} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 6 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 6 de marzo de 2018

6 Marzo: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.




 Efesios 5; 8
porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz

Estaban en las tinieblas y las tinieblas estaban en ellos. Les faltó el conocimiento de Dios (2Co_4:4) porque Satanás cegó su entendimiento. Pero Cristo vino para vencer al autor de las tinieblas, y Pablo fue comisionado para convertirles de las tinieblas a la luz de Cristo (Hch_26:18).
"Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles..." (1Pe_4:3). Ahora no somos tinieblas; por eso, tenemos que dejar las prácticas de tinieblas. Antes "éramos por naturaleza (por la práctica confirmada) hijos de ira", es decir, el castigo (la ira) era el destino que correspondía a nuestra conducta como "hijos de desobediencia" (personas desobedientes a Cristo). Pero ahora somos "hijos de luz", personas de entendimiento y de obediencia.  Donde hay cristianos hay luz. La persona que obedece al evangelio de Jesús prende otra luz en el mundo de tinieblas.

Gálatas 5; 22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.

"Andad en (por) el Espíritu"  y no haréis las obras de la carne, sino que llevaréis este fruto (Jn_15:4; Jn_15:8). Recuérdese que el andar o vivir por el Espíritu simplemente significa vivir de acuerdo con el evangelio o la ley de Cristo.
         Pablo no da aquí una lista de los dones del Espíritu (hablar en lenguas, profetizar, sanar, etc.). Este fruto no es llevado por poseer los dones del Espíritu Santo para obrar milagros, sino porque mora el Espíritu en nosotros (Rom_8:9); es decir, Él nos guía a través de su palabra (Rom_8:14; Gál_5:16) y participamos de las cosas del Espíritu (2Co_13:14).
El fruto del Espíritu es la obra espontánea del Espíritu Santo en nosotros. El Espíritu produce estos rasgos del carácter que se encuentran en la naturaleza de Cristo. Ellos son el producto del control de Cristo, no podemos obtenerlo por tratar de llevarlos sin su ayuda. Si queremos que el fruto del Espíritu se desarrolle en nuestras vidas, debemos unir nuestra vida a la de El (Jn_15:4-5); debemos conocerlo, amarlo, recordarlo, imitarlo. El resultado será que cumpliremos con el propósito proyectado de la ley: amar a Dios y al prójimo. ¿Cuál de estas cualidades deseas que el Espíritu produzca en tu vida?

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!


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