} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 5 Diciembre LA BUENA SEMILLA

lunes, 5 de diciembre de 2016

5 Diciembre LA BUENA SEMILLA


Jeremías 2; 28

A pesar de todas sus ventajas, Israel se había vuelto como la vid silvestre que da fruto venenoso. El pueblo se compara a animales que buscan pareja en tiempos de celo. Con desenfreno, corren hacia el poder, el dinero, las alianzas con potencias extranjeras y a otros dioses. Los ídolos no buscan a nadie. La gente busca a los ídolos y luego corre con ligereza en pos de ellos. Después se siente tan cómoda en su pecado que no puede pensar en renunciar a él. Su única vergüenza es que la atrapen. Si deseamos algo a tal punto que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para conseguirlo, esta es una señal de que somos adictos a ella y estamos fuera de sintonía con Dios.

La apostasía de Israel es un mal negocio, pues le va a acarrear la confusión y el deshonor como ladrón sorprendido “in fraganti”. La infidelidad ha comenzado por las altas clases, que tenían especial obligación de velar por los intereses religiosos de su pueblo. Los reyes, príncipes, sacerdotes y profetas son los principales culpables de la idolatría; Tú eres mi padre, dicen a un simple leño. Alusión a los cultos de árboles sagrados. Aún hoy día entre las gentes incultas beduinas se cree que los árboles tienen especiales geniecillos y poderes. Son restos de la religión animista.
En el culto cananeo se daba mucho realce al árbol como símbolo de la fecundidad; y aun se daba culto a leños secos llamados asera, relacionándolos con Astarté, la diosa de la fecundidad. Además, estaba el culto a la piedra o estela llamada massebah. Los templos cananeos eran al aire libre: bosques naturales o artificiales (troncos dispuestos verticalmente) o piedras en forma de menhires; por eso aquí se dice que el devoto dice a una piedra: Tú me engendraste. Quizá en estas expresiones del profeta sólo haya una simple alusión al material de que estaban hechos los ídolos en general. La ironía es sangrante: los hombres reconociendo como progenitores suyos a los seres inanimados, la vida proporcionada por objetos que no la tienen. Isaías desarrolla esta idea del modo más sarcástico. Los israelitas abandonan al Dios-Jehová, trascendente, santísimo, que los ha elegido como pueblo, para entregarse a la más crasa idolatría. No cabe mayor degradación religiosa.

Romanos 1; 16

Pablo no se avergonzaba porque su mensaje era el mensaje de Cristo, las buenas nuevas. Era un mensaje de salvación por fe en Jesucristo, poderoso para cambiar vidas y para todos. Cuando se sienta tentado a avergonzarse, recuerde que las buenas nuevas se refieren a todo esto. Si se centra en Dios y en lo que hace en el mundo, antes que en sus limitaciones, su vergüenza pronto desaparecerá.
¿Por qué el mensaje fue antes a los judíos? Por más de dos mil años fue un pueblo especial para Dios, desde que Dios escogió a Abraham y le prometió grandes bendiciones a sus descendientes. Dios no los escogió porque lo merecieran (Deuteronomio_9:4-6), sino porque quiso mostrar su amor y misericordia a través de ellos, enseñarles y prepararles para la venida del Mesías al mundo. Los escogió no porque tenga favoritos, sino para que el mundo conociera su plan de salvación.
Por siglos los judíos aprendieron acerca de Dios mediante la obediencia a sus leyes, celebrando sus fiestas y viviendo de acuerdo a sus principios morales. A menudo olvidaban las bendiciones de Dios y sufrían la disciplina, pero aun así poseían la herencia preciosa de poder creer y obedecer al único Dios verdadero. De entre todos los habitantes de la tierra, los judíos debían haber sido los primeros en recibir al Mesías y comprender su mensaje y misión, y así sucedió con algunos ( Lucas_2:36-38). Por supuesto, los discípulos y el gran apóstol Pablo fueron judíos fieles que reconocieron en Jesús al don más precioso de Dios dado al género humano.

 ¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!




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