} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: UN AÑO NUEVO MÁS...

sábado, 31 de diciembre de 2016

UN AÑO NUEVO MÁS...


   
Como pasan los años, como se pasa la vida.

Otro año está empezando, porque el anterior termina.

Y cuando miras atrás, recuerdas cuando eras niño.

Qué largo se hacía un año, parecía toda una vida.

Tardaba la juventud, lejana me parecía.

Pero al fin fue llegando, y pasó, vista no vista.

Ilusiones que se cumplieron, otras no llegaron.

Pero ¡caramba! como se escapa, empieza a correr la vida.

Llegas a los veinticinco años, treinta a la vuelta esperan.

Aparecen los cuarenta, detrás los cincuenta, ecuador de la vida.

Vuelves ya la vista atrás, te falta gente querida.

Y empiezas a preguntar ¿Qué tuvo de positiva?

Era veinteañero, cuando recibí al Señor Jesús

Esto fue lo más hermoso, que en mi vida sucedió.

Ya dejé de tener miedo para acercarme a Dios.

Tampoco temo a la muerte, desde que recibí la Salvación.

Pero ya como cristiano siempre tuve una misión

Debía decir a otros, lo que en mi vida con Jesús aconteció.

Sabemos ciertamente, que el mundo va a condenación,

Embarcado en memeces, que no tienen ningún valor

Afanados en trabajos, esclavos del banco fiador.

Pierdes años de una vida, que nos supiste dedicar

Y no disfrutas del gozo, que trae la salvación

Borras de tu mente, el peso que a ti se te encomendó

En algún momento piensas, te estoy fallando Señor

Si en el caminar, elevo a ti mi corazón

Tu voz me dice de nuevo, no corras, aquí estoy yo.

Y necesito que en calma escuches mi dulce voz

Que atiendas mi Palabra, y te impregnes de mi amor

Atiende, medita, estudia y obedécela para tu mente transformar

Para que el mundo diga: “se nota que obedece a Dios”

Dame Señor Sabiduría, ayúdame a cultivar la paciencia ¡Oh mi Dios!

Enséñame a caminar en las sendas antiguas a las cuales regresé

Muéstrame como andar en mansedumbre, y más y más en Tu amor.

Aprovechando el tiempo en todo aquello provechoso

Para darte toda la gloria a ti, mi Señor, mi Salvador y mi Dios

Para cuando haga aquí balance, antes del último aliento

No diga, lo eché todo a perder, por seguir mis pensamientos

Por no escuchar a Dios, el que siempre fue mi Dueño

Pero nunca me obligó, para hacer sus mandamientos.

Aviva el fuego Señor, que en mi inflamaste una vez más

Para llegar a las almas, que en el camino ancho van

Auxíliame Espíritu Santo, con tu fuego sin parar

Y que arda perpetuamente, como el fuego en el altar

Para que las pruebas de esta vida, solo lo hagan avivar.


¡Maranatha!

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