} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LIBRO DEL ÉXODO 14; 10-14

miércoles, 16 de noviembre de 2022

LIBRO DEL ÉXODO 14; 10-14

 

  ÉXODO  14; 10-14                  

 

 

 10  Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.

 11  Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

 12  ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

13  Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

14  Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

 

       Cuando los israelitas vieron el avance del ejército de los egipcios, se alarmaron mucho; porque su situación a los ojos humanos era muy desafortunada. Cercados al este por el mar, al sur y al oeste por altas montañas, y con el ejército de los egipcios detrás de ellos, la destrucción parecía inevitable, ya que no estaban armados exteriormente ni preparados interiormente para una batalla exitosa. Aunque clamaron al Señor, no tuvieron confianza en Su ayuda, no obstante toda la manifestación anterior así la fidelidad del Dios verdadero; por tanto, dieron rienda suelta a la desesperación de su corazón natural en quejas contra Moisés, que los había sacado de la servidumbre de Egipto para entregarlos a morir en el desierto. Si su oración hubiera estado acompañada de fe, no los hubiéramos encontrado en los siguientes versículos murmurando contra Moisés, o más bien contra el Señor, por cuya bondad ahora fueron sacados de la esclavitud de la cual habían clamado a menudo por liberación. Calmet piensa que los más piadosos y juiciosos clamaron a Dios, mientras que los irreflexivos e irreligiosos murmuraron contra Moisés. “¿Nos has traído tú, porque no había ninguna tumba (אֵין מִבְּלִי, una doble negación para dar énfasis) en Egipto, para morir en el desierto?” Sus palabras adicionales exageraron el verdadero estado del caso por desesperación cobarde. Porque sólo cuando aumentó la opresión, después de la primera entrevista de Moisés con Faraón, se quejaron de lo que Moisés había hecho, mientras que al principio aceptaron sus propuestas muy agradecidas, y aún después implícitamente obedeció sus indicaciones.

Mientras vivían la gloria de la salida triunfante, Moisés era un héroe, pero ahora, con el terror, el pueblo lo culpaba por la crisis. Lo culpaba por traerles al desierto para morir. Con amarga ironía le preguntaron: ¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para morir en el desierto? La respuesta era evidente: ¡Claro que había sepulcros en Egipto! No había otro país en el mundo tan preocupado con la muerte como Egipto; el país era famoso por sus tumbas y pirámides gigantescas. ¡Mejor nos habría sido servir a los egipcios que morir en el desierto!  Querían volver a la seguridad de la vida servil en vez de morir en el desierto, y no se daban cuenta de que los egipcios se acercaban para recapturarlos en vez de matarlos. Con todo, no fue la fe de Israel la que produjo el milagro del éxodo. Fueron el milagro del éxodo y la victoria del mar las que produjeron la fe de la gente. Con claridad el texto enseña que la victoria y el crédito de la liberación pertenecían solamente a Jehová.

Moisés hizo uno de los desafíos de fe más grandes de la Biblia: ¡No temáis! Estad firmes y veréis la liberación que Jehová  hará a vuestro favor. A los egipcios que ahora veis, nunca más los volveréis a ver. Jehová  combatirá por vosotros.

No temáis es una exhortación; estad firmes significa "estacionarse", "tomar la posición de uno", o "quedarse quieto". Moisés les dijo "estad firmes" o "estad quietos" para ver la liberación del Señor (2Cronicas 20:17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros. ; Isaías 30:15 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,). La esperanza no está en estar inmóvil, sino en el significado psicológico; veréis, es decir con los ojos, la liberación de este enemigo. La liberación también lleva consigo otro sentido; puede significar una salvación espiritual siendo que es Dios quien la hace. Los dos significados requieren "quedarse en silencio", o "quedarse quieto," ante el Señor, con confianza.

Se revela un gran cambio en la vida de Moisés desde el encuentro con Jehová  en Sinaí; en este momento su fe está basada en experiencias personales, y confía en la fidelidad de Dios para cumplir con su palabra. ¡Dios los salvaría!

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