Juan 3; 17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él.
Cuando Cristo vino al
mundo, el hombre ya estaba condenado. La condición del hombre se ilustra en las
parábolas de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. El pastor
quería encontrar su oveja perdida, la mujer quería encontrar su moneda perdida,
y el padre quería que su hijo pródigo volviera. Dios es amor (1Juan_4:8) y no quiere que nadie perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento (2Pedro_3:9),
que venga al conocimiento de su voluntad (1Timoteo_2:4)
para ser salvo.
Esta verdad merece
mucha atención y énfasis: ahora
Cristo es nuestro Salvador. Actualmente Cristo no es el Fiscal sino nuestro Abogado
(1Juan_2:1). Desde luego, el juzgar estaba
involucrado en la obra de Jesús en su primera venida, pero su propósito
principal no era juzgar o condenar. Este texto refuta la idea de los judíos que
esperaban que al venir el Mesías destruyera a los romanos.
De hecho los que
están condenados se condenan solos. Están muy enfermos pero rehúsan dejar que
el Buen Médico les sane (Mateo_9:12; Mateo_13:15).
Pablo dijo a los judíos que rechazaban el evangelio, "no os juzgáis dignos
de la vida eterna" (Hechos_13:46). Muchos
juzgan a Cristo y el evangelio sin darse cuenta de que en realidad están
juzgando (condenando) a sí mismos. Aun cuando el concilio, Pilato y Herodes
juzgaron y condenaron a Jesús, en realidad se juzgaban a sí mismos.
Y eso es lo que nos
pasa en relación con Jesús. Si ante Su presencia el alma responde a Su
maravilla y belleza, se está en el camino de la salvación. Si ante Su figura no
vemos nada amable, estamos condenados. Nuestra reacción nos ha salvado o nos ha
condenado. Dios envió a Jesús por amor. Le envió para nuestra salvación, pero
lo que se hizo por amor ha resultado para condenación. No es Dios el Que
condena; Dios solamente ama; es cada uno el que se condena a sí mismo.
El
que reacciona hostilmente ante Jesús es que prefiere la oscuridad a la Luz. Lo
terrible de las personas que son buenas de veras es que siempre producen un
cierto elemento inconsciente de condenación. Esto sucede porque, cuando nos
comparamos con ellas, nos vemos tal como somos en realidad.
1 Pedro 2; 24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis sanados
Cristo "llevó" nuestros pecados en que se ofreció a sí mismo
por nosotros. Es que él se puso en el lugar nuestro (Mateo_20:28;
Marcos_10:45; 1Timoteo_2:6). En 2Corintios_5:21,
la frase "lo hizo pecado" quiere decir que Dios hizo a Jesucristo una
ofrenda por el pecado (Hebreos_10:12-14).
Sencillamente, "por todos murió. La frase en este versículo es lenguaje
figurado, como lo es en Isaías_53:6, "mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros". En este pasaje no hay
imputación literal a Cristo de los pecados personales nuestros; es lenguaje
figurado para indicar que El "llevó" nuestros pecados (Isaías_53:12 y 1Pedro_2:24) en el sentido de ofrecerse
a sí mismo por nosotros, al morir en la cruz. "Cargó" nuestros
pecados en el mismo sentido (figurado) en que "cargó" o
"llevó" nuestras enfermedades (Isaías_53:4);
es decir, se identificó con las enfermedades físicas del hombre al sanarle
milagrosamente (Mateo_8:17).
"sobre el madero". Pedro emplea aquí la
palabra griega xulon, que significa "madero", o viga grande, como por
ejemplo en forma de cepo (Hechos_16:24) o en forma
de palo . En Lucas_23:31 y en Apocalpsis_22:14 se traduce "árbol". En
estos pasajes aparece la palabra griega xulon.
La otra palabra
griega en las Escrituras, para referirse a la "cruz", es stauros.
Esta palabra significa una estaca aguda, o poste.
No sabemos
exactamente qué forma tenía la "cruz" en que Cristo fue crucificado.
Sabemos que los romanos a veces usaban el stauros para la pena capital. La
forma de la cruz que solemos ver, en las descripciones gráficas modernas, en
que se ven dos vigas cruzadas, más o menos en la forma de una "T",
nada más con la parte horizontal bajada algo, es más bien una idea eclesiástica
de la iglesia apóstata, y no propiamente de las Sagradas Escrituras.
"para que nosotros... justicia". Como el esclavo muerto ya
no sirve a su amo, el cristiano, teniendo sus pecados perdonados, ya no existe
con referencia a ellos. O como el alma parte del cuerpo en la muerte, y ahora
está ausente para con el cuerpo, así el hombre perdonado (el cristiano) ya está
ausente para con el pecado. El cristiano
ahora se ocupa solamente en la justicia.
"por cuya herida fuisteis sanados". En lugar de
"herida", algunas versiones dicen "llaga". (La herida, o
llaga, apunta a la muerte de Cristo en la cruz). Se hace referencia, en este
pasaje figurado, no a sanidades físicas, sino a espirituales. Pedro se refiere
a Isaías_53:5, que dice, "Por su llaga
fuimos nosotros curados".
Entendamos que Isaías_53:4 ("llevó nuestras enfermedades")
se cumplió en los milagros de sanidad que hizo Jesús (Mateo_8:17),
y que 53:5 ("por su llaga fuimos nosotros curados") se cumplió en la
muerte de Cristo en la cruz. Los pentecostales y carismáticos ignoran estas
verdades, aplicando Isaias_53:5 ("curados")
a curaciones supuestamente milagrosas, que según ellos se efectúan hoy en día
como parte de la promesa de Cristo en el evangelio. La "curación" de Isaias_53:5 ¡es espiritual, no física! Cristo quiere
"sanar" al hombre (Mateo_13:15); es
decir, salvarle espiritualmente. Para esto se requiere, no que se le haga algún
milagro de sanidad, sino que él mismo abra los ojos y los oídos, entienda con
el corazón, y se convierta. ¡Así dice Cristo!
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor
Jesús!
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