} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 10 Abril 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 10 de abril de 2019

10 Abril 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Marcos 1; 35
Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba.
El gentío no permitía a Jesús tiempo libre, ni para orar; por eso buscó un lugar solitario para orar antes de que llegara la gente en la mañana del día. Jesús siempre oraba “sin cesar” (1Ts_5:17). Jesús estaba en comunión con el Padre constantemente. Antes de comenzar su gira por Galilea a predicar, Jesús buscó la “dulce hora de oración”. Nadie tiene la fuerza necesaria para las tareas necesarias de cada día sin la ayuda de Dios. Ahora bien, Jesús sabía muy bien que no podía vivir sin Dios; que, si había de seguir dando constantemente, tenía que recibir por lo menos algunas veces; que si había de consumirse por los demás, tenía que reponer Sus fuerzas espirituales de vez en cuando. Sabía que no podía vivir sin oración.  En la oración Le damos a la perfecta mente de Dios la oportunidad de alimentar nuestra mente.  Jesús sabía todo esto; Él sabía que si había de encontrarse con los hombres, primero tenía que encontrarse con Dios. Si la oración era algo necesario para Jesús, ¡cuánto más lo será para nosotros!
Cristo se fue a un lugar desierto. Aunque no corría peligro de distraerse o de tentación a la vanagloria, de todos modos se retiraba. Quienes desempeñan en público la mayor parte de su actividad, y de la mejor clase, a veces deben, no obstante, estar a solas con Dios.

Lucas 6; 12
En esos días Él se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.
En esto Jesús es nuestro ejemplo de orar antes de eventos importantes de la vida (Mar_6:46; Luc_22:41-44; Jn_11:41-42; Jn_17:1). Toda decisión importante debe ser precedida por ferviente oración. Lucas nos dice que Jesús oraba frecuentemente.
Este evangelista toma nota frecuente de los retiros de Cristo, para darnos un ejemplo de oración secreta, mediante la cual debemos mantener nuestra comunión con Dios diariamente, y sin la cual es imposible que el alma prospere. En aquellos días, cuando sus enemigos estaban llenos de locura contra él, y sabían qué hacer con él, salió a orar; para que pueda responder al tipo de David (Sal. 109: 4), Por mi amor, ellos son mis adversarios; más me entrego a la oración.   Estaba solo con Dios; él fue al monte a orar, donde podría tener ninguna perturbación o interrupción.  Él continuó toda la noche en oración. Pensamos que una media hora es mucho para gastar en los deberes de la oración; Pero Cristo continuó toda una noche en meditación y oración secreta. Tenemos una gran cantidad de bendiciones en el trono de la gracia. Después de haber continuado orando toda la noche, uno hubiera pensado que, cuando era de día, debería haberse echado a descansar y dormir un poco. No, tan pronto como Su cuerpo se movía, llamó a sus discípulos. Al servir a Dios, nuestro gran cuidado debe ser no perder tiempo, sino hacer que el final de un buen deber sea el comienzo de otro.  
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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