} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 11 Julio LA BUENA SEMILLA

martes, 11 de julio de 2017

11 Julio LA BUENA SEMILLA


Lucas 22; 28

“Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.”

Con ellos, como con todos los hombres de Dios, comparte él, Jesús, la vida de prueba en un destino de sufrimiento. ¿Por qué la causa de Dios y su misión no se acredita con poder, sino con impotencia? ¿Por qué se manifiesta el reino de Dios en el desvalimiento del que sufre, es perseguido y crucificado?
Esto escandaliza a los discípulos y es causa de la deserción del pueblo. Los doce, en cambio, perseveraron y se le mantuvieron fieles, aunque ellos también participaron de sus pruebas.
Después que muchos le abandonaron, preguntó Jesús a los doce: « ¿Acaso también vosotros queréis iros? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién vamos a ir? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!» (Juan_6:67).

El camino doloroso de Jesús remata en la gloria del reino, que le da el Padre. Jesús conoce los designios del Padre y sabe por la Escritura que Él ha de llegar a la gloria a través del sufrimiento (Juan_24:26), sabe que el Padre le ha destinado y prometido el Reino y la Soberanía. A los amargos días de la pasión sigue el banquete de alegría, que es imagen del reino de Dios (Juan_14:15 ss); a la reprobación y al aniquilamiento sigue la elevación al Trono, que representa el poder real y judicial (Mateo_25:31).

Por haber perseverado los apóstoles con Él en sus pruebas, también ellos reciben de Él el título jurídico de participar en su gloria.

Hechos 14; 22
“confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”

Es muy importante predicar a mucha gente, pero Pablo y sus compañeros nunca descuidaron la obra indispensable de fortalecer y confirmar a los nuevos hermanos. ¿Para qué ganar almas si no pensamos confirmarlas? ¿Para qué ganar almas si las abandonamos siendo recién nacidas y no las discipulamos y nos portamos con ellas como los escribas y fariseos?

La obediencia al evangelio es simplemente el principio de andar en el camino de Dios. Los nuevos miembros son los "tiernos", los recién nacidos. Son las ovejas tan buscadas por lobos rapaces.

Sin duda los nuevos cristianos de Listra, Iconio y Antioquía habían hecho sacrificios grandes; es probable que ellos también fueron perseguidos. Pero "todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2Timteo_3:12).

Muchas veces lazos familiares y sociales se rompen, se pierde el empleo, hay toda clase de calumnia que soportar, etc., y los que sufren tales cosas necesitan de mucho aliento.
El cristiano no debe quejarse cuando sufre por Cristo, sino que debe entender que tales experiencias son normales para los cristianos. Dijo Jesús, "El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán"  (Juan_15:20). Pero recuérdese que con tales sufrimientos caminamos hacia el reino celestial.
    ¿Cómo podían entrar nuevamente en estas ciudades y confirmar a los hermanos sin sufrir persecución? Lucas no explica. Posiblemente porque en esta visita su obra no era tan pública, sino que se concentraban en la obra de confirmar a los hermanos.
Recordemos lo que la Biblia dice acerca de los beneficios de tales tribulaciones: Romanos_5:3-5  etc.

Tales sufrimientos nos hacen más dependientes de Dios, más compasivos hacia otros que sufren (Hebreos_2:18), y nos recuerdan que somos peregrinos y que "no puede el mundo ser mi hogar".

¡Maranatha! ¡Ven, Señor Jesús!

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