2
Timoteo 2; 19
No
obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: El
Señor conoce a los que son suyos, y: Que se aparte de la iniquidad todo aquel
que menciona el nombre del Señor.
El texto griego
indica que lo que es firme, o sólido, es el fundamento de Dios, y que él
permanece, o está en pie.
Esta figura de
"fundamento" se refiere a la iglesia, o pueblo de Dios, vista aquí de
esta manera para dar énfasis a lo sólido o inmóvil de ella. La firmeza de la
iglesia no es dañada por la apostasía de algunos (1Jn_2:19). Las puertas del
Hades no prevalecen contra ella (Mat_16:18).
El sello indica
autoridad, aprobación y garantía. Aquí parece ser usado como una inscripción, o
como una impresión estampada (en el "fundamento"), promoviendo dos
consideraciones; a saber, la seguridad y la pureza. (Sin la pureza no hay
seguridad, Heb_12:14).
--"Conoce
el Señor a los que son suyos". La iglesia ahora es vista, no como
"sólido fundamento", sino como un pueblo sellado. Eze_9:4; Efe_1:13;
Efe_4:30; Apo_7:3-8. La iglesia está compuesta de los que son de Dios. Mat_16:18;
Heb_3:6; 1Ti_3:15.
Esta primera de
las dos "inscripciones" hace hincapié en que la iglesia de Dios está
compuesta de personas aprobadas por el Señor. Núm_16:5 (el caso de la rebelión de Coré).
Dios castiga a toda rebelión en contra de su autoridad, y aprueba a los
obedientes a ella. Mat_7:23, palabras de Cristo, también enseña lo mismo. En
este pasaje la frase, "nunca os conocí" significa "nunca os
aprobé".
--"y: Apártese de iniquidad".
Esta es la segunda inscripción, o parte del sello. La primera es de seguridad;
ésta de pureza.
¡La seguridad de Dios es condicional!
La
santificación entra en el plan de Dios de salvar al hombre (2Ts_2:13;
1Pe_1:1-2). Al hombre le toca santificarse, o apartarse, del mal. El cristiano debe apostatar del error, pero no
de la fe.
Este verbo es del tiempo (aoristo
segundo) que significa de una vez; es decir, manténgase apartado.
--"todo aquel que invoca el
nombre". El texto griego aquí dice
literalmente, onomadzon el onoma. El mismo verbo griego aparece en Rom_15:20
(nombrado) y 1Co_5:11 (llamándose).
"Invoca", o
"nombra", aquí significa reconocer y aceptar todo lo que dicho nombre
involucra (es decir, la deidad y la plena autoridad de Jesucristo). El que es
del pueblo de Dios reconoce la plena autoridad de Jesús (Mat_28:18) y hace suyo
todo lo que Jesús le ofrece.
--"de Cristo". Los manuscritos
considerados mejores en lugar de "de Cristo", dicen, "del Señor.
El nombre del Señor Jesucristo debe ser glorificado en el cristiano (2Ts_1:12).
A este pasaje agregan Jua_10:27-28. Pero este
pasaje, y los versículos que siguen, juntamente con Jua_10:27, claramente
indican lo condicional de la salvación y de la perseverancia del cristiano.
Himeneo y Fileto habían sido salvos, andando en la verdad, porque se desviaron
de la verdad (v. 18). Otros andaban en la verdad, pero su fe fue trastornada
(v. 18). Es imposible desviarse de un camino en que la persona nunca ha andado.
Es imposible tener trastornada una fe que nunca se ha tenido.
Jua_10:27 habla de quienes oyen la voz
de Cristo y le siguen. Estas son condiciones que cumplir de parte de la
persona, para que Cristo le dé vida eterna. La cuestión consiste en esto:
¿Puede la persona dejar de oír la voz de Cristo y de seguirle? ¡Claro que sí!
El punto del apóstol Pablo aquí es que,
a pesar de las apostasías de parte de ciertos cristianos, siempre habrá un
remanente fiel en el mundo. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá.
Juan
10; 3
A
éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por
nombre y las conduce afuera.
Juan
10; 27-28
Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen;
y yo les doy vida eterna y jamás perecerán,
y nadie las arrebatará de mi mano.
Cuando el verbo
traducido oyen es seguido por el caso genitivo (v. 3), el significado es que
“oyen con comprensión y aprecio”. Borchert describe su experiencia en Palestina
y cómo los pastores de ovejas las guiaban, yendo adelante y cantando o
silbando. Las ovejas aprenden a distinguir el timbre de la voz de su dueño y lo
siguen en fila, aun por calles transitadas por autos. Observó cómo los pastores
van de mañana al redil donde están las ovejas mezcladas de varios pastores. Uno
por uno, los pastores se ubican en el portón del redil y comienzan a cantar y
silbar. Todas las ovejas suyas se levantan de entre las otras y comienzan a
seguirle, dejando a todas las demás en su lugar y esperando su turno. Las llama
por nombre indica un valor especial e individual que el buen pastor asigna a
cada oveja
Jesús se
contrasta con todos aquellos que pretendieron, o habían pretendido, ser
pastores de Israel. Desarrolla estos tres puntos; Él entra por la puerta; Él es
la puerta; y él es el pastor de las ovejas, el buen pastor.
Él (Jesús) entra
por la puerta. Es decir, se somete a todas las
condiciones establecidas por Aquel que construyó la casa. Cristo responde a
todo lo que está escrito del Mesías, y toma el camino de la voluntad de Dios al
presentarse a la gente. No es energía humana y poder despertar y atraer las
pasiones de los hombres; pero el hombre obediente que hizo una reverencia a la
voluntad de Jehová, mantuvo el lugar humilde de un siervo, y vivió de acuerdo
con cada palabra que procedía de la boca de Dios, se inclinó humildemente al
lugar donde el juicio de Jehová había colocado y visto a Israel. Todas las
citas del Señor en Su conflicto con Satanás son del Deuteronomio. En
consecuencia, el que cuida a las ovejas, Jehová, actuando en Israel por medio
de Su Espíritu y providencia, y organizando todas las cosas, le da acceso a las
ovejas a pesar de los fariseos y sacerdotes y muchos otros. Los elegidos de
Israel oyen su voz. Ahora Israel estaba bajo condenación: por eso saca las
ovejas, pero va delante de ellas. Deja ese antiguo pliegue, sin duda, bajo
reproche, pero va delante de Sus ovejas, en obediencia según el poder de Dios,
una seguridad para todos los que creyeron en Él que era el camino correcto, una
garantía para que lo siguieran, venga lo que pase. Poder, enfrentando todos los
peligros y mostrándoles el camino.
Las ovejas lo
siguen, porque conocen su voz. Hay muchas otras voces, pero las ovejas no las
conocen. Su seguridad consiste, no en conocerlos a todos, sino en saber que no
son la única voz que es vida para ellos, la voz de Jesús. Todo lo demás son
voces de extraños.
Jesús es la
puerta para las ovejas. Él es su autoridad para salir, sus
medios para entrar. Al entrar, se salvan. Entran y salen. Ya no es el yugo de
las ordenanzas que, al protegerlas de quienes no las tienen, las ponen en prisión.
Las ovejas de Cristo son libres: su seguridad está bajo el cuidado personal del
Pastor; y en esta libertad se alimentan de los pastos buenos y gordos que su
amor provee. En una palabra, ya no es el judaísmo; Es la salvación, y la
libertad, y la comida. El ladrón viene a sacar provecho de las ovejas
matándolas. Cristo ha venido para que tengan vida, y eso abundantemente; es
decir, de acuerdo con el poder de esta vida en Jesús, el Hijo de Dios, quien
pronto tendría esta vida (cuyo poder estaba en Su Persona) en la resurrección
más allá de la muerte.
El verdadero
Pastor de Israel, al menos del resto de las ovejas, la puerta para autorizar su
salida del redil judío y admitirlos en los privilegios de Dios al darles vida
de acuerdo con la abundancia en que Él pudo concédelo. Él también tenía una
conexión especial con las ovejas así separadas, el buen Pastor que así dio su
vida por las ovejas. Otros pensarán de sí mismos, el de sus ovejas. Él los
conocía, y ellos lo conocían a Él, así como el Padre lo conocía a Él, y Él
conocía al Padre. ¡Precioso principio! Podrían haber entendido un conocimiento
e interés terrenales por parte del Mesías en la tierra con respecto a Sus
ovejas. Pero el Hijo, aunque dio su vida y estuvo en el cielo, conoce la suya,
así como el Padre lo conoció cuando estuvo en la tierra.
Así dio su vida
por las ovejas; y tenía otras ovejas que no eran de este redil, y su muerte
intervino para la salvación de estos pobres gentiles. Él los llamaría. Sin
duda, Él también había dado su vida por los judíos, por todas las ovejas en
general, como tales. Pero no habla claramente de los gentiles hasta que no ha
hablado de su muerte. Él los traería también, y debería haber solo un rebaño
(no "un pliegue", ahora no hay pliegue) y un Pastor.
Ahora, esta
doctrina enseña el rechazo de Israel, y el llamado de los elegidos entre esa
gente, presenta la muerte de Jesús como el efecto de su amor por los suyos,
habla de su conocimiento divino de sus ovejas cuando Él estará lejos de ellos,
y de la llamada de los gentiles. La importancia de tal instrucción en ese
momento es obvia. Su importancia, gracias a Dios! no se pierde por el lapso de
tiempo, y no se limita al hecho de un cambio de dispensación. Nos introduce en
las realidades sustanciales de la gracia relacionada con la Persona de Cristo.
Pero la muerte de Cristo fue más que el amor por sus ovejas. Tenía un valor
intrínseco a los ojos del Padre. "Por eso el Padre me ama, porque yo doy
mi vida para que pueda volver a tomarla".
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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