Juan 1; 10
En el mundo estaba,
y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no le conoció.
A
pesar de que Cristo creó el mundo, la gente que creó no lo reconoció. Aun la
que Dios escogió para preparar al resto del mundo para la venida del Mesías lo
rechazó, pese a que todo el Antiguo Testamento hablaba de su venida.
En
el mundo estaba introduce tres
ideas en cuanto al Verbo de Dios. Primero, el verbo estaba es del tiempo
imperfecto, indicando una presencia continua. Segundo, y el mundo fue hecho
por medio de él repite el concepto recordando que todo lo que
existe en el mundo “llegó a existir” por su intervención personal. Tercero,
Juan llega a la culminación de su argumento: pero el mundo no le conoció. El Verbo de Dios vino personalmente al
mundo, creó el mundo y todo lo que en él hay, pero trágicamente el mundo no le
conoció. Observemos el cambio en el significado del término mundo
empleado tres veces en este versículo. Primero, se refiere al mundo habitado;
segundo, se refiere al mundo terrenal y todo lo que en él está; tercero, se
refiere a la humanidad caída y, sin embargo, el objeto del amor de Dios (Rom_3:16).
No
le conoció merece una atención especial.
El verbo es de tiempo aoristo, indicando una acción decisiva, de una vez. Se
refiere a un conocimiento más que intelectual; Juan tiene en mente un
conocimiento íntimo y personal, que incluye un compromiso. La razón por esta
falta de conocimiento, como se aclara luego, no es falta de oportunidad, ni
conocimiento intelectual, sino se debe a la voluntad contraria, rebelde, el
eterno no querer.
Juan
4; 42
Y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho,
porque nosotros mismos le hemos
oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.
"Jesús
está de pie delante de nosotros hoy en día en persona en su Palabra, y podemos
oírle directa y personalmente en esa Palabra como si nos hubiéramos sentado
entre los oyentes de Sicar. Ellos lo tuvieron solamente por dos días, pero
nosotros podemos tenerlo todos los días".
Los judíos querían obligar a Jesús a
ser rey para quitar el yugo de Roma (6:15), pero los samaritanos entendían que
Cristo era el Salvador del mundo (compuesto de judíos, samaritanos,
gentiles). Es muy obvio que los samaritanos eran "buena tierra" (Luc_8:15), personas listas a recibir la simiente y
llevar fruto para Dios. Por haber recibido tantas bendiciones y privilegios de
Dios los judíos se llenaban de orgullo y vanidad, de modo que rechazaron a
Cristo, pero los samaritanos, con muy limitadas bendiciones, lo recibieron con
toda prontitud y con gratitud.
Jesús dijo a los judíos, "¿Por qué
no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra" (Jn_8:43). Los samaritanos entendían el lenguaje de
Jesús porque podían escuchar su palabra.
Jesús era y es
El Salvador. Él es el único que
puede rescatar a las personas de la situación terrible y desesperada en que se
encuentran; el único que puede romper las cadenas que tienen esclavas a las
personas a su pasado, y darles poder para enfrentarse con el futuro. La
Samaritana es en realidad un buen ejemplo de cómo actúa el poder salvador de
Jesús. La población donde vivía ya la tendría probablemente por una persona irreformable;
y seguramente ella misma estaría de acuerdo en que jamás sería capaz de llevar
una vida respetable. Pero llegó Jesús, y la rescató por partida doble: la
capacitó para que se desligara de su pasado, y la introdujo a una nueva vida
desde allí en adelante. No hay título que Le corresponda a Jesús mejor que El
Salvador del Mundo.
¡Maranata! ¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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