} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EPÍSTOLA DEL APOSTOL PABLO A FILEMÓN

domingo, 10 de agosto de 2014

EPÍSTOLA DEL APOSTOL PABLO A FILEMÓN




 Pablo escribió esta carta desde Roma alrededor del 60 d.C., cuando se hallaba bajo arresto domiciliario (Hechos 28:30-31  30Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31  predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.). Onésimo era un esclavo doméstico que pertenecía a Filemón, un hombre rico, miembro de la iglesia en Colosas. Onésimo había huido de Filemón y se había dirigido a Roma, donde se encontró con Pablo, que parece que fue el que lo guió a Cristo.  Pablo lo convenció de que huir de sus problemas no los resolvería y lo persuadió a regresar a su amo.  Se convirtió bajo el ministerio de Pablo, y la iglesia de Colosas se reunía en su casa.  La iglesia primitiva con frecuencia solía reunirse en diferentes hogares. Debido a la persecución esporádica y el gran costo que significaba, los templos no se construyeron en esta época.   Pablo destacó el amor y la bondad de Filemón. Había abierto su corazón y su hogar a la iglesia.

Debiéramos imitarlo, abriéndoles nuestro corazón y nuestros hogares a otros, y ofrecer compañerismo cristiano para refrescar los corazones de otros. La fe en Cristo y el amor a Él deben unir a los cristianos más estrechamente que cualquier relación externa que pueda unir a la gente del mundo. Pablo era minucioso para recordar en sus oraciones privadas a sus amigos. Nosotros debemos recordar, mucho y frecuentemente, a los amigos cristianos según su necesidad, llevándolos en nuestros pensamientos y en nuestros corazones ante Dios. Los sentimientos y las maneras diferentes en lo que no es esencial, no deben constituir diferencia de afecto respecto a la verdad.

Él pregunta por sus amigos, respecto de la verdad, el crecimiento y su fruto en la gracia, de su fe en Cristo y su amor a Él, y a todos los santos. El bien que hacía Filemón era motivo de gozo y consuelo para él y para los demás, que en consecuencia deseaban que continuara y abundara más y más en buenos frutos para gloria de Dios.
Debido a que Pablo fue un anciano y un apóstol, pudo haber usado su autoridad con Filemón, ordenándole tratar con bondad a su esclavo fugitivo. Pero Pablo no basó su pedido en su autoridad sino en la entrega de Filemón como cristiano. Pablo quiso que la obediencia de Filemón fuera sincera y no de mala gana.
Cuando  sabemos que algo es correcto y tenemos el poder de demandarlo ¿apelamos a nuestra autoridad o a la dedicación de la otra persona? Aquí Pablo nos da un buen ejemplo de cómo tratar un posible conflicto entre amigos cristianos.
Patrocinar a alguien no rebaja a nadie, y ni siquiera suplicar cuando, en estricto derecho, podríamos mandar, el apóstol argumenta a partir del amor más que de la autoridad, a favor de un convertido por su intermedio, el cual era Onésimo. Aludiendo a ese nombre que significa, “provechoso, útil”, el apóstol admite que, antes, éste no había sido provechoso, de utilidad para Filemón, apresurándose a mencionar el cambio por el cual se había vuelto provechoso.  Pablo usó ese juego de palabras, al decir que Onésimo no había sido de mucha utilidad en el pasado, pero que había sido muy útil tanto para Filemón como para Pablo. A pesar de que Pablo quería permanecer con Onésimo, lo envió de regreso, esperando que Filemón lo aceptara no como un esclavo fugitivo perdonado, sino también como un hermano en Cristo.

Pablo pidió a Filemón que perdonara a su esclavo fugitivo, el que había llegado a ser cristiano, pero no solo que lo perdonara, sino que lo aceptara como a un hermano. Como cristianos, deberíamos perdonar así como hemos sido perdonados (Mateo_6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
; Efesios 4:31-32  31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo).
El verdadero perdón significa que tratamos al que ha sido perdonado en la forma que quisiéramos ser tratados. ¿Hay alguien a quien decimos haber perdonado pero que todavía necesita nuestro afecto?

Un amo tenía el derecho legal de matar a un esclavo fugitivo, por eso Onésimo temía por su vida.  La esclavitud estaba esparcida por todo el Imperio Romano. En estos días, los cristianos no tenían poder político para cambiar el sistema de la esclavitud. Pablo no condena o condona la esclavitud pero se empeña en que las relaciones se transformen. El evangelio empieza a cambiar las estructuras sociales por medio del cambio que opera en la gente que se halla dentro de esas estructuras.  
De manera que Pablo escribió esta carta a Filemón para ayudarlo a comprender su nueva relación con Onésimo. Este era ahora un hermano cristiano, no una mera posesión. "A quien engendré en mis prisiones" significa que Onésimo se había hecho cristiano.

 Las personas impías no son provechosas, no responden a la gran finalidad de su ser, pero, ¡qué cambio dichoso efectúa la conversión! De lo malo a lo bueno, de inútil, a útil. Los siervos con fe son el tesoro de una familia. Estos tendrán conciencia de su tiempo y su tarea, y administrarán todo lo que puedan para mejor.
Ninguna perspectiva de servicio debe conducir a que alguien descuide sus obligaciones o deje de obedecer a sus superiores. Una gran prueba de arrepentimiento verdadero es volver a cumplir los deberes abandonados. Onésimo se había fugado cuando era inconverso, para menoscabo de su amo, pero ahora había visto su pecado y se había arrepentido, y estaba dispuesto y deseoso de regresar a su deber.

Poco saben los hombres con qué propósito el Señor permite que algunos cambien su situación o emprendan cosas, quizá con malos motivos. Si el Señor no hubiera impedido algunos de nuestros proyectos impíos, fuéramos el reflejo de casos en que nuestra destrucción era segura.  
¡Qué diferencia hizo la condición social de Onésimo, como un cristiano, para con Filemón! Dejó de ser un simple esclavo, un sirviente, llegó a ser también un hermano. Ambos, tanto Onésimo como Filemón, llegaron a ser miembros de la familia de Dios, iguales en Cristo. La condición social de un cristiano, como miembro de la familia de Dios, va más allá de todas las demás distinciones entre los creyentes. ¿Menospreciamos  a algún cristiano? Recordemos, ellos son sus iguales delante de Cristo (Gálatas_3:28  Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.).
La forma en que tratamos   a nuestros hermanos y hermanas en la familia cristiana refleja nuestro verdadero compromiso cristiano.
Pablo amaba en forma genuina a Onésimo. Pablo demostró su amor al servir de garantía personal por el pago de cualquier cosa robada o por cualquier daño causado que convirtiera a Onésimo en culpable. La inversión de Pablo en la vida de este nuevo creyente ciertamente animó y fortaleció la fe de Onésimo.
 Demos gracias cuando se presente la oportunidad de invertir en la vida de otros, al ayudarles en el estudio de la Biblia, las oraciones, el ánimo, el sostén económico y al brindarles nuestra amistad.

 Cuando Pablo dice "tú mismo te me debes también", le recuerda a Filemón que él lo había guiado a Cristo. Al ser Pablo el padre espiritual de Filemón, esperaba que este sintiera una deuda de gratitud que estaría dispuesto a pagar al aceptar a Onésimo con un espíritu perdonador.

  Cuando hablamos de la naturaleza de un pecado u ofensa contra Dios, no debemos minimizar su mal, pero en el pecador arrepentido debemos hacerlo así, porque Dios lo cubre. Los caracteres cambiados suelen llegar a ser bendición para todos aquellos con quienes residen.
El cristianismo no elimina nuestros deberes para con los demás, nos enseña a hacerlo bien. Los verdaderos arrepentidos estarán abiertos para admitir sus faltas, como evidentemente lo hizo Onésimo con Pablo, al ser despertado y llevado al arrepentimiento, especialmente en caso de haber dañado al prójimo.
 La comunión de los santos no destruye las distinciones de la propiedad.
Filemón era hijo de Pablo por la fe, pero lo trata como hermano. Onésimo era un pobre esclavo, pero Pablo ruega por él, como si pidiera algo grande para sí mismo.
Los cristianos deben hacer lo que puedan para regocijo de los corazones de unos y otros. Del mundo esperan problemas, deberán hallar consuelo y gozo los unos en los otros. Cuando nos quiten algo de lo recibido por misericordias, nuestra confianza y esperanza deben estar en Dios. Debemos usar diligentemente los medios, y si nadie está a la mano, abundar en oración. Pero, aunque la oración prevalece, no merece las cosas obtenidas. Si los cristianos no se conocen en la tierra, aún la gracia del Señor Jesús estará con sus espíritus y pronto se reunirán ante el trono para unirse para siempre a admirar las riquezas del amor redentor. El ejemplo de Onésimo puede dar ánimo a los pecadores más viles para regresar a Dios, pero está vergonzosamente pervertido el que por ello se siente estimulado a persistir en los malos rumbos. ¿No son muchos quitados en sus pecados mientras otros se endurecen en ellos? No hay que resistir las convicciones actuales, no vaya a ser que nunca más vuelvan.

 Nunca encuentran más gozo de Dios los creyentes que cuando sufren juntos por Él. La gracia es el mejor deseo para nosotros mismos y para el prójimo, con ella empieza y termina el apóstol. Toda gracia es de Cristo, Él la adquirió y Él la concede. ¿Qué más necesitamos para hacernos felices, que tener la gracia de nuestro Señor Jesucristo con nuestro espíritu? Hagamos ahora lo que debemos hacer en el último suspiro. Entonces, los hombres están dispuestos a renunciar al mundo y a preferir la porción mínima de gracia y fe antes que un reino.

  Epafras era muy conocido entre los colosenses, ya que él había fundado la iglesia allí (Colosenses_1:7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,). Era como un héroe para esta iglesia, luchó para que se mantuviera unida a pesar de la persecución creciente y las dificultades con las falsas doctrinas. La información acerca de los problemas que afrontaban los hermanos de Colosas motivó a Pablo a escribir su epístola a los Colosenses. Las oraciones fervorosas de Epafras por los cristianos en Colosas muestra su amor profundo por ellos (Col_4:12-13 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.
 13  Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis).  

  Hablar de Jesús a otros, por los medios que sean, nos da una visión más profunda de nuestra herencia en Cristo; al hablar de tu fe en Jesús, ganas una más profunda comprensión del conocimiento que la Palabra de Dios trasmite para asemejarnos al carácter de Cristo.


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