} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 20 diciembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 20 de diciembre de 2018

20 diciembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



 1 Pedro 3; 15
sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia;

En lugar de amedrentarnos y conturbarnos, debemos santificar (apartar) a Cristo como Señor en nuestros corazones. Como Señor, él tiene toda potestad (Mat_28:18; Efe_1:21-23). ¡Los hombres no tienen esto! Santificamos a Cristo en nuestros corazones por medio de confiar en sus promesas, en su poder y en su bondad, de aceptar las pruebas de vida que él permita, y de no temer al hombre.
En un mundo hostil y suspicaz era inevitable que se llamara al cristiano a defender la fe que confesaba y la esperanza por la que vivía. Aquí Pedro tiene ciertas cosas que decir acerca de la defensa cristiana.
 Debe ser razonable. Es un logos que el cristiano debe dar, y un logos es una afirmación razonable e inteligente de su posición. Un griego culto creía que era la señal de un hombre inteligente el poder dar y recibir un logos acerca de sus acciones y creencias.   Para hacerlo tenemos que saber lo que creemos; tenemos que haberlo pensado a fondo; tenemos que ser capaces de exponerlo inteligente e inteligiblemente. Nuestra fe debe ser un descubrimiento de primera mano y no una historia de segunda mano. Una de las tragedias de la situación moderna es que hay muchos miembros de iglesia que, si se les preguntara lo que creen, no podrían decirlo, y que, si se les preguntara por qué lo creen, estarían igualmente en blanco. El cristiano tiene que pasar la labor mental y espiritual de pensar a fondo su fe para poder decir lo que cree y por qué.

  Debe hacer su defensa con cortesía. Hay muchas personas que exponen sus creencias con una especie de beligerancia arrogante. Su actitud es que el que no esté de acuerdo con ellos, o es tonto o es un canalla, y tratan de hacerles tragar sus creencias a los demás. La defensa del Cristianismo debe presentarse con simpatía y con amor, y con esa sabia tolerancia que se da cuenta de que no se le concede a nadie poseer la verdad total.  Se puede introducir a otros en la fe cristiana con amabilidad, pero no a lo bestia.

Debe hacer su defensa con reverencia. Es decir: cualquier argumento en el que esté implicado el cristiano debe llevarlo a cabo en un tono que Dios se pueda complacer de escuchar. No hay debates tan belicosos como los teológicos; no hay diferencias que causen tanta amargura como las diferencias religiosas. En cualquier presentación del Cristianismo y en cualquier argumento en defensa de la fe cristiana no debe faltar el acento del amor.

Colosenses 1; 23
si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
  Pablo exhorta a los colosenses pues había mucho peligro de que algunos de ellos se dejaran llevar por "la filosofía y huecas sutilezas" de los falsos maestros gnósticos.         
  Hechos capítulos 13-28; Rom_10:18; Mat_24:14 dice que el evangelio había de ser predicado "a todas las naciones" antes del "fin" (la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.). El evangelio fue predicado en toda la creación en el primer siglo antes del año 63 d.C. (cuando esta carta fue escrita) sin las muchas ventajas que tenemos ahora: p. ej., medios de comunicación excelentes, tales como el teléfono, el telégrafo, la radio, la televisión, la computadora, como también medios excelentes de transportación, tales como el automóvil (y autopistas), el avión, y hasta el vehículo espacial. ¿Cómo se explica la evangelización del mundo en el primer siglo? La respuesta es fácil: los cristianos tenían celo de Dios, eran fervientes en espíritu, y amaban las almas perdidas. "Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hch_8:4); hoy en día los cristianos viajan mucho, van "por todas partes", pero ¿para anunciar el evangelio? o ¿solamente para visitar otros pueblos, estados y países para pasearse y divertirse?
         Col_1:23 y Rom_10:18 declaran que el evangelio fue predicado a todas las naciones en el primer siglo y para cumplir esta tarea ni los apóstoles ni los otros evangelistas establecieron "iglesias patrocinadoras" u otras sociedades misioneras. La iglesia de Cristo es la única organización establecida por la sabiduría divina para evangelizar al mundo. Todas las demás han sido establecidas por la sabiduría humana.
En la doctrina de la fe que habían recibido y abrazado; y en la gracia de la fe, y el ejercicio de la misma que se implantó en ellos; y en la profesión de fe que habían hecho: no es que la virtud y la eficacia de la sangre, los sufrimientos y la muerte de Cristo, y la reconciliación de sus personas con Dios de ese modo, dependieran de su fe y permanecieran en ella; pero que la fe y la continuidad en ella eran medios necesarios para su presentación en una santidad y justicia sin mancha; porque si no tenían fe, o no permanecían en ella o si la buena obra de la gracia no se realizaba en sus almas, y eso se realizaba hasta el día de Cristo, no podían ser presentados santos y sin culpa: esto demuestra la necesidad de la perseverancia final de los santos en la fe y la santidad, y se menciona con este punto de vista, para ponerlos en una preocupación al respecto, y hacer uso de todos los medios, bajo la gracia divina, para disfrutarlo; y nada podría inclinarse y moverse más fuertemente hacia ella, que el efecto bendito de la muerte de Cristo, la reconciliación y su final, para presentar a los reconciliados sin culpa; para lo cual es necesario, deben mantenerse hasta el final: de ahí que la versión etíope lea las palabras, no como una condición, sino como una exhortación impuesta por lo que viene antes; "por tanto, estad en la fe", se deduce, no como condición, sino como una exhortación impuesta por lo que viene antes; "por tanto, estad en la fe", se deduce, no como condición, sino como una exhortación impuesta por lo que viene antes; "por tanto, estad en la fe", se deduce,   no en el fundamento arenoso de la propia justicia del hombre, y la paz hecha por sus propias actuaciones; pero sobre la base y la roca, Cristo, contra la cual no pueden prevalecer las puertas del infierno; y así nunca caerá, finalmente y totalmente, siendo arraigado y edificado en él, y establecido en la fe de él, en las doctrinas de la fe, respetando la paz por su sangre, la justificación por su justicia y la vida por su muerte; y así continuamos firmes e inamovibles, siempre abundando en su trabajo: la esperanza de la vida eterna y la felicidad, que se nos presenta en el Evangelio; que proporciona una buena y sólida base y fundamento de, en la persona, la sangre y la justicia de Cristo; y es el medio instrumental, en la mano del Espíritu, de engendrarlo y de alentarlo e incrementarlo: la ley no da esperanzas de vida eterna a un pobre pecador; hace ira y ministra la muerte; no hay nada más que una búsqueda temerosa de juicio por ella; pero el Evangelio anima a esperar en el Señor, desde la consideración de la rica misericordia y la abundante redención en él; y esta esperanza del Evangelio es un ancla del alma, segura y firme, y no debe dejarse ir; esta confianza y regocijo de la esperanza es mantenerse firme hasta el final

 ¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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