que ha dado testimonio de la palabra de Dios,
y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Los beneficiarios de la revelación recibida por Juan serán
los siervos de Jesucristo, es decir, los fieles cristianos del Asia Menor, Y por medio de ellos, todos los cristianos
de la Iglesia universal. Apocalipsis es
un libro de consolación dirigido a los fieles de fines del siglo I, que se
sentían desalentados y como acobardados ante la hostilidad de los poderes
públicos, y decepcionados por la tardanza de la parusía del Señor. El vidente
de Patmos les dice que la manifestación gloriosa de Cristo está próxima, y que
mientras tanto han de mantenerse firmes en la prueba para que cuando venga
Jesucristo, puedan presentarse a El purificados. Y entonces los que hayan
permanecido fieles reinarán gloriosos con Cristo triunfador.
La palabra de Dios es una firma del apóstol Juan y aparece
en Juan 1: 1; 1Jn. 1: 1 ; 1Jn. 2:14 ; 1Jn. 5: 7;Rev. 1: 2 +; Rev. 19:13 +. Esta
es una fuerte evidencia de que Juan el Apóstol es de hecho el autor de este
trabajo, como sostiene la tradición. Hay muchos paralelos entre Jesús y la
palabra revelada de Dios:
Entre los paralelos entre Jesús y la Escritura están 1) su
eternidad; 2) su producción por el Espíritu Santo; 3) un mensaje divino
encarnado en forma terrenal; 4) la acomodación del intelecto limitado del
hombre; 5) perfecto — sin pecado; 6) tener una autoridad divina única; 7)
rechazado por el hombre; 8) victorioso sobre los enemigos; 9) revelado por la
fe; 10) dar testimonio el uno al otro; 11) el único medio de revelación del
Padre; 12) Llamada la Palabra de Dios. 2
De la misma manera en que Jesús era completamente humano y
sin embargo, sin error (divino), la palabra escrita de Dios fue dada a través
de vasos humanos que fueron supervisados por el Espíritu Santo para que el
resultado sea inerrante.
Juan se siente como
obligado a dar testimonio y a atestiguar ante la Iglesia y ante el mundo la
verdad de la palabra de Dios (v.2), es decir, todo lo que ha visto y nos irá
declarando en el curso del libro. Esta palabra de Dios es, según Juan, una
profecía (v.3), o sea una exhortación que consuela, instruye y estimula. Esta
profecía despertará en los corazones cristianos la certeza de la victoria sobre
las fuerzas enemigas de Dios. Juan la coloca de golpe al mismo rango que las
profecías del Antiguo Testamento, porque proclama bienaventurados a los que la
lean y la escuchen con obediencia. El que cumpla el mensaje del Apocalipsis
vencerá y obtendrá de Cristo una grande recompensa.
Testimonio de Jesucristo
Hay dos formas en que el testimonio de Jesucristo puede ser
entendido:
Jesús es el sujeto - El testimonio fue proporcionado por Jesús. Es su fuente
(genitivo subjetivo). Tanto aquí como en Ap. 19:10 + , la evidencia gramatical
apunta a tomar esto como genitivo subjetivo (el testimonio nacido de
Jesucristo, que Dios le dio a Él). 3
Jesús es el objeto
- El testimonio es sobre Jesús (genitivo objetivo). Él es el revelado por el
testimonio. Juan fue desterrado a Patmos "por el testimonio de Jesucristo"
(Ap. 1: 9 +). Esto casi seguramente se refiere a la persecución que resulta de
su testimonio acerca de Jesús. Cuando se abre el quinto sello, Juan ve a los
mártires "que habían sido asesinados por la Palabra de Dios y por el
testimonio que tenían" (Ap. 6: 9 +). Cuando los dos testigos terminan su
testimonio, la bestia asciende desde el pozo sin fondo y los supera (Ap . 11: 7
+). Los santos que vencen a Satanás lo hacen por la palabra (hablada) de su
testimonio (Ap . 12:11 + ). El dragón enfurecido sale para hacer guerra contra
aquellos que "tienen el testimonio de Jesucristo" (Ap. 12:17 + ). Al
comienzo del Reino del Milenio, Juan ve "las almas de aquellos que han
sido decapitados por su testimonio de Jesús ( μαρτυρίαν Ἰησοῦ [ I mso Mártir ],
testimonio de Jesús)" (Ap. 20: 4 + ).
En estas situaciones, las Escrituras
registran la persecución como resultado de mantener el testimonio. Esto no
puede referirse simplemente a recibirán testimonio de Jesús Debe referirse a
dar ese testimonio ante la oposición. Este sentido objetivo también estaría de
acuerdo con lo que Juan registra sobre el papel de Juan el Bautista (Juan 1: 7
). Muchos otros pasajes indican que Jesús es el objeto principal de la
revelación profética: el "volumen del libro" está escrito de Él (Sal.
40: 7; Lucas 18:31 ; Lucas 24:27 , Lucas 24:44 ;Juan 5:39 , Juan 5:46 ;Hechos
8:35 ; Hechos 10:43 ; Hebreos 10: 7 ).
Una encuesta de varios pasajes relacionados con el
testimonio de Jesucristo indica que Jesús es tanto el sujeto como el objeto del
testimonio. La motivación profética es de Jesús: “el Espíritu de Cristo. . .
Testificado ” (1Pe. 1:11 ). También se trata de Jesús : "indicando. . . de
antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían " (1Pe.
1:11).
La relación de los santos con el testimonio de Jesús se refiere a ambos
aspectos:
(1) recibimos el
testimonio proporcionado por el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo
(2) estamos
encargados de entregar el testimonio acerca de Jesús a los demás.
El
ministerio de los santos se puede encontrar completamente dentro de la frase:
Conociéndolo a Él para darlo a conocer. Si cualquiera de las partes de esta
"ecuación de ministerio" se descuida, nuestro testimonio sufre. 4
En el Apocalipsis existen siete bienaventuranzas o
macarismos. El macarismo, que se encuentra en la literatura griega y latina, es
una forma literaria muy propia de la literatura bíblica, mediante la cual se
proclama feliz a alguien a causa de una buena acción, de una virtud, por la
cual será recompensado. El macarismo consta de cuatro elementos: a) ha de
empezar con la expresión bienaventurado, que en hebreo es 'asrey, en griego
ìáêÜñéïò, y en latín beatus (Vulgata); b) después viene la persona a la cual se
dirige el macarismo; c) se alude a la causa que ha motivado la alabanza: una
buena acción, una virtud.; d) y, finalmente, se expresa la recompensa de la buena
acción, que suele ser descrita con imágenes exuberantes. Puede suceder, sin
embargo, que alguno de estos cuatro elementos no esté expresado, en cuyo caso
será suficiente atender al contexto para suplirlo.
Juan apremia a los cristianos, a los que se dirige, para que
reciban el mensaje y conformen su conducta a las instrucciones morales de la
profecía. Esto es tanto más necesario y útil cuanto que el tiempo esta próximo.
En la perspectiva teológica de Juan, los hechos se suceden con celeridad tal
que el cristiano dispone de poco tiempo para prepararse a la venida gloriosa de
Cristo.
La manifestación gloriosa de Jesucristo constituirá el
tiempo de la plena salud, el tiempo en que cada uno ha de recibir su
recompensa, que con tanta instancia promete Juan a los fieles, a través de todo
el libro, para animarlos a la lucha.
Cuando Juan dice "el tiempo está cerca", está
exhortando a sus lectores a estar preparados en todo momento para el juicio
final y el establecimiento del reino de Dios. No sabemos cuándo tendrán lugar
estos acontecimientos, pero siempre debemos estar preparados. Sucederán de
forma sorpresiva y no habrá una segunda oportunidad para cambiarse de bando.
Notas
1 AT Robertson, las imágenes de la palabra de Robertson en seis
volúmenes (Escondido, CA: Ephesians Four Group, 2003).
2 Rene Pache, La inspiración y autoridad de las Escrituras
(Salem, WI: Sheffield Publishing Company, 1969), 35-40.
3 [Robert L. Thomas, Revelation 1-7
(Chicago, IL: Moody Press, 1992), 58-59], [Robertson, Robertson's Word Pictures
in Six Volumes ].
4 La mayoría de las veces, estamos demasiado ansiosos por
hacerlo conocer sin realmente conocerlo (Lucas 10: 38-42). Cuando hacemos esto,
representamos mal a nuestro Señor y presentamos una caricatura de Dios a un
mundo escéptico.
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