} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL ÚLTIMO DÍA

jueves, 28 de agosto de 2014

EL ÚLTIMO DÍA




Cristo ha llorado por nuestros pecados más veces de las que podemos imaginar. Cuando iba dirección Jerusalén montado en un pollino, también lloró viendo los corazones de las multitudes que no creían el Él,  Su Palabra no era recibida. Veía como se afanaban y preparaban para la celebración de la fiesta de la Pascua, con palmas y ramas de olivo lo recibían, extendiendo sus mantos y gritando ¡¡Hosanna!!

Lucas 19:41  Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, RV60

Jesús sabía que las aclamaciones del pueblo serían pasajeras. Ellos estaban ciegos a la verdadera naturaleza de su reino y le rechazarían. En consecuencia, Jerusalén sería destruida, una profecía que se consumaría en el año 70 d.C.

Jesús lloró porque vio a través del tiempo, el Juicio de Dios sobre la humanidad. Lloraba por ti, por mí, por ellos, porque Jesús está interesado en salvarnos del infierno, de la muerte eterna. Jesús vio el día, la hora y el momento de nuestro último suspiro, el tuyo y el mío. Mientras llega ese momento Dios Padre, es Paciente con todos nosotros, dándonos oportunidad para volvernos a Él. Nos llama de mil maneras, pero Satanás tiene tan velada nuestra mente por el mundo, que no vemos esas ocasiones.
¿Cómo vamos aprovechar el tiempo? ¿Vamos acaso, burlar la muerte?
Creedme, no sabemos siquiera si podremos seguir con la lectura de estas líneas, cuanto más si estaremos vivos  el día de mañana. Un accidente, un infarto, un ictus, una enfermedad mental degenerativa...qué sé yo, la muerte no para de arrebatar vidas.
Aprovecha, porqué no, esta oportunidad, tú que estás leyendo, para arrepentirte.
Metanoia (μετάνοια) , pensamiento posterior, cambio de parecer, arrepentimiento. Se usa del arrepentimiento del pecado o del mal.  
Metanoeo (μετανοέω) (meta, después, implicando cambio; noeo, percibir; nous, mente, el asiento de la reflexión moral)                                                                        
  Cuando escuches, leas la Palabra de Dios y reconozcas que has pecado contra Dios, que siendo pecador estás alejado de Dios; cuando sientas el peso de todos los pecados como si llevaras piedras en los bolsillos; cuando sientas el dolor de haber pecado contra Dios, cuando humillado, postrado pidas perdón al Señor, entonces... Juan 3:3   Jesús le dijo: —Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios. Juan 3:6  Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu. (Versión: Traducción Lenguaje Actual)

Estás leyendo estas líneas y seguro que algo o alguien va interrumpir. Sonará el teléfono, el timbre; se quemaran las tostadas, algún ruido tratará distraerte para que no te entregues a Jesús. Es lo habitual, y puedo decirte que es el diablo que está llamando tu atención, distrayéndote, enviando a tu mente un montón de dudas, diciéndote que es imposible que eso ocurra, que te tiene atrapado, esclavizado por los vicios que han llegado de modo inocente y que ahora te tienen dominado.
Te recomiendo que en la soledad de tu cuarto, pidas ayuda a Jesús como aquella mujer en Mateo 15:25  Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: ¡Señor, ayúdame!
Porque Dios está atento para escuchar 2Co 6:2  Porque él dice en las Escrituras:
"En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé." (Versión: Dios Habla Hoy)  así verás como el diablo te dejará y huirá. Jesús te está llamando a la puerta de tú corazón, quien tiene que abrirle eres tú. Él respeta tu albedrio, no te creó como un robot, tu puedes decidir, te está esperando para darte la verdadera libertad Juan 8:32  conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Romanos 6:18  Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia. Gálatas 5:1  Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. Hebreos 10:19  Hermanos, ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús,

Todo lo que tienes que hacer es recibir a Jesús por fe, creyendo en su persona, creyendo que es el Hijo de Dios que dio Su Vida, derramó Su Sangre para perdonar los pecados de los que creen en Él. Murió por ti y por mí,  miserables pecadores; cargó con nuestros pecados, se hizo culpable para librarnos a nosotros del veredicto de culpabilidad; el inocente se hizo culpable. ¿Eres capaz de entender el significado de su muerte? Fuimos  justificados debido a que todo lo que era necesario de parte de Dios para nuestra justificación había sido cumplido con la muerte de Cristo. Una sentencia de absolución, por la cual Dios absuelve a los hombres de su culpa, bajo las condiciones: de su gracia en Cristo, por medio de su sacrificio expiatorio, el recibir a Cristo por la fe. Romanos 5:18  y así como el delito de Adán puso bajo condenación a todos los hombres, así también el acto justo de Jesucristo hace justos a todos los hombres para que tengan vida.

Por así decirlo nos fijó en un estado de justificación, así por la justicia de uno prevaleció la gracia para justificación de todos los relacionados con Cristo por la fe. Por medio de la gracia de Dios ha abundado para muchos el don de gracia por medio de Cristo; sin embargo, las multitudes optan por seguir bajo el dominio del pecado y la muerte en vez de pedir las bendiciones del reino de la gracia. Pero Cristo no echará afuera a nadie que esté dispuesto a ir a Él. Jamás merecimos que Jesús llorara un solo día por nosotros, angustiado por los pecados de los hombres.
Por eso, querido lector ahora es tu momento, es tu día, el último día de tu vieja vida. Que esta sea ahora, tu oportunidad de tener un encuentro personal con Cristo.
¡¡No la desaproveches, puede ser la última!!

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