Capítulo 9;14-33
14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en
Dios? En ninguna manera. 15
Pues a Moisés dice: Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me
compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que
corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para
mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha
resistido a su voluntad? 20
Mas antes, oh hombre, ¿quién
eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
¿Por qué me has hecho así?21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y
qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su
gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los
judíos, sino también de los gentiles? 25
Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la
no amada, amada. 26 Y en el
lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente. 27 También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número
de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo;
28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra
en justicia y con prontitud. 29 Y
como antes dijo Isaías:
Si el
Señor de los ejércitos no
nos hubiera dejado descendencia,
Como Sodoma
habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes.
30 ¿Qué,
pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la
justicia, es decir, la justicia que es por fe; 31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia,
no la alcanzó. 32 ¿Por
qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues
tropezaron en la piedra de tropiezo, 33
como está escrito:
He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de
caída;
Y el que
creyere en él, no será avergonzado.
Ahora Pablo sale al paso de
las preguntas y objeciones que surgen en nuestra mente. Ha dicho que el proceso
de selección y elección ha seguido su curso a lo largo de la historia de
Israel; ha hecho hincapié en el hecho de que la elección no se basa en ningún
mérito humano, sino exclusivamente en la voluntad de Dios. Todo lo que Dios hace es correcto, y puede dispensar sus bendiciones a
quien y en qué términos le plazca.
Nuevamente cita dos ejemplos
para demostrar su afirmación, y los refuerza con citas bíblicas. El primer
ejemplo está tomado de Éxodo_33:19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu
rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia
del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Las palabras de Dios a Moisés, muestran que
Dios tiene derecho a dispensar sus bendiciones como le plazca; porque, después
de haber declarado que perdonaría a los judíos de antaño, y los continuaría en
la relación con su pueblo peculiar, cuando habían merecido haber sido cortados
por su idolatría, dijo: Yo haré pasar todo mi bien
delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré
misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré
clemente Como si dijera: Haré tal ostentación de mis perfecciones que os
convencerá de que mi naturaleza es bondadosa y benéfica; pero sabed que no soy
deudor de ninguna de mis criaturas. Mis
beneficios y bendiciones son meramente de mi propia buena voluntad: ni
ningún pueblo, y mucho menos un pueblo rebelde, puede desafiarlos como lo que
les corresponde en justicia o equidad. Y por lo tanto ahora perdono a los
judíos; no porque tú, que intercedes por ellos, o ellos mismos tengan algún
derecho a mi favor, sino que por mi
propia gracia libre y soberana, elijo mostrarles misericordia y compasión. Daré mi salvación a mi manera y en mis
propios términos. El que cree en mi
Hijo Jesús, será salvo; y el que no creyere, será condenado. Este es el diseño
supremo de Dios; este propósito nunca lo cambiará; y esto lo ha declarado
plenamente en el Evangelio eterno. Este es el gran Decreto de reprobación y
elección. Moisés está pidiendo una prueba definitiva de que Dios está
realmente con el pueblo de Israel. La respuesta de Dios es que Él tendrá
misericordia de los que tenga misericordia; es decir, le dice a Moisés que
confíe y deje la cosa en Sus manos, porque Él sabe lo que hace. Su actitud de
misericordia hacia la nación depende exclusivamente de Él mismo. Y el otro
ejemplo está tomado de la batalla para la liberación de la esclavitud de Egipto
y el poder del Faraón. La primera vez que Moisés fue a pedir la libertad,
advirtió a Faraón que Dios le había colocado en el escenario de la historia
para demostrar Su divino poder y servir de ejemplo a la hu manidad de lo que
sucede a los que se oponen a Dios Éxodo_9:16 Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y
para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. . Pero esto no
quiere decir que Faraón no fuera más que una marioneta. Dios le advirtió, pero
Faraón escogió no hacer caso.
Cuando llegamos al fondo de
la cuestión, vemos que conserva una gran verdad. Es imposible pensar en la
relación entre Dios y el hombre en términos de justicia -entendida ésta en los
términos de nuestra experiencia humana limitadísima. El hombre no puede nunca
tener ningún derecho ante Dios. La creatura no puede pretender nada ante el
Creador. Sea cual fuere la justicia que se aplica, la respuesta es que el
hombre no merece nada ni puede pretender nada. En el trato de Dios con los
humanos lo esencial son Su voluntad y Su misericordia.
Dios desea hacer lo mejor para cada hombre. Pero,
como en el caso de Esaú, quien desenfrenadamente vendió su primogenitura, y de
Faraón, quien convirtió todas las revelaciones de Dios en ocasiones de mayor
resistencia y rebelión más fuerte, el Padre Celestial a veces se ve obligado a
desechar a aquellos que podrían ayudar en la ejecución de Sus propósitos, y
usar vasijas inferiores hechas de arcilla común.
En la primera parte del conflicto con el orgulloso
monarca egipcio, se dice que endureció su corazón, y después Dios lo endureció,
Éxodo_8:15 Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y
no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
// 10:20 pero
Jehová endureció el corazón de Faraón, y éste no dejó ir a los hijos de Israel. Al perverso Dios se vuelve perverso; es decir, los
medios que Él emplea para ablandar y salvar se endurecerán, así como el sol que
derrite la cera endurece el barro.
El mismo poder que fue frustrado y resistido por la
incredulidad y la obstinación del Pueblo Elegido, se ha apoderado de nosotros
los gentiles, que no hemos tenido ninguna de sus ventajas, ¡y qué maravillosa
misericordia ha mostrado con nosotros! ¡Riquezas de gloria en vasos de
misericordia!.
¡Qué argumento para que todos nosotros no resistamos
la gracia de Dios, que lucha con nosotros tan ferviente y continuamente! Dios
puede hacer santos del material más improbable.
Anteriormente Pablo ha mostrado que, a lo largo de
toda la historia de Israel, se ha venido produciendo el proceso de elección y
selección de Dios. Cuando el alfarero hace una vasija, ésta no puede hacerle
sugerencias ni discutirle su destino; el alfarero tiene poder absoluto sobre la
arcilla para hacer de ella algo destinado a un uso honorable o vulgar, y la
arcilla no tiene derecho a protestar. Con esta ilustración, del barro y el alfarero, Pablo
no dice que algunos somos más valiosos que otros, sino simplemente que el
Creador controla todo lo creado. El objeto creado, sin embargo, no tiene el
derecho de demandar cosa alguna de su Creador; su existencia depende de Él. Al
tener en cuenta esta perspectiva, se elimina cualquier tentación de
enorgullecernos por logros personales. Que no descarta la masa rebelde, sino le
da una nueva forma.
Pablo en realidad tomó este ejemplo de Jeremías_18:1-6 (1 Palabra
de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2
Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que
él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la
vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo
otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este
alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano
del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.) que es un ejemplo de la paciencia de
Dios. Este pasaje ha inspirado un coro
que se canta en muchas iglesias:
“Yo quiero
ser, yo quiero ser, Señor amante, como el barro en manos del alfarero: toma mi
vida, hazla de nuevo; yo quiero ser, yo quiero ser un vaso nuevo…”
Conviene decir aquí un par de cosas.
Pero debemos recordar una: fue con angustia de
corazón como Pablo escribió este pasaje. Se enfrentaba con el hecho
desconcertante de que el mismo pueblo de Dios, sus propios parientes, habían
rechazado y crucificado al propio Hijo de Dios.
De todas maneras, Pablo no termina así su argumento.
Continúa diciendo que el que los judíos hayan rechazado al Mesías ha sido con
el fin de que se les abriera la puerta a los gentiles.
Pablo estaba discutiendo con los judíos, y sabía que
la única manera de reforzar su argumento era con citas de las Sagradas
Escrituras; así es que pasa a citar textos que prueben que el que Cristo fuera
rechazado por los judíos y aceptado por los gentiles había sido de hecho
anunciado por los profetas. Oseas había dicho que Dios haría que fuera pueblo
Suyo uno que no lo era (Oseas 2:23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de
Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.), y
que serían llamados hijos de Dios (Oseas_1:10
Con todo, será el número de los hijos de Israel como la
arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue
dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios
viviente ); e Isaías había previsto una situación en la que Israel sería
obstruido si no fuera por un remanente (Isaías10:22
Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las
arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará
justicia. 37:32 estas
son las palabras que Jehová habló contra él: La virgen hija de Sion te
menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén. ).
Su argumento es que Israel podría haber previsto su ruina si hubiera tenido
entendimiento.
Pablo traza un
contraste entre dos actitudes para con Dios. La de los judíos pretendía
alcanzar la debida relación con Dios mediante el propio esfuerzo. Dicho de otra
manera, para que quede claro lo que quiere decir: fundamentalmente, la idea de
los judíos era que un hombre, mediante la estricta obediencia a la Ley, podía
llegar a tener una cuenta positiva con Dios, con el resultado de que Dios
estaría en deuda con él y le debería la Salvación. Pero estaba claro que
siempre era una batalla perdida, porque la imperfección humana no podía nunca
satisfacer la perfección de Dios; nada que el hombre pudiera hacer por Dios
podría ni empezar a devolverle a Dios lo que ha hecho por el hombre.
Eso es precisamente lo que Pablo descubrió. Como él
decía, los judíos se pasaban la vida tratando de satisfacer una Ley cuya
obediencia les dejara en paz con Dios; y nunca lo conseguían, porque tal cosa
era imposible. Los gentiles no estaban empeñados en tal empresa; pero, cuando
se encontraron de pronto cara a cara con el amor increíble de Dios manifestado
y ofrecido en Jesucristo, sencillamente se arrojaron en los brazos de tal amor
con entera confianza. Fue algo así como si los gentiles vieran la Cruz y
dijeran: " Si Dios me ama de tal manera, puedo confiarle mi vida y mi
alma.»
El judío trataba de hacer que Dios quedara en deuda
con él; el gentil estaba contento de estar en deuda con Dios. El judío creía
que podía ganarse la Salvación haciendo cosas para Dios; el gentil se sumía en
la admiración de lo que Dios había hecho por él. El judío trataba de llegar a
Dios por sus obras; el gentil llegaba a Dios por el camino de la confianza, la
fe en la Obra de Cristo.
La verdadera noción del llamamiento o invitación de
los gentiles es esta: mientras que ellos no tenían miedo de ser reinstaurados
en los privilegios del reino peculiar de Dios, y en consecuencia no se
esforzaron por obtener esa bendición, sin embargo, no obstante, han obtenido la justificación, la remisión de los pecados y
los privilegios del pueblo de Dios: no en razón de su anterior dignidad y
obediencia, sino puramente por la gracia y misericordia de Dios, recibida por
la fe de su parte. Y así, abrazando el esquema de vida publicado por el
Evangelio, son adoptados en la familia e Iglesia de Dios. Así los gentiles son
llamados o invitados.
Pablo habría dicho " Amén" a esto.
La piedra es una de las referencias características
de los primeros escritores cristianos. En el Antiguo Testamento se menciona
varias veces una piedra misteriosa En Isaías 8:14
Entonces él será por
santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por
tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. se
dice que Dios será como una piedra de ofensa y una roca de tropiezo a las casas
de Israel. En Isaías_28:16 por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto
en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de
cimiento estable; el que creyere, no se apresure , Dios dice que va a
poner en Sión una piedra, una preciosa piedra angular, como fundamento estable.
En Daniel 2:34 Estabas
mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en
sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 2;44 Y en los días de estos reyes el Dios del
cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a
otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá
para siempre, se hace referencia a
una piedra misteriosa. En el Salmo_118:22 ,
el salmista escribe: « La
piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo.»
Cuando los cristianos empezaron a buscar en el
Antiguo Testamento anuncios de la venida de Cristo se encontraron con estas
referencias a la piedra maravillosa, y se dieron cuenta de que se referían a
Cristo. En los Evangelios se dice que fue Jesús mismo el primero que hizo la
identificación y se aplicó a Sí mismo (Mateo_21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
La
piedra que desecharon los edificadores,
Ha
venido a ser cabeza del ángulo.
El
Señor ha hecho esto,
Y
es cosa maravillosa a nuestros ojos?)
Los
cristianos reconocieron figuras de Cristo en la piedra que era fundamento
estable, la piedra angular que daba unidad a todo el edificio, la piedra que
había sido desechada y luego reconocida como la más importante de todas.
Los cristianos entendieron que su significado
era que Dios se había propuesto que Su Hijo fuera el fundamento de la vida de
todos los hombres; pero cuando Él vino, los judíos Le rechazaron; y el rechazar
al Don de Dios que era para su Salvación se convirtió en la causa de que quedaran
excluidos.
La verdad eterna que contiene este pensamiento es
que Jesús fue enviado al mundo para ser el Salvador de todos los hombres, pero
es también la Piedra de toque por la que son juzgados. Si el corazón de una
persona responde al amor de Jesús y Le recibe como Salvador, para ella lo es;
pero si el corazón de una persona queda totalmente insensible o Le rechaza,
para ella es la condenación. Jesús vino al mundo para nuestra Salvación; pero
por nuestra actitud hacia Él podemos recibirla o perderla.
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