} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 29 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 29 de marzo de 2018

29 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



   Salmo 32; 1
Salmo de David. Masquil. ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!

El párrafo predica un doble mensaje: una advertencia a los que no reconocen su necesidad de perdón, y un consuelo y base de confianza al que ha recibido el perdón de Dios. Si la oración es suficiente para solucionar el problema más serio de todos  el pecado que pudiera ser contado en contra nuestra ante Dios ¿no resolverá la oración todos los problemas de la vida?   Tal es el tema de este Salmo, presentado en declaraciones alternadas y testimonio o apelación. Puede ser de la época del adulterio de David con Betsabé. De ser así, muestran a David con la carga de una conciencia culpable. “David respondió a Natán: 'He pecado contra el Señor'. Y Natán dijo a David: 'El Señor también ha perdonado tu pecado'.” Este incidente por lo menos ilustra lo que el Salmo afirma: la oración de confesión produce perdón instantáneo.
Transgresión… pecado… iniquidad, respectivamente “rebeliones” (burlarse a sabiendas de la voluntad de Dios que uno conoce), “pecados” (asuntos específicos de malos pensamientos, palabras, acciones), “iniquidad” (la distorsión moral interior de la naturaleza caída). Jehovah… en cuyo espíritu, el Señor no tiene más cargos; el pecador no ha escondido nada.
El apóstol Pablo utilizó estos versículos para describir la felicidad del ser humano cuyos pecados son perdonados por la gracia de Dios, no por sus esfuerzos por cumplir con las obras de la Ley (Rom_4:6-8).





Juan 20; 29
Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.

Jesús no alabó la fe de Tomás (Mat_8:10; Mat_15:28). En pocos días principiaría una nueva etapa en la cual los discípulos de Jesús no andarían por vista sino por fe (2Co_5:7). Durante el ministerio personal de Jesús, "muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía". Los discípulos de Cristo creyeron en El por qué vieron la prueba (la evidencia) de su Deidad. "Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron" (Mat_13:16-17). También durante el ministerio de los apóstoles las señales eran necesarias para confirmar la palabra (Mar_16:20; Hch_14:3; Heb_2:3-4), pero ahora los que llegan a ser creyentes lo hacen por medio de oír la Palabra de Dios (Rom_10:17; 1Pe_1:8, "a quien amáis sin haberle visto"; Heb_11:1; Heb_11:27).
Algunas personas piensan que creerían en Jesús si vieran un milagro o una señal categórica. Pero Jesús dice que son dichosos los que creen sin ver. Tenemos todas las pruebas que necesitamos en las palabras de la Biblia y en el testimonio de los creyentes. Una aparición física no haría a Jesús más real de lo que ahora es.
Hay una fe más auténtica en la persona que insiste en estar segura, que en la que repite rutinariamente cosas que no ha pensado nunca por sí y que es posible que no crea de veras. Esa es la duda que a menudo acaba en certeza. Cuando una persona alcanza la convicción de que Jesucristo es el Señor venciendo sus dudas llega a una seguridad que no puede alcanzar la que acepta las cosas sin pensarlas.

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!


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