} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 8 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

miércoles, 8 de noviembre de 2017

8 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

  

Jonás 2; 2-7

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
Desde el seno del Seol clamé,
Y mi voz oíste.
Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,
Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;
Mas aún veré tu santo templo.
Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
El alga se enredó a mi cabeza.
Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Es interesante observar que mientras los marineros oraban, Jonás dormía. Frente a la muerte el profeta comenzó a orar con fervor y en poesía. Algunos eruditos dicen que el capítulo dos consiste en un salmo antiguo que los que recopilaron el libro de Jonás se lo agregaron al texto. Llegan a esta conclusión puesto que el salmo es la oración de uno que ha sido salvado del peligro de la muerte y ahora está en condiciones de ofrecer sacrificios a Dios. No obstante, todo el libro habla de hechos pasados, no solamente el capítulo dos, y era muy lógico esperar que el autor utilizara el idioma de los Salmos para componer su oración.
Ya sea que él hubiera estado consciente todo el tiempo o no, Jonás estuvo suficientemente alerta algún tiempo durante sus días dentro del pez o ballena para comprender que no se había ahogado sino que estaba siendo mantenido vivo. El profeta no solamente se sentía en el fondo del mar sino a la base de las montañas. Para muchos hebreos el destierro en Babilonia era así; pensaban que nunca volverían a ver su tierra. El regreso a Palestina era como salir de la tumba. Su oración es un testimonio de que Dios efectivamente escucha las oraciones de la persona angustiada.

El seno del Seol: Esta es la parte interior de la tierra, la tumba, lejos de la presencia de Dios. Jonás está consciente de su seria y amenazadora situación. Los cerrojos del Seol estaban pues en el mundo de los muertos debajo del gran abismo. Esta es una oración de agradecimiento, no una petición de liberación. Jonás simplemente estaba agradecido de no haberse ahogado. Fue librado de una forma espectacular y lo sobrecogía pensar que había escapado de la muerte. Aun dentro del pez, Dios escuchó la oración de Jonás. Podemos orar en cualquier parte y a cualquier hora, que Dios nos oirá. Nuestro pecado nunca es demasiado grande, ni nuestra dificultad demasiado inmensa, para Dios.

 Jonás dijo: "Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová" (2.7). A menudo hacemos lo mismo. Cuando todo nos va bien, tendemos a olvidarnos de Dios; pero cuando no hay esperanza, clamamos a Él. Este tipo de relación con Dios conduce a una vida espiritual no muy firme, con altas y bajas. Un compromiso con Dios firme y diario promueve una sólida relación con El. Busca a Dios en las buenas y en las malas, y tendrás una vida espiritual más vigorosa.
El profeta hace el contraste entre los que abandonan su fe para adorar ídolos, vanidades ilusorias, y los que adoran al Dios verdadero. A pesar de su desobediencia Jonás nunca dejó de creer en Dios o de reconocer que era el único Dios creador de todo. Como en otros lugares de la Biblia se manifiesta que el culto a ídolos no es solamente falso sino vano (Isaías_44:9-20). Jonás termina su oración con la confianza de que un día va a ofrecer sus sacrificios y cumplir sus votos prometidos. No se sabe la naturaleza de los votos; Deuteronomio_23:22-23 dice que un voto es una promesa voluntaria y algo muy serio que uno debe cumplir.
Al fin Jonás fue librado del pez, pero su liberación no era un fin en sí mismo. Tal como Dios libró a su pueblo rebelde de cautiverio para darles una oportunidad de ser sus mensajeros al mundo (Jeremías_51:44) así fue con Jonás. Dios le mandó al pez que vomitara a Jonás en tierra para que recibiera de nuevo la Palabra de Dios.

Dios quiere la salvación de todas las personas en el mundo. Se preocupa por las grandes ciudades del mundo donde hay enormes conglomerados de personas, muchas de las cuales no tienen valores morales que las orienten. Hoy Dios nos llama a compartir el mensaje de su salvación en las grandes ciudades del mundo para que las muchedumbres puedan conocer su bondad, su amor y su perdón.

Lamentaciones 3; 25
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
Debido a que el amor y la compasión son los principales atributos de Dios, son siempre nuevos, listos para ser probados y conocidos otra vez. Por esta razón, los que han sido afligidos pueden siempre poner su confianza en Él nuevamente, para su aceptación y restauración. Dios es “fiel”, o invariable en su amor. Por lo tanto, el poeta puede estar contento de que Dios sea su porción, no importan las circunstancias.

Siendo Dios así, es bueno buscarle. Hacerlo, sin embargo, puede costar,  la vida de Jeremías. Puede ser que la bondad de Dios se conozca sólo después de haber soportado pacientemente el sufrimiento.


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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