica a los inconversos, y que la doctrina se enseña a los cristianos.
         Pero según este versículo que estamos comentando, Pablo manda a Timoteo que “predique”. ¿Qué cosa le manda predicar? ¿El “evangelio núcleo”? Pablo dice, “la palabra”. Además, dice que al hacerlo hay que redargüir y reprender, ¡haciendo uso de “doctrina”! Esta doctrina es la “sana doctrina” y “la verdad” . Pablo no sabía nada acerca del llamado “nuevo movimiento de unidad”. No podemos tener comunión con quien no traiga cierta doctrina, la de Cristo (2Jn_1:11). Pablo, al tratar de “doctrina” no dijo, “enseñar”, sino “predicar”.
         Notemos estos ejemplos bíblicos de predicadores y de lo que predicaron:
         1. Noé (2Pe_2:5; Gén_6:12). 2. Jonás (Mat_12:41; Jon_3:4). 3. Juan el bautizador (Mat_3:1-2; Jua_1:29). 4. Felipe (Hch_8:5; Hch_8:12; Hch_8:35). ¿Predicaron solamente algún “evangelio núcleo”?
         --”que instes”. El vocablo griego significa estar listo, presente en su lugar, estar en pie a su altura, tomar una posición, perseverar o mantenerse en ello.  
         --”a tiempo y fuera de tiempo”. Las dos palabras griegas aquí forman un juego de palabras: eukairos, y akairos. Literalmente, significan “buen tiempo”, y “no tiempo”. Lacueva dice, “a tiempo, a destiempo”.
         La primera de las dos (que son adverbios) se emplea en Mar_14:11 (oportunidad), pero como adjetivo se emplea en 6:21 (oportuno) y en Heb_4:16 (oportuno). Como sustantivo se ve en Mat_26:16 (oportunidad). Como verbo la vemos en 1Co_16:12 (tenga oportunidad).
         La segunda palabra se encuentra solamente aquí.
         Hay que predicar la palabra cuando conviene, y cuando no; si es cosa bienvenida, o no. No se debe preguntar: ¿es oportuno ahora predicar la palabra? Todo tiempo y lugar son oportunos para predicar la palabra (y no solamente los domingos en el local de las reuniones). ¡Seguramente Satanás no espera “tiempo oportuno” para hacer lo suyo!
         --”redarguye”. Aquí la palabra es elegcho.   La palabra inspirada es útil para esto mismo. Se significa convencer, refutar, poner en evidencia.   Hay que censurar el pecado o el error en la persona. Esto se involucra en el “predicar la palabra”.  
         --”reprende”, epitimao = acusar de mal, censurar. La palabra griega se emplea en Jud_1:9 (el Señor te “reprenda”). Ella se puede ver empleada en Mat_8:26 (reprendió); Luc_17:3 (repréndele). Esto también se involucra en “predicar la palabra”.
         --”exhorta”. Hay casos que demandan que se ruegue, o se consuele, para que la persona haga lo que ha aprendido de la palabra predicada. La palabra griega en este caso se emplea en Rom_12:1; Rom_12:8 (ruego, exhorta).  
         --”con toda”. Esta palabra va con “paciencia” y con “doctrina”. Al predicar la palabra, hay que instar a tiempo y fuera de tiempo, hay que redargüir, reprender y exhortar, y esto con toda paciencia y toda doctrina.
         --”paciencia”.   La obra arriba mencionada tiene que ser acompañada de la longanimidad y constancia. Teniendo paciencia, el evangelista fiel predica la palabra, haciendo las cosas arriba especificadas. Está bien motivado, y persevera en su deber como predicador.
         --”y doctrina”. Aquí la palabra griega es didaken y se emplea en Tit_1:9   en 2Jn_1:9 (doctrina), y en Hch_13:12 (doctrina). En Tit_1:9 la traducción debe ser: “reteniendo la palabra fiel que es conforme a la doctrina ”.  
         Muchos hoy en día, aun en la hermandad liberal, dicen que “no queremos doctrina, no queremos dogma; predíquenos solamente el evangelio”. Los tales vienen a ser víctimas “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efe_4:14) como ésa del llamado “evangelio núcleo” que es para poder comulgar aun a los sectarios. El grito popular de los liberales es que vivimos en tiempos de cambio; que la cultura dicta que cambiemos, que si no, moriremos. Pero el predicador fiel hace caso omiso de todo aquello (pues es una táctica de intimidación), y presta atención a lo que aquí dice Pablo, el apóstol inspirado. Persevera en predicar la palabra, con toda paciencia y doctrina, reprendiendo a los liberales que se interesan más en unirse con sectarios que en retener la forma (el patrón) de las sanas palabras.

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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