} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 12 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

domingo, 12 de noviembre de 2017

12 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)


Job 11; 7
¿Descubrirás tú los secretos de Dios?
¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?

      Zofar era la clase de persona que tenía una respuesta para todo: fue totalmente insensible a la situación única de Job. Zofar es el menos comprensivo de los tres amigos. Su mensaje a Job es sencillo: Estás sufriendo porque Dios sabe que eres un pecador secreto, por lo tanto, ¡arrepiéntete!
 Zofar habla bien respecto de Dios, su grandeza y su gloria, tocante al hombre, su vanidad y su necedad. Véase aquí qué es el hombre; y que se humille. Dios ve esto tocante al hombre vano: que se piensa sabio aunque nace como cría de asno salvaje, tan indomable y nada enseñable. El hombre es una criatura vana; pueril, ese es el calificativo correcto. No obstante, es criatura orgullosa que se engaña a sí misma. Se piensa que es sabio aunque no se someta a las leyes de la sabiduría. Él sería sabio si va tras la sabiduría prohibida y, como sus primeros padres, apuntando a ser sabio por encima de lo que está escrito, pierde el árbol de la vida por el árbol del conocimiento. ¿Una criatura así es apta para contender con Dios?  Dios es insondable en su vida y perfecciones. Por su inmensidad llena todo el orbe, desde la altura de los cielos a lo profundo del Seol, o región tenebrosa de los muertos; sobrepasa a la tierra y al mar. ¿Cómo va a conocer, pues, el hombre la esencia secreta de Dios y sus misterios? Toda la creación le está sometida: el cielo, la región de los difuntos, la tierra y el mar.
Dios como omnipotente, dirige la historia humana y actúa sin dar cuentas a nadie: aprisiona y cita a juicio y nadie puede oponerse . En realidad, esto no lo hace por capricho, sino que con su ciencia superior escudriña las intenciones de los hombres falaces y sin esfuerzo ve la iniquidad de ellos. Conforme a esta ciencia superior, envía correctivos a los hombres. Es el único medio de que el necio se haga discreto, pues el hombre al nacer es rebelde e incipiente como el asno salvaje; pero con los castigos se domesticar.


Isaías 43; 10-11
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.
Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.


     Aquí se presenta a Israel como testimonio viviente del cumplimiento de las profecías. Así, pues, invita a que se presente, ante los pueblos reunidos en juicio, a Israel, pueblo ciego, aunque tiene ojos, un pueblo que, si bien no ha sabido captar el sentido de los hechos según los designios de la divina Providencia, no obstante, tiene ojos, porque ha sido testigo de los hechos materiales que en su historia han ocurrido. Por eso está capacitado para dar un testimonio en este juicio entre Dios y las naciones, que para este acto judicial se han reunido. Dios quiere que Israel confiese públicamente las predicciones antiguas que se le comunicaron para resolver el litigio judicial en cuestión. Dios se dirige directamente a sus contrincantes en el juicio: ¿quién de entre ellos (los adoradores de los ídolos) anuncia. esto? , es decir, la redención y liberación de Israel de la cautividad y su repatriación. Nos hace oír cosas antiguas, los hechos ocurridos que habían sido profetizados, que deben ser las pruebas para probar la veracidad de los ídolos, es decir, los vaticinios sobre el futuro, señal inequívoca del conocimiento sobrenatural, propio de la divinidad. Los hechos deben comprobar las profecías. Los gentiles deben presentar sus pruebas históricas del cumplimiento de las supuestas profecías de sus dioses, para que, una vez razonadas, puedan todos decir convencidos: es verdad. Al ver que los idólatras no pueden aportar pruebas de este género, se dirige Jehová a sus propios testimonios, que son los mismos israelitas. Israel es el siervo de Jehová, y con su historia excepcional, salpicada de intervenciones divinas, es la mejor prueba de la divinidad de Jehová, Dios único. Mientras que los ídolos son obra de sus adoradores: ninguno fue formado antes de Yahvé. No se declara con esto que Yahvé fuera “formado,” sino que los ídolos no son eternos y no pueden pretender la antigüedad de Yahvé, pues son fabricación de sus adoradores. Por otra parte, ninguno habrá después de Yahvé  es la afirmación de la eternidad divina. Yahvé solo es el Salvador. Ningún dios puede anunciar el futuro y salvar a su pueblo como Yahvé, y los israelitas son testigos de esto por su historia, llena de intervenciones milagrosas de Dios. Pero este carácter de Dios no sólo lo mantuvo desde la eternidad, sino que lo mostrará en adelante (desde ahora), liberando a su pueblo oprimido. Con ello se manifestará realmente salvador. Y nadie podrá torcer un designio de Yahvé si El se propone realizarlo: lo que hago, ¿quién lo volverá?


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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