} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 1 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

martes, 31 de octubre de 2017

1 Noviembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)


Juan 14; 16-18
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

             No hay palabra castellana que sea adecuada para traducir esta palabra: " parakletos,   llamado al lado de uno, en ayuda de uno... sugiere la capacidad o adaptabilidad para prestar ayuda. Se usaba en las cortes de justicia para denotar a un asistente legal, un defensor, un abogado; de ahí, generalmente, el que aboga por la causa de otro, un intercesor, abogado, como en 1Juan_2:1, del Señor Jesús. En su sentido más amplio, significa uno que socorre, que consuela".
"Los griegos empleaban esta palabra de maneras muy variadas. Un parakletos podía ser una persona a quien se llamaba para dar testimonio a favor de alguien en un tribunal; podía tratarse de un abogado a quien se llamaba para defender una causa cuando el acusado tenía posibilidades de recibir una pena muy grave; podía ser un experto a quien se llamaba para aconsejar sobre alguna situación difícil. Podía ser una persona a quien se llamaba cuando un batallón de soldados se sentía deprimido y descorazonado y se le pedía que los alentara y les infundiera coraje. En todos los casos, un parakletos es alguien a quien se llama para brindar ayuda".
Jesús había enfatizado mucho su relación con el Padre, y ahora comienza a enfatizar su relación con el Espíritu Santo.
Leemos en Mateo_28:20, "He aquí, estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". ¿Cómo lo haría? En la persona del Espíritu Santo (Mateo_10:19; Marcos_13:11; Lucas_12:11). Nunca habría necesidad de otro.
            Aquí dice que el Padre enviará al Espíritu Santo, pero en Juan 15:26 Jesús dice, "el Consolador a quien os enviaré del Padre"; también en Juan 16:7, "os lo enviaré". Este es otro detalle muy significativo, porque indica la deidad de Cristo y enfatiza que lo que el Padre hace también lo hace el Hijo.
No conocen al Espíritu Santo, pues algunos de los fariseos aun se atrevieron a decir que "Este (Jesús) no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios" (Mateo_12:24). Al oír esto Jesús dijo, "cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo" (Marcos_3:20-30).

Después de resucitar de entre los muertos Jesús dijo a los apóstoles, "yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto" (Lucas_24:49). El "poder desde lo alto" sería el Espíritu Santo. Lucas da más información sobre esto en Hechos_1:4-5; Hechos_1:8; Jesús les dijo que "vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días... recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo". Esta promesa se cumplió el día de Pentecostés (Hechos_2:1-4).
            Habiendo sido bautizados con el Espíritu Santo los apóstoles podían impartir dones milagrosos del Espíritu Santo a otros hermanos (Hechos_8:14-17; Romanos_1:11).
            Los que se arrepienten y se bautizan reciben el perdón de sus pecados y el don del Espíritu Santo. En el día de Pentecostés el apóstol Pedro dijo, "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en le nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos_2:38), refiriéndose a todas las bendiciones de la salvación proporcionadas por el Espíritu Santo. En lugar de describir todas estas bendiciones espirituales que constituyen el efecto de la obra del Espíritu Santo, Pedro dice simplemente "el don del Espíritu Santo", es decir, nombrando la causa en lugar del efecto; después habla del "Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen" (Hechos_5:32; Romanos_5:5; Gálatas_4:6; 1Tesalonicenses_4:8). Podemos comparar con lo que nos dice  Efesios_4:7-8, "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo... dio dones a los hombres"; es decir, el don de Cristo no es El mismo, sino los dones (facultades, oficios, poderes) dados por El.
            Pablo dice que el pecado mora en el inconverso (Romanos_7:17;  Apocalipsis_2:13, " mora Satanás"), pero que el Espíritu Santo mora en los cristianos (Romanos_8:9). En lugar de ser controlado por el pecado, el cristiano es dirigido, fortalecido y controlado por el Espíritu Santo. Es guiado por el Espíritu Santo (Romanos_8:14) por medio de la palabra inspirada. Asimismo el hombre resiste al Espíritu Santo (Hechos_7:51) cuando resiste su enseñanza. Los hermanos del primer siglo apagaban al Espíritu Santo cuando apagaban algún don del Espíritu Santo (1Tesalonicenses_5:19). Estamos llenos del Espíritu Santo (Efesios_5:18) cuando llevamos el fruto del Espíritu (Gálatas_5:22-23).
            Pablo dice que la iglesia es la habitación santa del Espíritu Santo (1Corintios_3:16-17; 1Corintios_6:19-20; Efesios_2:19-20; 2Timoteo_1:14; Santiago_4:5).
            El cristiano tiene comunión con el Espíritu Santo; es decir, participa con el Espíritu Santo (2Corintios_13:14; Hebreos_6:4) en las "cosas mejores, y que pertenecen a la salvación" (Hebreos_6:9).
Al morir algún rabino sus discípulos se describían como huérfanos. Los discípulos de Cristo no se quedarían en el mundo como huérfanos (o como ovejas sin pastor).
             Cuando algún ser querido se despide de nosotros, queremos saber cuándo regresará, cuándo volveremos a vernos. Jesús dice, "vendré a vosotros". Algunos piensan que aquí Jesús se refiere a su resurrección, pero al tomar en cuenta los versículos que siguen  parece más probable que se refiere a su venida en la persona del Espíritu Santo. Al decir "voy" El explica que quería decir, "voy al Padre". Si se hubiera referido solamente a su breve estancia con ellos después de resucitar, entonces después de eso los habría dejado huérfanos, pero había dicho, "He aquí estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo_28:20).



¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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