} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 29 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

miércoles, 29 de noviembre de 2017

29 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)


Apocalipsis 20; 11-12
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

             Los varios "juicios" mencionados en el libro hasta ahora han tenido que ver con el imperio romano pagano, que perseguía a los santos primitivos. Eran juicios concernientes al tiempo. Pero ahora se introduce el Juicio Final.
El poder de Satanás no es eterno; se enfrentará su condena. Empezó su obra maligna en la humanidad al principio (Genesis_3:1-6) y la continúa hoy; pero será destruido cuando sea lanzado en el lago de fuego. El diablo será liberado del pozo del abismo ("su prisión", Genesis_20:7); pero nunca se le sacará del lago de fuego. Nunca más volverá a engañar a nadie.
En el juicio, se abren los libros. Representan el juicio de Dios y en ellos están registradas las obras de cada uno, buenas o malas. No somos salvos por obras, pero estas se ven como una clara evidencia de la relación de una persona con Dios. El libro de la vida contiene los nombres de quienes han puesto su confianza en Cristo para ser salvos.
Según Juan, el Juicio empieza con la desaparición del mundo actual; la tierra y el cielo huyen de Su presencia. Juan está pensando en términos que eran muy corrientes en el Antiguo Testamento. Dios echó los cimientos de la tierra, y los cielos son la obra de Sus manos. Sin embargo, sigue siendo verdad que «ellos perecerán... como una vestidura se envejecerán, como un vestido los mudarás, y pasarán» (Salmo 102:25-27). «Los cielos se desvanecerán como el humo, y la tierra se envejecerá como un vestido» (Isaías_51:6 ). "El cielo y la tierra pasarán» (Marcos_13:31). «Los cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas» (2Pedro_3:10). La nueva humanidad en Cristo tendrá un nuevo mundo en Cristo.
Es el juicio de los grandes y de los pequeños. No hay nadie tan grande como para escapar al juicio de Dios, ni tan poco importante como para desmerecer Su vindicación.
Se mencionan dos clases de libros. El primero contiene el informe de las obras humanas. Esta es una idea corriente en la Escritura. " El Juez se sentó, y se abrieron los libros» Daniel_7:10) Cuando concluya la edad presente, se abrirán los libros a la luz del firmamento, y todos los verán.
La idea es sencillamente que Dios guarda un archivo de todas las obras humanas. El simbolismo es que a lo largo de toda nuestra vida vamos escribiendo; no es tanto que Dios juzga a la persona como que cada uno escribe su propia sentencia.

El segundo libro es El Libro de la Vida. Este también aparece con frecuencia en la Escritura. Moisés está dispuesto a que Dios le borre del Libro de la Vida si así se salva el pueblo Exodo_32:32). El salmista ora que los malvados sean borrados del Libro de la Vida y no escritos con los justos Salmo_69:28). Isaías habla de los que están escritos entre los vivos (Isaías 4:3). Pablo habla de sus colaboradores cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida Filipenses_4:3). La promesa del Cristo Resucitado a la Iglesia de Sardes es que el nombre del que salga victorioso no será borrado del Libro de la Vida (Apocalipsis 3:5). Aquellos cuyos nombres no estén escritos en el Libro de la Vida serán entregados a la destrucción (Apocalipsis 13:8). La idea detrás de todo esto es que todos los gobernantes tenían un libro de registro de los ciudadanos que vivían en su demarcación; y, por supuesto, cuando uno moría, se quitaba su nombre de ese libro. Aquellos cuyos nombres están en el Libro de la Vida son los ciudadanos vivos y activos del Reino de Dios.


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

No hay comentarios:

Publicar un comentario