} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: APARTADOS DE CRISTO NADA PODEMOS HACER

martes, 29 de noviembre de 2022

APARTADOS DE CRISTO NADA PODEMOS HACER

 

             

 

…porque separados de mí nada podéis hacer..  Juan 15; 5

 

           En todo, la vida del Pámpano debe ser la contrapartida exacta de la de la Vid. De sí mismo Jesús había dicho: "El Hijo no puede hacer nada por sí mismo". Como resultado de toda esa dependencia, pudo agregar: "Todo lo que hace el Padre, lo hace igualmente también el Hijo". Como Hijo, no recibió su vida del Padre de una vez por todas, sino momento a momento. Su vida fue una continua espera en el Padre para todo lo que Él debía hacer. Y así Cristo dice de sus discípulos: No podéis hacer nada separados de mí. Lo dice literalmente. A todo aquel que quiera vivir la verdadera vida de discípulo, para traer da fruto y glorifica a Dios, llega el mensaje: No podéis hacer nada. Lo que se ha dicho: "El que permanece en Mí, y Yo en él, ése lleva mucho fruto", se refuerza aquí con el más simple y fuerte de los argumentos: Permanecer en Mí es indispensable, porque vosotros lo sabéis, por vosotros mismos. no puede hacer nada para mantener o manifestar la vida celestial.

 

Una profunda convicción de la verdad de esta palabra se encuentra en la raíz misma de una vida espiritual fuerte. Tan poco como me creé a mí mismo, tan poco como pude resucitar a un hombre de entre los muertos, puedo darme la vida Divina. Tan poco como puedo darlo yo mismo, puedo mantenerlo o aumentarlo: cada movimiento es obra de Dios por medio de Cristo y su Espíritu. Cuando un hombre crea esto, asumirá esa posición de dependencia total y continua que es la esencia misma de la vida de fe. Con el ojo espiritual ve a Cristo en cada momento suministrando gracia para cada respiración y cada profundización de la vida espiritual. Todo su corazón dice Amén a la palabra: No podéis hacer nada. Y precisamente porque lo hace, también puede decir: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". El sentimiento de impotencia, y la permanencia a la que obliga, conduce a la verdadera fecundidad y diligencia en las buenas obras.

 

"Separados de Mí nada podéis hacer". ¡Qué súplica y qué llamado en cada momento a permanecer en Cristo! Solo tenemos que volver a la vid para ver qué tan cierto es. Vuelva a mirar a esa pequeña rama, totalmente indefensa e infructuosa excepto cuando recibe la savia de la vid, y aprenda que la plena convicción de no poder hacer nada separado de Cristo es justo lo que necesita para enseñarle a permanecer en su Vid Celestial. Este es el gran significado de la poda de la que habló Cristo: todo lo que es el yo debe ser abatido, para que nuestra confianza esté únicamente en Cristo. Permaneced en Mí; mucha fruta! Aparte de mi; ¡Nada! ¿Debe haber alguna duda sobre lo que elegiremos?

 

La única lección de la parábola es: tan ciertamente, tan naturalmente como el pámpano permanece en la vid, tú puedes permanecer en Cristo. Para esto Jesucristo es la Vid Verdadera; porque este Dios es el Labrador; para esto eres una Rama. ¿No clamaremos a Dios para que nos libere para siempre del "aparte de Mí" y haga del "permanecer en Mí" una realidad incesante? Deja que tu corazón se acerque a lo que Cristo es y puede hacer, a su poder divino y a su tierno amor a cada una de sus ramas, y dirás cada vez con más confianza: ¡Señor! estoy permaneciendo; daré mucho fruto. Mi impotencia es mi fuerza. Que así sea. Aparte de Ti, nada. En Ti, mucho fruto.

 

Aparte de Mí, tú nada. Acepto con gusto el arreglo: yo nada, tú todo. Mi nada es mi mayor bendición, porque Tú eres la Vid que todo lo das y lo haces. ¡Así sea, Señor! Yo, nada, esperando siempre en Tu plenitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario