Apocalipsis 5; 7-8

7  Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.  

8  Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.  

 Tomó el libro

εἴληφεν [ eilēphen ], tiempo perfecto. Un uso aoristo del tiempo perfecto encontrado en las narraciones.   El énfasis está en la acción pasada más que en los resultados continuos. “El griego transmite una acción dramática en el tiempo del verbo 'tomó' (¿quizás un dramático perfecto?): 'Subió y lo tomó, y ahora lo tiene'. ”   Habiéndose levantado, Cristo ahora toma el rollo de la mano del Padre. Cuando Cristo inicia estas acciones, el mundo descansa más abajo, ajeno al ladrón que se aproxima en su noche.   “El que se movió al principio para crear, ahora se mueve para restaurar. . . . El Cordero se convierte en león. . . En la escena ante nosotros, Cristo no está en el trono del Padre; La edad de su intercesión ha llegado a su fin. Lo veremos actuar en un carácter completamente nuevo. . . . La edad de la Iglesia ha terminado. Esta es ahora la profecía del futuro. ”  Este es un momento crucial en la historia, superado solo por la crucifixión en su importancia . “Este es el acto individual más sublime registrado en el Apocalipsis. Es el acto que incluye toda la creación sufriente, y los santos desheredados de Dios han estado suspirando, llorando y esperando durante todas estas largas edades, durante seis mil años de dolor y pena ”. "Su toma del libro marca el inicio de los procedimientos para convertir su contenido en realidad y, finalmente, dar paso al reino prometido" .  Después de la edad de la muerte, el asesinato, la enfermedad y el pecado, mientras que innumerables huesos se apilan sobre la tierra abajo, Dios ha esperado con paciencia para que todo lo que vendría a Él respondiera ( 2Pe. 3: 9). Incluso desde la cruz, donde el costo del pecado fue pagado en su totalidad, la justicia ha dormido debido a la gracia. Con la toma del libro por parte del Cordero, los acontecimientos de la historia dan un giro hacia la inminente redención de todo lo que es de Dios desde el dominio de Satanás y el pecado. Una vez que el Cordero se levanta de la mano derecha del Padre para tomar el rollo, el dado se lanza y el programa que conduce a la redención del orden creado se mueve ahora en rápida sucesión. El Hijo de Dios ha comenzado a tomar las naciones para su herencia (Sal. 2: 8 ; Sal. 82: 8 ). Ahora está a punto de tomar posesión de lo que ha sido suyo desde la cruz, un dominio eterno que no pasará, el único reino que no será destruido (Dan. 7:14 , Dan. 7:27). Cuando el último de los sellos se ha desatado, lo que provocó los juicios de las trompetas y las copas, se dirá, “Los reinos del mundo han venido a ser los reinos de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos” (Rev. 11:15 +  Rom. 8:22 .) ”   Esta no es una conversión gradual del mundo a Cristo, sino el inicio de una intervención dramática y cataclísmica en su historia para rechazar a Satanás y a los habitantes de la tierra que no se arrepienten.

Cuencos de oro llenos de incienso que son las oraciones de los santos

Fue en la hora del incienso que la gente estaba orando cuando el ángel del Señor se apareció a Zacarias anunciando el nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1:10). Las oraciones de los santos, muchas de las cuales han permanecido sin respuesta durante miles de años, encontrarán su cumplimiento en los eventos por venir (Ap. 19: 1-2). Más tarde, recipientes similares contendrán la ira de Dios (Ap . 15: 7). Parece que debemos ver una correlación entre las oraciones de los santos ofrecidas a Dios como incienso y la venganza resultante vertida como la ira de Dios. Antes de que suenen las siete trompetas, un ángel ofrece las oraciones de los santos con incienso en un altar ante Dios. Luego intercambia el contenido del incensario por fuego del altar y lo arroja a la tierra dando como resultado “truenos, relámpagos y un terremoto”: todos los sonidos de juicio inminente (Rev. 8: 3-5 +). Los continuos clamores de los elegidos de Dios a lo largo de la historia son como la fragancia del incienso que se eleva a Dios (Sal. 141: 1-2). "¿Y no vengará Dios a sus propios elegidos que claman día y noche contra Él, aunque se demore con ellos?" (Lucas 18: 7 ). Malaquías habló de un momento en que se ofrecería incienso a Dios, no solo en el Templo, sino en todo el mundo. No solo por los sacerdotes de Israel, sino por todos los gentiles. Esta ofrenda describe la oración global que incluso ahora asciende de los santos como un memorial a Su trono (Mal. 1:11; Hechos 10: 4 ). Cuando estamos de rodillas contribuimos al contenido de estos cuencos. “¿Y quién puede contar los volúmenes y océanos de tales ruegos, que siguen sin respuesta hasta hoy? Pero, ninguno de ellos está perdido. Son cuidadosamente atesorados en cuencos de oro ".

¿Por qué las arpas y los cuencos están llenos de incienso, que son las oraciones de los santos (Ap. 5: 8), conectados con el Cordero que toma el libro de la herencia? ¿Las oraciones de los santos provocaron esta escena? ¿Nuestro Señor les habría ordenado a sus discípulos que oren? "Venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra", si (a) Dios no tuvo la intención de hacer que esto sucediera, y (b) si las oraciones de los santos no fueron un factor vital para lograr este glorioso resultado   

Algunos ven solo a los ancianos como poseedores de arpas y cuencos. “El hecho es que los detalles de la siguiente descripción no son apropiados para los seres vivos. Verlos como poseedores de arpas y cuencos no es natural, y atribuirles funciones sacerdotales ignora la función sacerdotal que es distintiva de los ancianos (Swete; Charles; Lenski). ”   Aunque una de las criaturas vivientes maneja un cuenco dorado más tarde (Ap   15: 7), este cuenco está lleno de ira y no se ve que refleje una función sacerdotal, mientras que los cuencos dorados de incienso tienen una función sacerdotal (Lev. 4: 7 ; Num . 4:16 ; 1S. 2:28 ).

 Santos

Aunque la palabra "Iglesia" no aparece sino hasta después del capítulo 3, el concepto de "santos" si se expresa a lo largo del libro haciendo referencia al pueblo de Dios.

El término es el sinónimo griego de la palabra kadash, cuyo significado de base es "arreglar a uno" o "poner en un lugar apartado para uso exclusivo de YHWH" (BdB87). Denota el concepto inglés/español de "sacerdocio". YHWH está apartado de la Humanidad por Su naturaleza (eterna, es Espíritu, no creación) y Su carácter (perfección moral). Es la medida por la cual todo lo demás es medido y juzgado. Él es el trascendente, el Santo, el otro Santo. Dios creó a la Humanidad para tener comunión con ella, pero la caída (Génesis 3) creó obstaculizó la relación moral entre un Dios Santo y la Humanidad pecadora.

Dios escogió restaurar la conciencia de Su creación; por tanto, llama a su pueblo a ser "santo"(Levítico 11:44; 19:2; 20:7, 26: 21:8). Mediante una relación de fe con YHWH, Su pueblo llega a ser santo por la relación con Él en el Pacto; pero también están llamados a vivir una vida santa (Mateo 5:48); lo cual es posible porque los creyentes son totalmente aceptados por medio de la vida y obra de Jesús, y la presencia del Espíritu Santo en sus mentes y corazones. De aquí surge una paradoja:

“Ser santos porque Cristo no ha imputado su justicia, y Ser llamados a vivir vidas santas por la presencia del Espíritu en ellas.”

Los creyentes son "santos" (hagioi) debido a la presencia en sus vidas de:

 (1) la voluntad del Uno que es Santo(el Padre)

 (2) la obra del Hijo Santo (Jesús)

(3) la presencia del Espíritu Santo.

 El Nuevo Testamento siempre se refiere a los santos en plural (con excepción de una sola vez en Filipenses 4:1, pero aún allí, el contexto lo presenta como plural). ¡Ser salvo es ser parte de una familia, de un cuerpo, de un edificio! La fe bíblica se inicia con una recepción personal, para integrarnos en una comunidad, en una comunión. Todos tenemos dones (Filipenses 4:1) de sanidad, de crecimiento y bienestar físico del cuerpo de Cristo -la Iglesia-. ¡Somos salvos para servir! ¡La santidad es una característica familiar!