Hebreos 2; 14-15
Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo,
y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Los hijos de Dios; los cristianos santificados. Cristo murió por todo el
mundo (Juan_11:51-52;
1 Juan_2:2), pero los referidos aquí son los que han obedecido al
evangelio.
"participaron de carne y sangre". Los cristianos somos de
naturaleza humana.
"él también... de lo mismo". Para poder morir por los hombres, Dios tuvo que
tomar de la naturaleza humana. Y para esto tuvo que nacer de mujer (Juan_1:14; Gálatas_4:4; Filipenses_2:6-8).
"para destruir...el imperio de la muerte". Para hacer ineficaz, o inactivo. El diablo
(diablos, equivalente a la palabra hebrea,
Satanás, quiere decir "calumniador, acusador" Apocalipsis_12:10) todavía por el pecado trae la muerte al hombre
pecador, pero Cristo en su muerte hizo ineficaz la obra del diablo porque ahora
por Cristo seremos resucitados de la muerte y viviremos para siempre. El diablo
tuvo el poder de traer la muerte física
sobre la raza humana por medio de tentar a Adán y Eva a pecar. Todo hombre está
pues destinado a la muerte física (Hebreos_9:27).
La muerte espiritual (la
"segunda muerte" Apocalipsis_2:11; Apocalipsis_20:6) vendrá sobre todo
pecador que muere fuera de Cristo o que no es cristiano fiel. La muerte de
Cristo quita al diablo este "imperio de la muerte", o lo hace
ineficaz o inactivo, porque el pecador que obedece a Cristo y es fiel hasta la
muerte (Apocalipsis_2:10), será resucitado de la
muerte física y escapará la segunda muerte, la espiritual.
Por medio de Cristo todos pueden ser librados de la cautividad del
diablo. La muerte es un mal penal, producido por el pecado, y todo hombre
(fuera de Cristo) teme este mal. Pero es el diablo quien conduce al hombre a
pecar, y por eso el hombre está sujeto a la servidumbre de él. A este pobre
sujeto Cristo libra por medio del evangelio.
1Corintios 15; 54
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y
esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
¿Y cuándo será? Este gran cambio delineado en el ver. 53 sucederá en
el Día Final, cuando venga Cristo la segunda vez (Hebreos_9:28).
Este gran evento cumplirá lo que fue predicho en las Escrituras, porque “la
Escritura no puede ser quebrantada” (Juan_10:35).
Lo que Dios ha dicho tendrá su cumplimiento; Dios no miente (Tito_1:2).
En la resurrección de los muertos en el Día Final, ya no habrá más
muerte porque los vivos ya habrán sido cambiados a la inmortalidad y los
muertos habrán sido levantados de los muertos y también cambiados. Podemos
leerlo en Apocalipsis_20:14
(la muerte, y el Hades donde se recogen los espíritus sin cuerpo, serán
lanzados al fuego. Ya no tendrán efecto sobre el hombre). La muerte habrá sido
destruida. Cristo en la resurrección habrá dado al hombre la victoria sobre la
muerte (Juan_11:25; 2Corintios_5:4). La muerte
tiene “imperio” ahora (Hebreos_2:14), pero en
aquel día ella será vencida.
Pablo termina diciendo: «Si tenéis esa
gloriosa perspectiva a la vista, manteneos firmes en la fe y el servicio de
Dios; porque, haciéndolo así, todos vuestros esfuerzos no resultarán baldíos.»
La vida cristiana no es fácil, pero la meta hace que valga la pena la lucha
para llegar. «Para mí está fuera de toda duda que lo que se sufre en este mundo
no tiene comparación con la gloria venidera que se ha de manifestar en nosotros»
(Romanos_8:18).
¡Maranata! ¡Si, ven Señor
Jesús!
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