} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: CARTA A UN NUEVO HERMANO EN LA FE DE CRISTO

sábado, 30 de agosto de 2014

CARTA A UN NUEVO HERMANO EN LA FE DE CRISTO




Amado hermano en Jesús: Le escribo esta carta con mucho gozo, pues ha sido para mí una verdadera alegría el saber que usted ha hallado su salvación eterna en el Señor Jesucristo. Realmente, esta hermosa y eterna salvación no podíamos encontrarla nada más que en el Señor Jesucristo, pues como nos dice la Biblia, Él es el ÚNICO Mediador que Dios Padre reconoce, (1 Tim. 2:5) Él es el ÚNICO Camino que conduce al Padre (Jn 14:6) y solamente en Su Nombre hay salvación (Hechos 4:12). En efecto, yo tampoco tengo otra esperanza sino la que nos ofrece la sangre del Señor, vertida como precio del rescate de pecadores como usted y como yo.
Aunque más adelante usted recibirá hermosos libros que le ayudarán a comprender más aún la tan grandiosa salvación que Cristo le ha regalado, no obstante, en esta carta, deseo darle algunas instrucciones que le ayudarán a crecer en la fe y a aumentar el gozo de su salvación. Por esto quiero decirle en primer lugar que:
CRISTO LE HA SALVADO PARA SIEMPRE.- Nunca pierda de vista, en el transcurso de su vida Cristiana esta hermosa realidad que Jesucristo nos asegura con su Palabra. Desde que ha creído en Él tiene vida eterna y la palabra eterna no tiene límite, no se acaba jamás. Así salva el Señor...DE UNA VEZ PARA SIEMPRE, y más aún, esta salvación es tan firme y segura, que ya no hay nada  ni nadie, ni en el cielo ni en la tierra, que tenga poder para hacerle perder lo que Cristo le ha dado. Espero que usted lea las siguientes porciones bíblicas que le aseguran estas verdades de nuestro Salvador. (Jn 5:24; 6:37-40; Rom 8:1; 37-39; Jn 10:27-30)
CONFIESE A JESÚS PUBLICAMENTE.- Esta es la segunda cosa que le aconsejo hacer. Es lo lógico que se espera de uno que ha recibido gratuitamente el don de la salvación. ¿Qué haría un ciego al recobrar la vista? Dar voces de júbilo y proclamar a los cuatro vientos. Cuando hemos nacido de nuevo y adquirimos la vista espiritual, hay un gozo especial en nuestra alma que nos impulsa decirlo a todos. Tal vez al principio de su conversión usted no tenga muchas cosas que decir, pero siempre tendrá una palabra en su boca. Usted puede decir lo que el Señor ha hecho por usted. Cristo no le pide más. ¿Recuerda al endemoniado Gadareno que Jesús sanó? Cuando este volvió en sí quería seguir al Señor.  Cristo le pidió solamente que fuera a los suyos y les contara lo que Él le había concedido. Léalo usted mismo en Mr. 5:1-20. Recuerde también al ciego de nacimiento a quién Cristo dio vista. Este también confesaba públicamente al Señor diciendo: UNA COSA SÉ; QUE ANTES YO ERA CIEGO Y AHORA VEO (Jn 9)
USTED HA DE SER BAUTIZADO.- Como verá por la Palabra de Dios en la Biblia, leyendo  en los Hechos de los Apóstoles, después de que las personas creían en el Señor Jesucristo, inmediatamente eran bautizadas. Era lo que había ordenado Cristo antes de subir al Cielo; PRIMERO creer y DESPUES bautizo e instrucción de la Palabra. El bautismo es algo que se relaciona con la nueva vida y por lo tanto hacerse DESPUES de haber nacido de nuevo. Entre las cosas que simboliza, una es, al bajar al agua, la sepultura del viejo hombre en la sepultura de Cristo y la segunda, al subir del agua, la nueva vida que tenemos en el Cristo resucitado. Con todo esto, también se demuestra que tenemos intención de vivir en adelante agradando a Dios.
LEA DIARIAMENTE LA PALABRA DE DIOS EN LA BIBLIA Y ORE.- Usted tiene que instruirse en las enseñanzas bíblicas. Tiene que escuchar al Señor. Tiene que aprender la voluntad de nuestro Padre Celestial. Por todo esto, usted tiene que leer y meditar la Palabra de Dios. Todo está indicado en la Biblia y tenemos que leerla diariamente. Aparte  cada día bastante tiempo para leer la Palabra de Dios...Y PARA ORAR. Aprenda a llevar todas sus cargas al Señor en oración. Ore diariamente, constantemente, sin cesar. CRISTO NOS DIO EJEMPLO ORANDO DIA Y NOCHE. Antes de emprender cualquier empresa, el Hijo de Dios se ponía en comunión con Su Padre y Le pedía ayuda. Aprenda usted desde ahora a tener en cuenta al Señor para todo cuanto tenga que hacer.
TRATE DE GANAR ALMAS PARA EL SEÑOR.- Usted tiene amigos, vecinos, compañeros de trabajo, familiares que no son salvos. Usted tiene que hacer por ganarlos para el Señor. Tiene que advertirles el peligro que corren si no creen en Cristo y Le siguen. Usted tiene que orar por ellos al Señor, pidiéndole que los salve. Tiene usted que mostrarles por la Biblia que están en condenación y que solamente en Cristo hallarán perdón y salvación. Tiene usted que pedir al Señor que le guíe, con el Espíritu Santo para que obtenga bendición en esta hermosa labor.
TODAVÍA PECARÁ.- No se espante por ello. No ha dejado usted de ser una persona con todas las flaquezas y debilidades inherentes a todo ser humano. Usted  ya no PRACTICARÁ el pecado, pero con toda seguridad que muchas veces, a lo largo de su vida, CAERÁ en pecado. No se espante, le repito. No deje que el diablo le engañe en estas ocasiones diciéndole a su corazón que usted ya no es Cristiano, o que nunca fue Cristiano, o que ha perdido su salvación. Recuerde que la salvación que Cristo le regaló es ETERNA y que no se pierde NUNCA JAMÁS. Cuando caiga en pecado, vaya al Señor en oración, confiésele su caída y pídale al Señor que le perdone. Escrito está: SI CONFESAMOS NUESTROS PECADOS, ÉL ES FIEL Y JUSTO PARA QUE NOS PERDONE NUESTROS PECADOS, Y NOS LIMPIE DE TODA MALDAD. (1ªJn.1; 9) Setenta  veces siete que usted caiga en pecado, vaya al Señor en confesión y tenga la seguridad de que usted será perdonado cada vez. De este modo siempre tendrá usted paz y alegría y cada día será “más que vencedor por medio de Aquel que nos amó”
Y nada más, querido hermano en Cristo. Creo que con estas exhortaciones es suficiente para  que usted comience a vivir victoriosamente la nueva vida. No obstante, si alguna duda tiene, escríbame con confianza y con mucho gusto trataré de ayudarle con la Palabra de nuestro Dios en la Biblia. Alabando y dando gracias al Señor por haberle salvado. Me despido de usted con un abrazo fraternal en Cristo Jesús, quedando a su servicio, su hermano y siervo en Cristo.
(De un hermano de la congregación)

No hay comentarios:

Publicar un comentario