} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 7 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 8 de marzo de 2018

7 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Deuteronomio 18; 10
No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero,

La necesidad de conocer la voluntad de Dios en ocasiones  se sentía profundamente en tiempos antiguos, y las naciones alrededor de Israel habían inventado varios procedimientos mágicos para descubrirla. Estos incluían el examinar las entrañas de aves y animales por medio de augurios, consulta de muertos y, aparentemente, aun el sacrificio de niños. La magia podía usarse para tratar de alterar el curso de los eventos, así como para simplemente obtener información.

Todas esas prácticas son condenadas en este pasaje. Se les considera como abominaciones juntamente con las prácticas religiosas cananeas en general. El uso de la magia hace hincapié sobre la habilidad del “conocedor”, se entremete en áreas en las cuales Dios ha establecido límites, y deja a la persona expuesta a la influencia de poderes destructores. En contraste, dentro del pueblo de Dios es suficiente conocer que Dios habla claramente. Esto lo ha hecho a través de su palabra, y continuará haciéndolo en ocasiones especiales, por medio de sus profetas.  

Deteronomio 18: 14
Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los adivinos, pero a ti el SEÑOR tu Dios no te lo ha permitido.

A pesar de este mandamiento explícito, los pueblos de Canaán, especialmente los filisteos, eran una trampa y tropiezo constantes, por causa de sus adivinaciones y prácticas supersticiosas.
¿Era posible que un pueblo tan bendecido con las instituciones divinas siempre estuviera en peligro de convertir en sus maestros a quienes Dios había hecho sus cautivos? Corrían ese peligro; por tanto, después de muchas advertencias, se les encarga no hacer según las abominaciones de las naciones de Canaán.
Quedan aquí prohibidos todo reconocimiento de días de buena o mala suerte, todo encantamiento para enfermedades, todos los amuletos o conjuros para evitar el mal, echarse la suerte, etc. Todo esto es tan malo que es la causa principal del desarraigo de los cananeos. Asombra pensar que haya falsarios de esta clase en una tierra y en una época de luz como la que vivimos. Son simples impostores que ciegan y engañan a sus seguidores.

¡Maranatha!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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