} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 14 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 14 de marzo de 2018

14 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



Isaías 30; 21
Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda.

En lugar de juzgar a su pueblo, Jehová ansía bendecirlo. El día vendrá cuando el pueblo escuchará a maestros como Isaías y será guiado por la mano del Señor. Gracias a ello, abandonará la idolatría y hará suyo el culto verdadero. En aquel día toda la naturaleza   se mostrará benigna y la gloria de Dios resplandecerá más que el sol.
Cuando el pueblo de Jerusalén abandonaba la senda de Dios, El los corregía. Hará lo mismo por nosotros. ¡Pero cuando escuchemos su voz de corrección, debemos estar dispuestos a seguirla! no excluye la congoja o la posibilidad de extraviarse, por limitado que esto sea.   Su voz, que nos llama, nos viene de atrás, de nuestras espaldas  solamente cuando nos desviamos, no cuando le seguimos. Es la conciencia guiada y dirigida por el Espíritu Santo quien habla a nuestro espíritu para seguir la senda correcta.

Salmo 32; 8

Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti

Ahora Dios mismo contesta al salmista con la promesa de su dirección. Todo creyente quiere la guía de Dios en su vida, y él promete guiarnos. Nuestro Salvador es nuestro instructor, nos instruye con su Palabra y con el Espíritu Santo. Dios describe a algunas personas como el caballo o como el mulo que necesitan ser controladas por frenillos y cabestros. En vez de permitir que Dios las guíe paso a paso, le dejan obstinadamente una única opción. Dios debe usar la disciplina y el castigo para que le sigan siendo útiles. Dios desea guiarnos con amor y sabiduría, en lugar de castigo. Nos ofrece guiarnos a lo largo del mejor camino para nuestra vida. Aceptemos el consejo escrito de la Palabra de Dios y no permitamos que nuestra obstinación nos impida obedecerle.

A lo largo de los siglos, muchos creyentes agobiados por el conocimiento de sus propios pecados, han encontrado en las palabras de los salmos penitenciales (confesión) un rayo de esperanza. Los salmistas elevaron a Dios tanto la profundidad de su dolor y arrepentimiento, como la cima de su gozo al ser perdonados. Se regocijaron al saber que Dios respondería a su confesión y a su arrepentimiento con un perdón completo. Nosotros, que vivimos del otro lado de la cruz de Cristo, podemos regocijarnos aun más debido a que comprendemos más. Dios nos ha demostrado que está dispuesto a perdonar, debido a que su juicio sobre el pecado fue satisfecho por la muerte de Cristo en la cruz.

Cuando estamos en comunión con Él, podemos reconocer esta dirección. Sobre ti fijaré mis ojos indica la delicadeza de esta dirección.

¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!


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