} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 18 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

domingo, 18 de marzo de 2018

18 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Nehemías 9; 17
Rehusaron escuchar, y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; endurecieron su cerviz y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios de perdón, clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en misericordia, y no los abandonaste.

El que Dios haya continuado con su pueblo nos muestra que su paciencia es sorprendente. A pesar de nuestras fallas, orgullo y tozudez siempre está dispuesto a perdonarnos y su Espíritu siempre está listo para instruirnos. El darnos cuenta del grado del perdón de Dios debe ayudarnos a perdonar a los que nos fallan, hasta "setenta veces siete" si es necesario (Mat_18:21-22).
Cualquiera sea la habilidad que tengamos para hacer algo en la senda del deber, tenemos que servir y glorificar a Dios conforme a lo mejor. Cuando confesamos nuestros pecados, bueno es que notemos las misericordias de Dios para sentirnos más humillados y avergonzados. Los tratos del Señor demostraban su bondad y paciencia, y la dureza de sus corazones. El testimonio de los profetas era el testimonio del Espíritu en los profetas, que es el Espíritu de Cristo en ellos. Ellos hablaron movidos por el Espíritu Santo y lo que dijeron debe recibirse en forma consecuente. El resultado fue, maravillas por las misericordias del Señor, y el sentimiento de que el pecado los había llevado a su estado actual, del cual nada podría rescatarlos sino el inmerecido amor. ¿No es su conducta una muestra de la naturaleza humana? Estudiemos la historia de nuestra patria y la nuestra. Recordemos nuestras ventajas de la infancia y preguntemos, ¿cuáles fueron nuestras primeras respuestas? Hagamos esto con frecuencia para mantener la humildad, la gratitud y para que velemos. Todos deben recordar que el orgullo y la obstinación son pecados que destruyen el alma. Pero, suele ser tan difícil convencer al quebrantado de corazón que tenga esperanza, como antes costó llevarlos a temer. 
¿Es este tu caso? Mirad esta dulce promesa: ¡Dios dispuesto a perdonar! En lugar de mantenernos alejados de Dios por el sentido de la propia indignidad, vamos directamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Él es un Dios dispuesto a perdonar.

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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