} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 10 Julio LA BUENA SEMILLA

lunes, 10 de julio de 2017

10 Julio LA BUENA SEMILLA


2 Timoteo 2; 11-13
Palabra fiel es esta:
 Si somos muertos con él, también viviremos con él;
   Si sufrimos, también reinaremos con él;
 Si le negáremos, él también nos negará.
   Si fuéremos infieles, él permanece fiel;
 Él no puede negarse a sí mismo”

Posiblemente este sea uno de los himnos cristianos primitivos. Dios es fiel con sus hijos y aunque debamos sufrir grandes dificultades aquí, nos promete que algún día viviremos eternamente con El. ¿Qué significa esto? Significa que los creyentes viviremos en el reino de Cristo y que participaremos en la administración del mismo. Esta verdad confortó a Pablo mientras pasaba por el sufrimiento y la muerte. ¿Estás enfrentando pruebas? No te apartes de Dios. Él te promete un futuro maravilloso junto a Él. Pablo subraya el principio del sufrimiento presente seguido de la futura gloria, citando un antiguo himno o confesión de fe. Su propósito es llamar a la valentía y a la resistencia, aun al martirio, en el servicio del Señor.
Aunque es verdad que Cristo permanece fiel a sus promesas, aquí se alude a su advertencia de no reconocernos en presencia del Padre  si (consciente y voluntariamente) le negáramos en medio del peligro o la burla.
Que los santos que sufren se acuerden y miren a Jesús, el Autor y Consumador de su fe, que por el gozo que le fue puesto delante, soportó la cruz, menospreció la vergüenza, y ahora está sentado a la diestra del trono de Dios. No debe extrañarnos que los mejores hombres se enfrenten al peor de los tratos; pero esto causa regocijo, porque la palabra de Dios no está atada. Aquí vemos la causa real y verdadera de que el apóstol sufriera aflicciones por amor del evangelio. Si estamos muertos a este mundo, a sus placeres, sus beneficios y sus honores, estaremos por siempre con Cristo en un mundo mejor. Él es fiel a sus advertencias y fiel a sus promesas. Esta verdad asegura la condenación del incrédulo y la salvación del creyente.
Tres cosas son imposibles a Dios: morir, mentir y ser engañado. Esta imposibilidad no es una de debilidad sino de poder y majestad infinitos. Indirectamente también se sugiere consuelo para los creyentes en que Él es fiel a sus promesas; que porque los apóstatas son despojados de su ilusión, de que porque ellos cambian, igualmente pueda cambiar Cristo. Una advertencia a Timoteo a que esté firme en la fe.
  Así que a todo el que Me reconozca delante de los hombres, yo también le reconoceré delante de Mi Padre Que está en el Cielo; pero al que Me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de Mi Padre Que está en el Cielo» (Mateo 10:32  s)
«Dios no es un hombre para que mienta, ni un hijo de hombre para que se desdiga» (Números_23:19). Dios nunca le fallará a la persona que haya tratado de serle fiel, pero ni siquiera Él puede ayudar a la persona que se ha negado a tener nada que ver con Él, al incrédulo.
Jesús murió para ser leal a la voluntad de Dios; y el cristiano debe seguir esa misma voluntad, brille la luz o caigan las sombras.
El cristiano, que se considera "hijo de Dios", debe mostrar el mismo carácter incambiable. El hombre miente, y niega y hace cosas contra su profesión de cristiano, para obtener algún supuesto bien en el tiempo de aflicción, oposición y tentación, o para mejorarse en la vida física. Pero si reconociera lo transitorio de esta vida y las consecuencias eternas de ser de cierto carácter, si pensara siempre en su Creador y en la voluntad de él, no mentiría, ni negaría a Cristo, ni haría nada que tuviera que ver con consecuencias del momento.

Al hombre le toca hacer fielmente la voluntad de Dios para poder alcanzar las bendiciones prometidas por Dios. 
Ésta es la lección principal de estos versículos.

¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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