} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: APRENDAMOS DE LA FIRMEZA DE DANIEL

miércoles, 20 de agosto de 2014

APRENDAMOS DE LA FIRMEZA DE DANIEL



 Daniel 1:1-21

1  Joacim llevaba tres años como rey de Judá cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén y puso sitio a la ciudad. 2  El Señor dejó que Nabucodonosor capturara a Joaquín, rey de Judá y que se apoderara de algunos objetos del templo* de Dios, los cuales se llevó a Babilonia y los puso en el tesoro del templo de su dios.
 3  Luego llamó a Aspenaz, el jefe de los funcionarios al servicio de su cortea, para que eligiera algunos jóvenes de la nobleza y de la familia del rey de Israel. 4  Estos jóvenes debían ser bien parecidos, y poseer una inteligencia sin defecto. Ya debían ser entendidos en toda clase de sabiduría y ser capaces de manejar el conocimiento. Debían ser fuertes y tener facilidad para servir en la corte del rey. Nabucodonosor quería que recibieran educación en la lengua y literatura de los caldeos*. 5  El rey les asignó una ración diaria de su propia comida. Serían educados durante tres años y luego quedarían al servicio del rey.  6  Entre esos jóvenes estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías quienes eran de la tribu de Judá. 7  Pero Aspenaz les dio nuevos nombres: a Daniel lo llamó Baltasar, a Ananías lo llamó Sadrac, a Misael lo llamó Mesac y a Azarías lo llamó Abednego. 8  Daniel estaba decidido a no contaminarseb con la comida y el vino del rey. Así que le pidió permiso a Aspenaz para evitar esos alimentos y permanecer sin mancha.  9  Dios hizo que Aspenaz tuviera compasión y simpatía por Daniel. 10  Aspenaz le dijo: —Tengo miedo de mi señor, el rey. Él me ha ordenado que les dé de los mismos alimentos y vino que se sirven al rey. Si él se da cuenta de que ustedes están más flacos y débiles que los otros jóvenes de su edad, puede enojarse y mandarme matar por culpa de ustedes. 11  Así que Daniel habló con el guardia que Aspenaz había asignado para cuidar a Daniel, Ananías, Misael y Azarías,
 12  y le dijo: —Por favor, haznos una prueba de diez días. Danos solamente legumbres para comer y agua para beber. 13  Luego compara nuestro aspecto con el de los jóvenes que han comido los alimentos y el vino del rey y decide lo que harás con nosotros que somos tus siervos. 14  El guardia estuvo de acuerdo y los puso a prueba durante diez días.  15  Al cabo de los diez días, ellos tenían mejor aspecto y estaban más saludables que los jóvenes alimentados con la comida del rey.  16  El guardia decidió no darles la comida y el vino del rey, y en su lugar les daba legumbres.  17  Dios les dio a esos cuatro jóvenes la habilidad y la sabiduría para aprender toda clase de literatura y ciencia. Daniel también podía interpretar toda clase de visiones y sueños.  18  Cuando se completaron los tres años de entrenamiento, Aspenaz llevó a los jóvenes ante el rey Nabucodonosor.  19  El rey habló con ellos y se dio cuenta de que Daniel, Ananías, Misael y Azarías eran superiores a los demás, por eso se convirtieron en servidores del rey.  20  El rey les preguntaba sobre cualquier tema de ciencias o de sabiduría y siempre el conocimiento de esos cuatro jóvenes era diez veces mayor que el de todos los adivinos del reino.  21  Daniel siguió sirviendo al rey hasta el primer año del reinado de Ciro.

En el primer año de su reinado, Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó Jerusalén y se llevó consigo a quien quiso y lo que quiso. Es desde este primer cautiverio que la mayoría piensa deben contarse setenta años. Interesa a los príncipes emplear a hombres sabios; es sabio buscar y preparar a tales personas. Nabucodonosor ordena que se enseñe a los jóvenes elegidos. Todos los nombres hebreos tenían algo de Dios en ellos, pero para hacerlos olvidar al Dios de sus padres, Guía de su juventud, los paganos les dieron nombres con sabor a idolatría. Penoso es reflexionar cuán a menudo la educación pública tiende a corromper los principios y la moral. El interés que pensamos que hemos tenido de nosotros mismos debemos reconocerlo como regalo de Dios.
Daniel era aún firme en su religión. Siguió aferrado al espíritu de un israelita sin importar el nombre que le dieron. Estos jóvenes sintieron escrúpulos acerca de la comida, no fuera a ser pecaminosa. Cuando el pueblo de Dios está en Babilonia, debe tener especial cuidado de no participar en sus pecados.

Es digno de elogio que la juventud no codicie ni busque los deleites de los sentidos. Los que desean destacarse en sabiduría y piedad, deben aprender a someter el cuerpo. Daniel evitó corromperse con el pecado; nosotros debemos temer más eso que cualquier otro problema externo. Más fácil es mantener la tentación a distancia que resistir cuando está cerca. No podemos aprovechar mejor lo que nos beneficia, que usarlo para alejarnos de pecar. La gente no creerá en la ventaja de evitar los excesos y de llevar una dieta austera, ni lo aportan a la salud del cuerpo si no lo intentan. La temperancia consciente siempre hará más que la indulgencia pecaminosa por el bienestar en esta vida.
 Los jóvenes piadosos deben esforzarse por hacer mejor que sus semejantes en las cosas útiles; no por recibir alabanza del hombre, sino para la honra del evangelio, y para que sean reconocidos por ser útiles. Bueno es para un país, y para el honor de un príncipe, cuando puede juzgar quiénes están mejor equipados para servirle, y los prefiere sobre esa base. Que los jóvenes presten una sólida atención a este capítulo; que todos recuerden que Dios honra a los que le honran, pero los que lo desprecian serán estimados en poco.
Daniel sirvió como profeta ante los cautivos en Babilonia desde 605 a.C. hasta 536 a.C.
  El pueblo de Judá estaba cautivo en una tierra extraña y se sentía descorazonado.
  Dios es soberano sobre la historia humana pasada, presente y futura. Debemos pasar menos tiempo preguntándonos cuándo sucederán los acontecimientos futuros y más tiempo aprendiendo la forma en que debemos vivir ahora.
Profetas contemporáneos fueron: Jeremías (627-586) Habacuc (612-588) Ezequiel (593-571)

  Daniel nació a la mitad del reino de Josías (2 Reyes 22, 23) y creció durante las reformas de ese rey. Durante este tiempo probablemente escuchó a Jeremías, profeta que citó en 9.2. Josías murió en batalla contra Egipto en 609 a.C., y a los cuatro años ya Judá había regresado a sus malas andanzas.
En 605 a.C. Nabucodonosor ocupó el trono de Babilonia. En Septiembre de ese año arrasó con Palestina y puso sitio a Jerusalén, con lo que Judá se convirtió en estado vasallo. Para demostrar su dominio, se llevó cautivos de Jerusalén a muchos de los hombres más sabios y a las mujeres más hermosas. Daniel estaba en este grupo.

  Nabucodonosor, el líder supremo de Babilonia, era temido en todo el mundo. Cuando llegaba a un país, la caída del país era inminente. Después de una victoria, los babilónicos solían llevarse a la gente más valiosa a Babilonia y dejar a los pobres detrás para que tomaran cualquier tierra que quisieran y vivieran allí pacíficamente. Este sistema fomentó una gran lealtad por parte de las tierras conquistadas y aseguraba un suministro constante de gente sabia y talentosa para el servicio civil de Babilonia.

  A veces Dios permite que su obra sufra. En este caso, los babilónicos irrumpieron en el templo de Dios y se llevaron los utensilios de la adoración al templo de un dios babilónico. Ese Dios puede haber sido Bel, el que los hebreos llamaban Merodac, dios supremo de los babilónicos. Los que amaban al Señor seguramente se sintieron descorazonados y desalentados.
 Nos sentimos bien desalentados cuando nuestras iglesias sufren daños materiales, o divisiones, o se cierran por motivos económicos, o están plagadas de escándalos. No sabemos por qué Dios permite que su iglesia experimente tales calamidades. Pero, como los que presenciaron el saqueo del templo a manos de los babilónicos, debemos confiar en que Dios está al timón y vela por los que confían en El.

La lengua de Babilonia era el arameo. El programa académico de Babilonia debió haber incluido matemáticas, astronomía e historia con una fuerte dosis de alquimia y magia. Estos jóvenes demostraron no solo capacidad sino también disciplina. Este rasgo de su carácter, combinado con integridad, los ayudó mucho en aquella nueva cultura.
 Nabucodonosor les cambió el nombre porque quería hacerlos babilónicos ante sus ojos y ante los ojos del pueblo babilónico. Los nombres nuevos les ayudarían a integrarse a la cultura. Daniel, que significa "Dios es mi juez" en hebreo, pasó a llamarse Beltsasar, que significa "Aquel a quien Bel favorece". Bel era un dios babilónico. Fue un intento del rey por cambiar la lealtad religiosa de estos jóvenes del Dios de Judá al dios de Babilonia.   Esos nombres propuestos eran  para señalar su nueva relación, a fin de que se olvidasen de su religión anterior y su patria   Pero como en el caso de José, a quien Faraón llamó Zafnathpaaneah, así en el de Daniel, el nombre indicativo de su relación con la corte pagana “Beltsasar”, es decir, “príncipe de Bel”, por lisonjero que fuese, no es el nombre retenido por las Escrituras, sino el nombre que indica su relación con Dios “Daniel”, Dios mi juez el tema de sus profecías es, el juicio de Dios sobre las potencias mundiales paganas. Ananías es decir, “A quien Jehová ha favorecido”. Sadrach de “Rak”, en babilónico, “el rey”, es decir, “el sol”; la misma raíz como en Abrec, “Inspirado o iluminado por el dios-sol”. Misael es decir, “¿Quién es lo que Dios es”? ¿Quién es comparable con Dios? Mesach Los babilonios retuvieron la primera sílaba de Misael, el nombre hebreo; pero por El, es decir, Dios, sustituyeron “Sac”, el nombre de la diosa babilónica, llamada Sesac , que correspondía a la Tierra, o si no Venus, la diosa del amor y alegría, fue en medio de la fiesta de ella que Ciro tomó Babilonia. Azarías es decir, “A quien ayuda Jenová”. Abed-nego es decir, “Siervo del fuego resplandeciente”. Así pues, estos jóvenes siervos de Jehová, en lugar de estar dedicados a él, fueron dedicados por los paganos a sus cuatro dioses principales. Bel el jefe de los dioses, el dios sol, la diosa tierra y el dios del fuego. A éste último fueron entregados, cuando se negaron a adorar la imagen de oro.  


  Daniel decidió no comer de esa comida debido a que la carne probablemente era cerdo u otra comida prohibida en Levítico  no estaba preparada de acuerdo con la ley judía, y probablemente había sido sacrificada a los ídolos. A pesar de que Daniel estaba en una cultura que no honraba a Dios, seguía obedeciendo las leyes de Dios.

  "Propuso en su corazón" son palabras fuertes que expresan fidelidad a los principios y determinación a seguir un rumbo de acción. Cuando Daniel determinó que no iba a contaminarse, estaba siendo fiel a su determinación de siempre de hacer lo correcto y no ceder a las presiones del medio.
Demasiado a menudo nos vemos presionados a bajar nuestras normas y vivir más como el mundo que nos rodea. No basta con preferir o desear hacer la voluntad de Dios para resistir los embates de la tentación. Como Daniel, debemos proponernos obedecer a Dios.
 Es más fácil resistir la tentación si uno fortalece sus convicciones antes de que llegue la tentación. Para ello debemos fortalecernos en la Palabra de Dios. Siempre lo he dicho y lo repetiré hasta la saciedad: si no conocemos la Palabra, la guía que Dios Padre nos da para saber caminar en esta vida, obedeciéndole sin rechistar, si la desconocemos no podemos obedecer, si no obedecemos como podemos esperar que el Señor atienda nuestras oraciones, o siquiera tengamos una mínima relación personal con Él.

Daniel y sus amigos tomaron la decisión de ser fieles a las leyes de Dios antes de enfrentarse a las golosinas del rey, y no dudaron permanecer firmes en sus convicciones.

Algunas veces nos metemos en problemas porque no fijamos previamente los límites. Antes de que surjan las situaciones difíciles, definamos nuestro compromiso con Dios. Así estaremos listos para decir no cuando se presente la tentación.

  Dios se movió con mano invisible para tocar el corazón del funcionario babilónico. La fuerte convicción de aquellos cuatro jóvenes lo impactó. Dios promete estar con su gente en momentos de pruebas y tentaciones ( 1Corintios_10:13 Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida. )
 Estemos firmes en los principios de Dios y confiemos en que nos protegerá en maneras que quizás no veamos.

  Los babilónicos estaban tratando de cambiar la mentalidad de estos judíos al darles educación caldea, su lealtad al cambiarles el nombre, y su estilo de vida al cambiarles la dieta. Sin ceder en nada, Daniel encontró la manera de vivir según las normas de Dios en una cultura que no honraba a Dios. De manera sabia eligió negociar en vez de rebelarse, y sugirió una dieta experimental de diez días. Como pueblo de Dios, podemos ajustar nuestra cultura mientras que no pongamos en peligro nuestras convicciones.

  Daniel y sus amigos aprendieron lo mejor que pudieron la nueva cultura para poder hacer su trabajo con excelencia. Sin embargo, mientras aprendían, se mantuvieron en total lealtad a Dios.  Las fuerzas ocultas no podían resistir el Espíritu de Dios.

Los movimientos ocultistas modernos reproducen muchos de estos antagonismos espirituales en el marco de una reanimación contemporánea del ocultismo. Su influencia continuará creciendo mientras se acerca el enfrentamiento final entre Jesucristo y Satanás. En todo asunto de sabiduría e inteligencia, los creyentes que buscan caminar en la plenitud del Espíritu encontrarán, como sucedió a los hebreos, que son diez veces mejores que quienes se involucran en esas prácticas.
Ninguna cultura es necesariamente enemiga de Dios. Si no viola sus mandamientos, puede ayudar a cumplir el propósito divino. Los que seguimos a Dios tenemos la libertad de ser líderes competentes en nuestra cultura, pero se nos demanda que depositemos nuestra lealtad primeramente en Dios.

  Nabucodonosor situó a Daniel y a sus amigos entre su equipo de consejeros. Ese equipo incluía "magos y astrólogos" que afirmaban predecir el futuro a través de las prácticas del ocultismo. Eran bien hábiles en comunicar su mensaje con autoridad, como si lo recibieran directamente de sus dioses. Sin embargo, Daniel y los otros jóvenes judíos tenían discernimiento, que era un don de Dios, además de conocimiento. Por eso el rey estaba más complacido con ellos que con los otros.
Al servir a Dios no debemos fingir tener sabiduría de Dios. Nuestra sabiduría será legítima cuando estemos bien relacionados con Dios.

  ¿Cómo sobrevivieron los cautivos en una cultura extraña? Aprendieron la cultura, procuraron la excelencia al trabajar, sirvieron al pueblo, pidieron la ayuda de Dios y mantuvieron su integridad.

  Uno de los primeros cautivos llevados a Babilonia, Daniel vivió para ver el primer regreso de los desterrados a Jerusalén en el año 538 a.C. A lo largo de ese tiempo honró a Dios, y Dios lo honró a él. Mientras servía como consejero de los reyes de Babilonia, Daniel era el vocero de Dios ante el Imperio Babilónico. Babilonia era una nación malvada, pero hubiera sido peor sin la influencia de Daniel.



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