} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 10 Diciembre LA BUENA SEMILLA

sábado, 10 de diciembre de 2016

10 Diciembre LA BUENA SEMILLA

   
Salmo 102; 25-27
El escritor de este salmo sentía el rechazo y el abandono por sus grandes problemas. Los problemas y las angustias pueden abrumarnos y hacernos sentir que Dios nos ha olvidado. Aun aquellos creyentes que se llenan la boca de "amor al hermano" son los que menos dispuestos están a ayudar. El infierno está lleno de almas que se quedaron en buenas intenciones, palabras y nada más.
Pero Dios nuestro Creador está eternamente junto a nosotros y cumplirá todas sus promesas, aun cuando nos sintamos solos.
Tú que lees esto ¿has experimentado alguna vez esa sensación de soledad? ¿has pasado por momentos donde te ha defraudado la familia de la fe?
Qué tristeza sientes ¿verdad? Pero al mismo tiempo sabes que esa prueba ha puesto en evidencia la madurez espiritual y la fe de muchos; sientes tristeza por ellos porque viendo están ciegos, no ven las oportunidades que Dios les presenta para llevar a cabo. Pero eso saldrá en el día de dar cuentas a Cristo.
El mundo perecerá, pero El Señor permanecerá.
Hebreos 1:10-12 cita estos versículos para mostrar que Jesucristo, el Hijo de Dios, también estaba presente y activo en la creación del mundo.
El salmista vuelve a su situación personal y se queja a su Dios de que su vida se acorte, cuando aún podía esperar largos días. Confiado en el poder sobrenatural de su Dios, suplica que le permita continuar normalmente su vida. Esta, en comparación con la existencia de los cielos y de la tierra, resulta ridícula; pero la permanencia de éstos frente a la eternidad de Dios resulta también efímera. Jehová, en su omnipotencia, cambia los cielos y la tierra con la facilidad con que se muda un vestido. Los cielos y la tierra se gastan como una prenda de vestir; en cambio, Dios permanece para siempre: es siempre el mismo. Los años no dejan huella en su existencia.
Las dolencias corporales debilitan prontamente nuestra fuerza, entonces, ¿qué podemos esperar sino que nuestros meses sean cortados en la mitad? ¿Qué haremos, sino proveer adecuadamente?
A veces las personas que dicen no creer, reaccionan ante las necesidades urgentes de creyentes y los socorren; lo digo para verguenza y escarnio de muchos "cristianos" apagados, eclipsados por sus bienes materiales, que miran para otro lado. ¡Hipocritas! bien dijo Jesús : de labios me honran pero su corazón no siente lo que dicen (parafraseado) Las congregaciones, las iglesias están llenas de religiosos que adsptan lo que les conviene de la Palabra de Dios en la Biblia a sus vidas, y mismo se emocionan...pero sus frutos ¿Acaso un mal árbol puede dar fruto bueno? Si no ha sido "injertado" pueden pasar años sin dar fruto comestible. Lo mismo los creyentes si no han "nacido de nuevo" no puede dar fruto espiritual. Puedes decirle explicarle versículo por versículo, entra por un oído y sale por el otro, sin retener nada. Otros han cauterizado su conciencia de tal modo que ya no les advierte y llaman bueno a lo malo y viceversa. Sólo el Espíritu Santo puede poner orden antes de que venga el Señor. Solo podemos orar que obre y aparte de nosotros tanto cabrito disfrazado de oveja.
Debemos reconocer la mano de Dios en ello; y tenemos que reconciliar esto con su amor, porque, a menudo, los que han usado bien su fuerza la ven debilitada; y aquellos que, como según pensamos, difícilmente son pasados por alto, ven acortados sus días. Muy consolador es, respecto de todos los cambios y peligros de la iglesia, recordar que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Respecto a la muerte de nuestros cuerpos y la partida de amigos, consuela recordar que Dios es el Dios eterno.
No pasemos por alto la seguridad contenida en este salmo sobre el final feliz de todas las pruebas del creyente. Aunque todas las cosas estén cambiando, muriendo, pereciendo, como una vestimenta que se muda y rápidamente se deteriora, no obstante, Jesús vive y todo está seguro, porque dijo: Porque yo vivo vosotros también viviréis.
En este Salmo apreciamos más la verdad de que Jesucristo es Señor de todo lo creado; él puede cambiar las cosas, pero él no cambia. Por eso podemos confiar en él; esto da seguridad a los que pertenecen a Dios.

¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

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