} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 8 Octubre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

domingo, 8 de octubre de 2017

8 Octubre LA BUENA SEMILLA (Meditación)


Hechos 17; 11
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

La Palabra de Dios en la Biblia nos dice en 1 Corintios_1:26, "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios... poderosos... nobles", es decir, bien nacidos, pero los de Berea eran nobles de corazón y de carácter.
Escuchaban atenta y respetuosamente a lo que decían los evangelistas. Esta fue una experiencia muy rara para Pablo y Silas. En Tesalónica la mayoría de los judíos eran esclavos de su prejuicio. No tenían "buena voluntad" sino envidia y rechazaron y maltrataron a los siervos de Dios.
Los de Berea no eran esclavos del prejuicio como los otros. Dice en Juan_5:39, "Escudriñad las Escrituras". Al escuchar a Pablo y Silas, los judíos nobles de Berea no reaccionaron con hostilidad como sus hermanos de Tesalónica y Antioquía de Pisidia. Tampoco manifestaron indiferencia fría hacia la predicación, sino que abrían las Escrituras para estudiar. Probablemente la mayor parte de ellos tuvieran que hacerlo en la sinagoga, pues los judíos no tenían la dicha de poseer cada quien su propio ejemplar de todos los libros (rollos) de las Escrituras. Los de Berea toman su lugar con Cornelio, Lidia y otros que prestaron atención reverente a la Palabra de Dios. Hechos_17:11 se ha citado miles de veces como un ejemplo excelente para los que oyen el evangelio.
            Lamentablemente la mayoría de los hombres aceptan su religión -- la cosa más importante de su vida, sin examinarla. La aceptan porque la heredan de sus padres, porque los sacerdotes o pastores les aseguran que es la verdad, o por otro motivo, pero no por haber hecho personalmente una investigación cuidadosa de ella "para ver si estas cosas eran así".
            El clero romano cita 2Pedro_1:20, "que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada", y afirma que el hombre no puede estudiar y entender las Escrituras por sí mismo. En primer lugar, Pedro no dijo tal cosa. El versículo 21 explica el v 20: "porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo"; es decir, Pedro no se refiere al estudio de las Escrituras, sino al origen de las Escrituras. Al decir "interpretación privada" él quiere decir que los escritores de las Escrituras no escribieron sus propias ideas. También la actitud de Pablo confirma que le agradó a Dios lo que hicieron los de Berea (Pablo no les reprendió diciendo, "Dejen de estudiar las Escrituras porque no pueden entenderlas"). Lucas alaba a los de Berea (eran "nobles") por escudriñar las Escrituras y por pensar por sí mismos.
            Pero el derecho (la obligación) de cada persona de escudriñar las Escrituras y pensar por sí misma no significa que cada persona pueda interpretar las Escrituras como le convenga. La verdad no es relativa sino absoluta; no se puede decir que lo que cada quien piense o quiera es verdad para él. La verdad no es subjetiva sino objetiva. Es locura decir que todo el mundo tiene el derecho de interpretar las Escrituras a su modo o que no importa lo que uno crea sólo que sea sincero, etc. Lo que aprendemos en este texto es que todo el mundo tiene el derecho y el deber de buscar y encontrar la verdad divina.
            Sin duda, la presentación de Pablo y Silas era muy convincente y lo que decían les interesaba mucho a los de Berea, pero éstos querían estar seguros de lo que aceptaban. No querían que su fe se basara en la mera palabra de los hombres, sino en lo que las Escrituras dicen. La predicación que agrada a Dios anima a los oyentes a ser estudiantes diligentes de las Escrituras.   
             Uno de los pecados más grandes del hombre es rehusar examinar la predicación del evangelio puro a la luz de las Escrituras.  Un pecado común entre los humanos es el negarse a examinar cándidamente y con paciencia las demandas del evangelio. Habiendo caído en el error por sus tradiciones, los judíos resistían con pasión y tumulto todo esfuerzo por darles la verdadera luz; y desde entonces su insensatez ha sido imitada tanto por los incrédulos como por los partidarios del error religioso. Si tales gentes viven y mueren ignorando la verdad, y a consecuencia de ello mueren descuidando el deber, su ignorancia, en lugar de excusarles, será uno de sus pecados principales. Apenas habrá mayor pecado que el taparnos los oídos cuando Dios nos habla, o cerrar los ojos para no ver la verdad que Él nos brinda.


2 Corintios 10; 5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

La verdad es capaz de vencer a todo razonamiento humano que se ensalza contra el conocimiento de Dios. La humana sabiduría, basada en la altivez del corazón del incrédulo, es hueca y transparente. La espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios" (Efesios_6:17), la derriba fácilmente. El hombre que se opone a la verdad de Dios, a Dios mismo se opone, es arrogante, vano, y presuntuoso. Sus razonamientos reflejan su vanidad. Está en contra del conocimiento de Dios porque la Palabra de Dios está en contra de él.   
 No obstante, la Palabra de Dios es poderosa en el proceso de cambiar el pensar del hombre, trayéndole a la obediencia a Cristo. Hombres grandes y humildes, reyes y esclavos, han sido persuadidos a obedecer al evangelio de Cristo por medio de la predicación de la verdad (1Corintios_1:18-31). Las legislaciones humanas a cierto grado controlan al hombre, pero solamente el evangelio tiene el poder de cambiar el corazón del hombre "sabio en este siglo" (Romanos_1:16). Cambiado el corazón, hay esperanza de cambios vitales y perdurables en la sociedad humana. Las leyes humanas no lo logran.
Pablo usó términos militares para referirse a esta guerra contra el pecado y Satanás. Dios debe ser el comandante en jefe, inclusive nuestros pensamientos deben someterse a su control si vivimos para El. Cristo tiene una manera maravillosa de cautivar lo que era antes pagano y someterlo a Sus propósitos.


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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