} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA CARTA A LA IGLESIA DE TIATIRA

viernes, 30 de marzo de 2018

LA CARTA A LA IGLESIA DE TIATIRA




Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: "El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego, y cuyos pies son semejantes al bronce bruñido, dice esto:
   'Yo conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu perseverancia, y que tus obras recientes son mayores que las primeras.
   'Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos.
   'Le he dado tiempo para arrepentirse, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad.
   'Mira, la postraré en cama, y a los que cometen adulterio con ella los arrojaré en gran tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella.
   'Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.
   'Pero a vosotros, a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, que no han conocido las cosas profundas de Satanás, como ellos las llaman, os digo: No os impongo otra carga.
   'No obstante, lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
   'Y al vencedor, al que guarda mis obras hasta el fin, LE DARE AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES;
   Y LAS REGIRA CON VARA DE HIERRO, COMO LOS VASOS DEL ALFARERO SON HECHOS PEDAZOS, como yo también he recibido autoridad de mi Padre;
   y le daré el lucero de la mañana.
   'El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.'"


La más larga de las siete cartas va dirigida a la menos importante de las siete ciudades. Sin embargo, el problema que arrostraba Tiatira y el peligro que la amenazaba eran los que se involucraban universalmente en la posición de los cristianos de Asia.
Tiatira está ubicada en el largo valle que conecta los valles de los ríos Hermo y Caico por los que ahora pasa el ferrocarril; y era su posición geográfica lo que le daba su importancia.
(i) Tiatira está en la carretera que conecta Pérgamo con Sardis, y que seguía hasta Filadelfia y Laodicea, conectándolas con Esmirna y Bizancio. Era la carretera por la que se desplazaba el correo imperial; y estaba abarrotada con el comercio de Asia y de Oriente. Por tanto, lo primero y principal era que Tiatira era una gran ciudad comercial.
(ii) Estratégicamente, la importancia de Tiatira le venía de ser la puerta de acceso a Pérgamo, la capital de la provincia. Lo primero que oímos de Tiatira es que es una guarnición armada, a cargo de una compañía de tropas macedonias apostadas allí como avanzada para proteger a Pérgamo. La dificultad estaba en que Tiatira no podía encargarse de una defensa prolongada. Estaba en un valle abierto. No tenía alturas que se pudieran fortificar; y todo lo que Tiatira podía esperar hacer era detener al enemigo hasta que Pérgamo estuviera lista para enfrentarse con los invasores.
(iii) Tiatira no tenía ninguna importancia por motivos religiosos. Su héroe-dios local se llamaba Tyrimnus, al que se representa en las monedas a caballo y blandiendo un hacha de guerra y un garrote. Lo único notable acerca de Tiatira desde el punto de vista religioso era que tenía un altar de adivinación que presidía una pitonisa llamada Sambathé. La iglesia de Tiatira no corría peligro de sufrir persecución.
(iv) Entonces, ¿cuál era el problema de Tiatira? Sabemos menos acerca de Tiatira que acerca de ninguna otra de las siete ciudades, y por tanto tenemos serias dificultades para reconstruir la situación. Lo único que sabemos es que era un gran centro comercial, especialmente de la industria del tinte, y del comercio de artículos de lana. Era de Tiatira de donde procedía Lidia, la vendedora de púrpura (Hec_16:14). Por las inscripciones que se han descubierto sabemos que tenía un montón de gremios comerciales. Estos eran asociaciones de ayuda mutua y de diversiones para los que se dedicaban a ciertos negocios. Había gremios de trabajadores de la lana, la piel, el lino y el bronce, fabricantes de ropa exterior, tintoreros, alfareros, panaderos y traficantes de esclavos.
Aquí nos parece que estaba el problema de la iglesia de Tiatira. El negarse a formar parte de uno de esos gremios sería comparable a mantenerse fuera de los sindicatos de nuestros días. Querría decir renunciar a todas las perspectivas de existencia comercial. ¿Por qué se había de negar un cristiano a formar parte de uno de esos gremios? En todos ellos se celebraban comidas de socios. Estas se celebrarían muchas veces en un templo; y aunque no fuera así, de todas maneras empezarían y terminarían con un sacrificio a los dioses, y la carne que se comiera se habría ofrecido antes a los ídolos. Además, sucedía a menudo que estas comidas gremiales se convertían en borracheras y orgías. ¿Le estaba permitido a un cristiano participar de tales reuniones?
Aquí estaba el problema de Tiatira. La amenaza venía de dentro de la iglesia. Había un movimiento fuerte, dirigido por una mujer a la que Juan llama Jezabel, que proponía llegar a un acuerdo con los principios del mundo en interés del comercio y el negocio, manteniendo, sin duda, que el Espíritu Santo podía guardarlos de todo mal. La respuesta del Cristo Resucitado fue inequívoca: el cristiano no debe tener que ver nada con esas cosas.

De todas las siete cartas esta es la más enigmática. Nuestro problema es que tenemos muy poca información directa de Tiatira y que se nos presenta una serie. de cuatro cuestiones: ¿Cuál era la situación de la iglesia de Tiatira? ¿Quién era Jezabel? ¿Qué enseñaba? ¿Qué quieren decir las promesas que se le hacen a la iglesia de Tiatira?
(1) La carta empieza con una descripción del Cristo Resucitado que contiene una amenaza: Sus ojos son como fuego llameante y Sus pies como bronce bruñido. La descripción está tomada de la del mensajero angélico de Dan_10:6: «Su rostro parecía un relámpago, sus ojos como antorchas de fuego, sus brazos y sus pies como el fulgurar del bronce bruñido.» Los ojos llameantes tienen que representar dos cosas: la ira ardiente contra el pecado, y la terrible penetración de esa mirada que despoja de los disfraces y penetra hasta lo más íntimo de la persona. Los pies de bronce tienen que representar el poder inconmovible del Cristo Resucitado. Un mensaje que empieza así no es precisamente un tranquilizante.
La carta continúa en términos de la más alta alabanza. El amor y la lealtad y el servicio y la constancia de la iglesia de Tiatira invitan a una felicitación. Debemos fijarnos en que estas grandes cualidades van en pareSantiago El servicio es la manifestación del amor, y la firme constancia el producto de la lealtad.
A continuación viene la condenación de la mujer Jezabel, con todos sus métodos y enseñanza: y apenas se puede evitar la conclusión de que ella tenía una influencia muy considerable en la iglesia de Tiatira.
La conclusión inevitable parece ser la siguiente. Exteriormente, la iglesia de Tiatira era fuerte y floreciente. Si un forastero llegaba, se quedaría impresionado con su abundante energía y su generosa liberalidad y su aparente firmeza. Pero, a pesar de todo eso, faltaba algo esencial.
Aquí está la advertencia. Una iglesia abarrotada de miembros y que es una colmena de energía no es de necesidad una iglesia real. Es posible que esté abarrotada porque sus miembros vienen a pasar el rato en lugar de a instruirse, y a estar tranquilos en lugar de a enfrentarse con el hecho del pecado y el ofrecimiento de salvación; puede que sea un club cristiano de mucho éxito en vez de una verdadera congregación.

(2) El origen del problema de Tiatira se centraba en torno a la mujer que se llama Jezabel en la carta. Se ha propuesto una gran variedad de respuestas a la pregunta de su identidad.
Más atrás ya vimos que el ángel de la iglesia podría ser el obispo de la iglesia. Entonces, si la carta va dirigida al obispo de la iglesia de Tiatira, y se hace referencia a tu mujer Jezabel, ¡eso quiere decir que la causa del problema es la mujer del obispo! Eso iluminaría de refilón el problema de una de las congregaciones cristianas primitivas, y no sería la última vez que las mujeres de los ministros de la iglesia causaron problemas en la congregación.  
  Una de las atracciones que podía ofrecer Tiatira era una pitonisa llamada la Sambathé, una mujer que echaba la buenaventura. Los griegos usaban los oráculos con mucha frecuencia. El oráculo de Delfos era famoso internacionalmente, y la expresión un oráculo de Delfos se había hecho proverbial, algo así como cuando decimos en español: " Eso es el Evangelio.» Puede que esta pitonisa fuera judía, porque los judíos eran los que se dedicaban en el mundo antiguo al negocio de echar la buenaventura. Hay algunos que ven en esta Sambathé la mala influencia que amenazaba a la iglesia de Tiatira; pero hay que rechazar también esto, porque está bien claro que la tal Jezabel era miembro de la iglesia, y su influencia la ejercía desde dentro.
Que pretendiera ser profetisa no es muy sorprendente. Es verdad que Pablo no permitía a las mujeres hablar en la iglesia (1Co_14:34 ); aunque es posible que ese versículo se refiera a hacer preguntas o comentarios durante el culto, ya que en la misma carta establece que pueden orar o profetizar siempre que tengan cubierta la cabeza. Pero también es cierto que tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo había profetisas. En el Antiguo Testamento están Míriam (Exo_15:20), Débora (Jue_4:4) y Hulda (2Re_22:14); y en
el Nuevo Testamento están Ana (Luc_2:36 ), y las cuatro hijas vírgenes de Felipe (Hec_21:9 ).
A esta mujer se la llama Jezabel, nombre poco probable que se le pusiera a una mujer, porque la Jezabel del Antiguo Testamento fue el compendio de la maldad. Era hija de Et-baal, rey de los sidonios (1Re_16:31). Cuando llegó de Sidón se trajo sus propios dioses, y consiguió que Acab y el pueblo de Israel dieran culto a Baal. Jezabel mató a los profetas del Señor, y mantuvo a sus expensas a cuatrocientos cincuenta profetas de Baal (1Re_18:13; 1Re_18:19). Fue una pésima influencia en el reinado de Acab, y la responsable del asesinato de Nabot (1 Reyes 21). Pasó a la historia como responsable de fornicaciones y de muchas hechicerías (2Re_9:22).
Todo esto nos hace pensar que la Jezabel de Tiatira fue una mala influencia en la vida y el culto de la iglesia cristiana. Puede suponerse que no trataba de destruir la iglesia, sino que lo que quería era incorporar formas que eran corrientes en la sociedad pagana, que se podían considerar exigencias de la vida social y comercial -pero que eran, de hecho, destructivas para la fe.

(3) Esta Jezabel de mujer es acusada de enseñar dos cosas: comer carne ofrecida a los ídolos, y cometer fornicación.
(a) Uno de los grandes problemas de la Iglesia Cristiana, con el que se enfrentaban los cristianos a diario, era el de la carne ofrecida a los ídolos. Cuando una persona hacía un sacrificio en un templo griego, lo que se quemaba en el altar no era más que una pequeña parte de la víctima; a veces tan poco como unos pocos pelos que se cortaban de la frente del animal. Los sacerdotes recibían una parte de la carne del animal .como sus gajes; y el adorador recibía el resto, con el que hacía una de dos cosas. Podía celebrar una fiesta con sus amigos en el recinto del templo; una invitación corriente entonces era: «Te invito a comer conmigo a la mesa de nuestro Señor Serapis.» O podía llevarse la carne a casa y celebrar la fiesta allí. Aquí estaba el problema para los cristianos. ¿Podía uno, en un templo pagano o en cualquier otro sitio, comer carne que se había ofrecido a un ídolo? Pablo discute este problema en 1 Corintios 8-10.
El problema se complicaba por el hecho de que hasta la carne que se vendía en las carnicerías podía ser que antes se le hubiera consagrado a un ídolo. Los sacerdotes del templo no podían consumir toda la carne que les correspondía, y por tanto vendían mucho de su parte a las carnicerías. Tal carne era de la mejor calidad, porque a los dioses no se les podía ofrecer una víctima con defecto. ¿Qué debía hacer un cristiano en ese caso?
La Iglesia no tenía la menor duda en cuanto a lo que los cristianos tenían que hacer. El abstenerse de cosas que se hubieran ofrecido a los ídolos fue una de las condiciones que se les impusieron a los gentiles para tener derecho a ingresar en la Iglesia Cristiana Hec_15:29).
La prohibición de comer carne sacrificada a los ídolos tenía una consecuencia de largo alcance. Contribuía a aislar a un cristiano de todas las ocasiones sociales con los no cristianos; había pocas ocasiones sociales, y casi ningún banquete, en los que pudiera participar con los paganos.
Esto tenía otra consecuencia que, como ya hemos dicho, creemos que estaba en el trasfondo de la situación de Tiatira. Quería decir que el cristiano no podía vincularse a ningún gremio profesional, porque todos los gremios tenían una comida en común como el centro de sus prácticas, que bien podía ser que se celebrara en un templo pagano y que consistiera mayormente de carne ofrecida a un ídolo. El mantenerse al margen de la membresía del gremio casi equivalía a un suicidio comercial.
Aquí era donde entraba Jezabel. Les decía a los cristianos que no tenían por qué aislarse de la sociedad o excluirse de los gremios. Cuando ella lo decía, no lo hacía movida por ningún principio, sino simplemente tratando de proteger sus intereses comerciales. Jezabel pertenecía al grupo de los que consideran que los derechos del éxito comercial deben tener más peso que los principios cristianos.

(b) La otra parte de la enseñanza de Jezabel no está tan clara. Se dice que enseñaba a las personas a cometer fornicación; se la exhorta a arrepentirse de su fornicación; y sus amantes y sus hijos son amenazados juntamente con ella. ¿Hay que tomar esta referencia literalmente, o el sentido metafórico que es tan corriente en las Escrituras? Es decir, ¿cómo una referencia a la inmoralidad sexual, o a la infidelidad espiritual? ¿Por qué es un pecado serio la inmoralidad sexual?
Las relaciones sexuales fuera del matrimonio siempre hieren a alguien. Hieren a Dios porque muestran que preferimos satisfacer nuestros deseos a nuestro antojo en lugar de seguir las instrucciones de la Palabra de Dios, o satisfacer nuestro deseo ahora en lugar de esperar su tiempo oportuno. Hieren a otros porque violan el compromiso tan necesario para una relación. Nos hieren a nosotros porque con frecuencia traen consigo enfermedades a nuestro cuerpo y afectan en forma adversa nuestra personalidad. La inmoralidad sexual tiene un tremendo poder para destruir familias, iglesias y comunidades porque destruye la integridad sobre la cual se basan esas instituciones. Dios quiere protegernos y proteger a los demás; por lo tanto, no debemos participar en la inmoralidad sexual, aunque nuestra cultura lo acepte.


(i) No cabe duda que en la Escritura la infidelidad a Dios se expresa en términos de fornicación y adulterio. Israel es la esposa del Señor (Isa_54:5 ; Jer_3:20); y en el Nuevo Testamento la Iglesia es la esposa de Cristo (2Co_11:1; Efe_5:24-28). Una y otra vez en el Antiguo Testamento se dice que los israelitas «se prostituyen siguiendo a dioses extraños» (Exo_34:15  s; Deu_31:16; Ose_9:1). En el Nuevo Testamento la edad que es infiel a Jesucristo es «una generación malvada y adúltera» (Mat_12:39; Mat_16:4; Mar_8:38). ¿Es la fornicación que la enseñanza de Jezabel inculca una infidelidad espiritual a Jesucristo? Si ese es el sentido, sus amantes serán los que coquetean con esta clase de enseñanza, y sus hijos de ella los que la han aceptado.

Bien puede ser que la enseñanza de Jezabel fuera que los cristianos no tienen necesidad de ser exclusivos en su culto a Jesucristo y, sobre todo, que no tienen por qué negarse a decir: «César es Señor,» y quemar la pizquita de incienso. Si la Iglesia Cristiana en su conjunto hubiera aceptado esa forma de enseñanza, la consecuencia inevitable habría sido que el Cristianismo se habría convertido en una religión más de las que ya poblaban el Imperio Romano. La pretensión del Cristianismo no es que Jesucristo es uno de los salvadores, ni siquiera que es el principal de todos ellos, sino que es el único Salvador.
(ii) Hay una cosa en esta carta que milita contra ese punto de vista. Leemos que los seguidores de Jezabel pretendían conocer las profundidades de Satanás. Algunos investigadores creen que esto es la descripción despectiva que da el Cristo Resucitado de la falsa enseñanza. El cristiano verdadero sabe lo que Pablo llamaba "lo profundo de Dios» (1Co_2:10); lo que saben Jezabel y su compañía son las profundidades de Satanás. Pero esa explicación no satisface, porque la carta habla inconfundiblemente de «lo que ellos llaman "las profundidades de Satanás."» Esta es sin lugar a dudas una referencia a una clase de creencia que no era infrecuente entre los herejes. Algunos de ellos mantenían que era un deber experimentar toda clase de pecados. Lo que decían que se debían proponer era dejar que el cuerpo se regodeara en el pecado, y mantener el alma impoluta. Los que conocían las profundidades de Satanás eran los que habían sondeado las profundidades del mal. Jezabel puede que enseñara que era un deber pecar.
Nos parece que en este caso todos los hilos se atan y no hay necesidad de escoger entre puntos de vista. Lo más probable es que Jezabel enseñara que un cristiano debe acomodarse al mundo; en otras palabras, impulsaba a la iglesia a la infidelidad espiritual que conduciría irremisiblemente a la fornicación física. Por la misericordia de Dios la enseñanza de Jezabel y sus semejantes no llegó a ser el punto de vista de la Iglesia. Si hubiera llegado a serlo, la Iglesia se habría convertido en una clase agradable de paganismo. Sobre esto dijo Pablo: " No os conforméis a este mundo, sino transformaos por la renovación de vuestra mente» (Rom_12:2). Y Jesús dijo la última palabra sobre este asunto: " Nadie puede servir a dos amos... No podéis servir a Dios y a mamoná» (Mat_6:24). La vieja disyuntiva sigue siendo la alternativa actual: " Escogeos hoy a quién vais a servir» (Deu_30:19 ; Jos_24:1).

(4) La carta a Tiatira se cierra con una serie de grandes amenazas y grandes promesas. A Jezabel se le han dado todas las oportunidades que podía conceder la misericordia divina. Si no se arrepiente, acabará en el lecho del dolor, y sus amantes y seguidores compartirán su suerte. Esto les demostrará a todos, como decía la antigua Reina-Valera, que el Cristo Resucitado «escudriña los riñones y los corazones.» La frase es una traducción de Jer_11:20 , donde es a Diosa Quien corresponde la prerrogativa de escudriñar el corazón y los riñones, es decir, las emociones y las intenciones más íntimas; pero en Apocalipsis, como se hace tan a menudo, las prerrogativas exclusivas de Dios son también las prerrogativas del Cristo Resucitado.
Aunque nos parezca extraño, la psicología hebrea creía que la sede de las emociones estaba en las vísceras inferiores, los riñones y el vientre, y la del pensamiento en el corazón. Cuando el Cristo Resucitado dice que Él escudriñará los riñones y el corazón quiere decir que toda emoción y todo pensamiento están abiertos a Su mirada.
El órgano físico del cuerpo, el centro de la vida física, el asiento de la vida personal (física y espiritual), el centro de la personalidad, el asiento de toda la actividad mental y moral, que contiene elementos racionales y emocionales. Constituye el asiento de sentimientos, deseos, gozo, dolor y amor. También del pensamiento, del entendimiento y de la voluntad. El corazón humano es la morada del Señor y del Espíritu Santo. En el v. 23, el Señor omnisciente ve hasta lo más íntimo del ser, donde se toman todas las decisiones concernientes a Él.

Hay aquí un punto importante. Cuando empezamos a estudiar la carta a Tiatira vimos que todos los que entraban a la iglesia por primera vez creerían que estaba desbordante de vida y fructífera de toda buena obra. Sin duda los que prosperaban en los negocios gracias a haber hecho un pacto con el mundo serían pródigos en su generosidad. Sin duda los que asistían a los gremios comerciales daban generosamente al fondo de beneficencia. Parecían cristianos de veras. Sin duda Jezabel les caía muy bien a muchos. Debe de haber tenido un gran dominio del lenguaje y una presencia agradable para que la consideraran profetisa. El detalle está en que el Cristo Resucitado puede ver más allá del disfraz exterior; Él sabrá si el arrepentimiento es auténtico o no.
A los que son fieles se les hace una promesa doble.
(i) La primera parte procede del Sal_2:8 " Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como ` vasija de alfarero los desmenuzarás.» Los judíos creían que este era un Salmo mesiánico, referente a un Mesías conquistador que destruiría a los gentiles y extendería el dominio de Israel hasta lo último de la tierra. Pero también ha sido una de las mayores inspiraciones misioneras de la Iglesia Cristiana. Muchos misioneros han reclamado para sí esa promesa: " Pídeme, y te daré por heredad las naciones.»
(ii) La segunda parte es la promesa de la estrella de la mañana. A esto se le han dado cuatro explicaciones principales.
(a) Se ha tomado como una promesa de la primera resurrección. Como la estrella matutina sale después de la noche, así el cristiano se levantará después de la noche de la muerte.
(b) Se ha tomado como la conquista de Lucifer. Lucifer es el diablo, el ángel que era tan orgulloso que se rebeló contra Dios y fue arrojado desde las almenas del Cielo (Isaías 14:12). Lucifer quiere decir el que trae la luz, y es el nombre de la estrella de la mañana. En ese caso, esta es la promesa del dominio definitivo sobre Satanás y el pecado.
(iii) Se ha considerado en relación con Dan_12:3. Allí la promesa es: «Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad.» En ese caso, la estrella de la mañana es la gloria que recibirán los íntegros, y los que hayan ayudado a otros a tomar el camino de la integridad.
(iv) Todas estas aplicaciones son muy hermosas, y puede que estén todas incluidas en esta promesa; pero estamos convencidos de que la verdadera interpretación es la siguiente. El mismo Apocalipsis llama a Jesús «la estrella resplandeciente de la mañana» (Rev_22:16). La promesa de la estrella matutina es la promesa de Cristo mismo. Si el cristiano es auténtico, cuando llegue al final de esta vida tendrá a Cristo para no perderle ya nunca más.

¡Maranata!


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