Hebreos 4; 12
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del
espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir
los pensamientos y las intenciones del corazón.
Los
del éxodo cayeron muertos en el desierto y no entraron en el reposo de Canaán,
porque no prestaron atención a la palabra de Dios. Nadie debe, pues, tener en
poco la Palabra de Dios. La advertencia del capítulo 3, y la promesa de
reposo del 4, se basan en ser la Palabra la voz de Dios. No
piense nadie que Dios no cumplirá con las promesas de su Palabra, ni que no
castigará al desobediente o incrédulo. ¡Es poderosa su Palabra para cumplir! Es
tan viva como Dios; por eso cumplirá según declara.
La
Palabra está llena de energía y poder de Dios, para llevar a cabo sus
declaraciones. (2Co_10:4; 1Ts_2:13). ¿Cómo puede
el hombre creer que está sujeta la Palabra de Dios a sus opiniones y puntos de
vista?
Esta
figura denota el poder de la Palabra de Dios para descubrirle al hombre su caso
verdadero y castigarle completamente si no se arrepiente.
--"penetra... el
espíritu". El alma
(psuche) es la vida que el espíritu da al cuerpo, mientras van juntos los dos.
Es la vida animal, la sede de lo que pertenece y concierne a la vida en la
carne. El espíritu (pneuma) es el principio vital que anima al cuerpo; es la
parte inmortal del hombre, dada por Dios. Pablo, en 1Ts_5:23,
hace esta distinción (aunque en otros textos se usan alternativamente los dos
términos). En 1Co_2:14-15 vemos que el hombre
natural (psukikos, la palabra psuche en forma de adjetivo) se distingue del
hombre espiritual (pneumatikos, la palabra pneuma en forma de adjetivo).
No obstante, no entiendo que el autor
inspirado está diciendo que la Palabra de Dios literalmente hace separación
entre el alma y el espíritu (como si fueran dos entidades separadas e
independientes), sino que solamente hace uso de una expresión para denotar la
obra de la Palabra de Dios en exponer lo más interior de nuestra vida terrestre
y la condición de nuestro espíritu. Todo nuestro ser es expuesto por la Palabra
de Dios y ella declara la condición de él. Nos revela el hombre natural y
también el espiritual.
--"las coyunturas y los
tuétanos". Esta expresión
figurada ilustra el poder de la Palabra de Dios en penetrar a los rincones más
íntimos e interiores del hombre. Es en vano tratar de escondernos de la
investigación de la Palabra de Dios.
--"poderosa para discernir...
del corazón". La Palabra de
Dios juzga nuestros pensamientos y propósitos de corazón. El verbo discierne,
en el texto griego, es más bien un adjetivo que describe a la Palabra. Dice el
texto que la Palabra es kritikos. En español tenemos la palabra crítico.
¡La Palabra de Dios critica! ¡Tomen nota de esto, los que "critican"
a la iglesia de Cristo de no hacer nada sino criticar! En realidad, la palabra criticar
quiere decir, no hablar mal de otro, sino juzgar o discernir. Muchos,
para escapar el juicio de este Juez (la Palabra de Dios), tratan de
destronarle. Niegan la autenticidad de la Biblia (la revelada Palabra de
Dios) y la desacreditan todo lo posible. Pero esa Palabra vive y permanece (1Pe_1:23), y será la base del Juicio Final (Jn_12:48; Apo_20:12).
¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!
No hay comentarios:
Publicar un comentario