Colosenses 3; 12-13
“Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados)
de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
tolerancia; soportándoos los unos a los
otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja del otro,
de la manera que el Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Biblia
Casiodoro de Reina 1569
Cuando una persona, ha nacido de nuevo, debe
experimentar un cambio total de personalidad. Se despoja del viejo yo y asume
un nuevo yo de la misma manera que el candidato al Bautismo se quita la ropa
vieja y se pone la túnica blanca nueva. A menudo no tomamos suficientemente en
serio la verdad en que insiste el Nuevo Testamento: que un cristianismo que no
opere una transformación no es el auténtico, no es genuino, no ha sido regenerado por el Espíritu Santo. Además, este cambio
es progresivo: hace crecer constantemente a la persona en la gracia y en el
conocimiento del Señor Jesucristo hasta que llega a ser lo que está destinada a
ser: humanidad a imagen de Dios.
Pablo
empieza dirigiéndose a los Colosenses como escogidos de Dios, consagrados y
amados. Lo significativo es que cada una de estas tres palabras pertenecía
en su origen, como si dijéramos, a los judíos. Eran ellos el pueblo escogido,
la nación consagrada y los amados de Dios. Pablo, el hebreo de hebreos, toma
estas tres palabras preciosas, que habían sido posesión exclusiva de Israel, y
se las aplica a gentiles. Así demuestra que el amor y la gracia de Dios se
habían extendido hasta lo último de la tierra, y que ya no había en Su economía
«una nación especialmente privilegiada.»
La benignidad de
Dios ha sido manifestada en el evangelio de Cristo (Tito_3:4-7).
Su benignidad se demostró al dar a su Hijo para salvarnos; Efesios_2:7, "para mostrar en los siglos
venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús"
Por eso, la benignidad de Dios nos guía al
arrepentimiento. "¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia
y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?" (Romanos_2:4). Un pensamiento semejante se encuentra en
1Pedro 2:1-3.
"Antes sed benignos unos
con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios_4:32),
porque de otro modo se pierde la comunión con Dios. Es muy importante,
necesario diría, que hayamos sido bautizados y que asistamos a los servicios
para participar de la mesa del Señor, etc., pero si no somos benignos como Dios
y si no perdonamos a otros, entonces Dios no nos perdonará (Mateo_6:14-15). "Amad, pues, a vuestros enemigos,
y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón
grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los
ingratos y malos" (Lucas 6:35).
Al describir como las ramas
naturales (los judíos incrédulos) fueron desgajadas Pablo dice, "Mira,
pues, la bondad (benignidad) y la severidad de Dios; la severidad
ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo (el gentil
obediente), si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás
cortado" (Romanos_11:22). No conviene,
pues, abusar de la benignidad de Dios.
Este fruto del
Espíritu debe manifestarse en nuestra predicación del evangelio (2Timoteo_2:24-26), pero muchos, dentro de las
congregaciones, tienen un concepto erróneo de la benignidad porque creen que no
son benignos los que condenan el error, y mayormente cuando sostienen
discusiones públicas para defender la
verdad y exponer el error. Pablo es un ejemplo bueno de la benignidad y la
Palabra de Dios en la Biblia nos lo enseña Romanos_16:17
Y os
ruego, hermanos, que miréis por los que causan disensiones y escándalos fuera
de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos; Filipenses_1:16 Los unos anuncian al Cristo por contención, no
sinceramente, pensando añadir tribulación a mis prisiones;
Filipenses_1:27 Solamente que converséis como es
digno del Evangelio del Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté
ausente, oiga de vosotros que estáis firmes
en un mismo espíritu, unánimes obrando juntamente por la fe del Evangelio,
; 2Timoteo_4:2-4 Que
prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende duramente; exhorta con
toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo las orejas sarnosas, se amontonarán
maestros que les hablan conforme
a sus concupiscencias, y así apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas.
Podemos
compararlos con Judas_1:3
Amados,
por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de la común salud, me ha sido necesario escribiros
amonestándoos que os esforcéis a perseverar en la fe, que ha sido una vez dada
a los santos.
2Juan_1:9-11
Cualquiera que se rebela, y no permanece en la doctrina
del Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina del Cristo, el tal
tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina,
no lo recibáis en vuestra casa, ni le digáis: ¡bienvenido! Porque el que le
dice bienvenido, participa con sus malas obras.
¿Dejó de ser benigno
nuestro Señor cuando denunció la hipocresía de los fariseos y escribas? (Mateo_23:1-39). La benignidad no significa la
tolerancia del pecado y error.
Mateo_11:30, "porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga". El yugo de Cristo es
benigno porque se acomoda bien a nosotros. Es muy cruel poner sobre el cuello
del animal un yugo que no le quede bien, que esté mal ajustado y, por eso, le
irrite y moleste. Así es el yugo del pecado, pero nadie debe quejarse del yugo
de Cristo porque es fácil y benigno.
Esta cualidad la
humildad sincera en lugar de la humildad fingida del ascetismo, era aborrecida
por los paganos, pues para ellos indicaba flaqueza, pero Jesús dice,
"el que se humilla será enaltecido" (Lucas_18:14).
Pablo dice, "Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo" (Filipenses_2:3).
La palabra
"humilde" significa "que se rebaja voluntariamente"
(Larousse). Si esto describe nuestro carácter, ya hemos dado el primer paso
importante para efectuar buenas relaciones con los hermanos. "No tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura... No seáis sabios en vuestra propia
opinión" (Romanos_12:3; Romanos_12:16). "Porque el que se cree ser algo, no siendo nada,
a sí mismo se engaña" (Gálatas_6:3). También,
y muy relacionado a esto, cada miembro del cuerpo de Cristo debe ser manso
("suave, apacible", Larousse).
Jesús dice, " Llevad mi
yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas. " Mateo_11:29; Mateo_21:5 Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey
viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de yugo
"Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los
hombres que había sobre la tierra" (Números_12:3).
En cuanto a nuestra relación
con Dios la mansedumbre significa sumisión (Santiago_1:21,
"recibid
con mansedumbre la palabra"); en cuanto a nuestra relación con
el hombre la mansedumbre significa fuerza y gentileza. Es lo
opuesto de "enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones", como también de la arrogancia.
" Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre;
considerándote a ti mismo, para que tú no seas también tentado "
Gálatas_6:1; los que no tienen el espíritu de
mansedumbre hacen más mal que bien cuando intentan restaurar. "Porque el siervo
del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para
enseñar, sufrido; que con mansedumbre
corrija a los que se oponen" (2Timoteo_2:24-25).
"Estad
siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre " (1Pedro_3:15).
"¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre " (Santiago_3:13).
La mansedumbre está
asociada con el amor (1Corintios 4:21) y
con la humildad (Mateo_11:29); Efesios_4:2 con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia,
soportando los unos a los otros en caridad;
"Que a nadie difamen, que no sean
pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres" (Tito_3:2).
Aquí la mansedumbre se pone en contraste con pendenciero.
Estas palabras no
deben confundirse, pues, con conceptos de debilidad. Una persona débil no es
mansa, porque la palabra mansedumbre se usa para describir personas
fuertes que también son tiernas. Pablo, un hombre espiritualmente fuerte,
demostró su mansedumbre cuando dijo, "fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos... como
el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros"
(1Tesalonicenses_2:7-11). ¿Quién se atrevería a
acusar a Pablo de ser un hombre débil y tímido?
No hay ningún
conflicto entre las palabras humildad y mansedumbre y los
mandamientos que requieren el reprender y redargüir, etc., porque
estos son actos de amor. Recordemos siempre que Cristo y Moisés eran muy
mansos, aunque condenaron toda rebelión contra Dios.
La palabra longánimo
significa magnánimo, generoso. Esta palabra bíblica describe la disposición de
no perder la paciencia con otros aunque sean "difíciles de soportar"
(1Pedro_2:18 ). El hermano longánimo no tolera
el pecado y el error (Romanos_16:17; 1Corintios_5:1-13),
pero alienta a los de poco ánimo, sostiene a los débiles y es paciente para con
todos (1Tesalonicenses_5:14). "El amor es
sufrido, es benigno... Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta" (1Corintios_13:4-7).
La longanimidad es la
base de la humildad y es necesaria para perdonar, y es necesaria para que no se
interrumpa la comunión entre hermanos. "Con larga paciencia se aplaca el príncipe"
(Proverbios_25:15); "Mejor es el que tarda en airarse que el
fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad"
(Proverbios_16:32).
"Y tened
entendido que la paciencia (MAKROTHUMIA) de nuestro
Señor es para salvación" (2Pedro_3:15).
"El
Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente (MAKROTHUMIA) para con
nosotros, no queriendo que ninguna perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento" (2Pedro_3:9).
"¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso
y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda
misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y
que de ningún modo tendrá por inocente al malvado;" (Éxodo 34:6-7).
"Pero tú eres Dios que
perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia" (Nehemías_9:17).
La longanimidad es
indispensable para que haya buena relación entre hermanos en Cristo porque, con
la excepción de Hebreos_6:15, parece que MAKROTHUMIA
siempre expresa paciencia ante personas hostiles. "Con toda
humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia (longanimidad) los unos a
los otros en amor" (Efesios_4:2).
Este es el uniforme del cristiano; debe vestirse de estas cualidades de
carácter.
Los evangelistas que
agradan a Dios predican con paciencia (MAKROTHUMIA), con toda longanimidad (2Timoteo_4:2).
Algunos en las congregaciones tienen mecha corta y con poca
provocación hay explosión. El iracundo no debe ser escogido por la congregación
para ser uno de los obispos (Tito_1:7), pero
tampoco debe ser invitado a predicar.
Todo cristiano debe
ser paciente (MAKROTHUMEO ) como
el labrador que espera el fruto de la tierra, aguardando con paciencia
(MAKROTHUMEO ) hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía (Santiago_5:7).
"Soportándoos con
paciencia... Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo"
(Efesios 4:2; Efesios4:32)
El cristiano debe soportar "a los
difíciles de soportar" (1Pedro_2:18) pero,
al mismo tiempo, se debe agregar que cada miembro debe examinar su vida y si
alguno es uno de los "difíciles de soportar", debe arrepentirse. El
amor bíblico se describe en 1Corintios_13:4-7 : es sufrido, es
benigno, no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la
injusticia, mas se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta. El amor "no se irrita", sino que
soporta con paciencia.
Nunca faltarán entre
hermanos diferencias y desacuerdos de alguna clase. Hay gran diversidad de
preferencias personales y opiniones entre hermanos que no deben interrumpir la
comunión. Si hay humildad en lugar de orgullo, y si hay mansedumbre en lugar de
despotismo, tales diferencias no serán la causa de problemas. Nos soportaremos
con paciencia si hay amor bíblico.
Lamentablemente
algunos hermanos no se soportan los unos a los otros, sino que se quejan los
unos contra los otros: "Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que
no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta" (Santiago_5:9).
El soportar a los
hermanos no significa soportar pecados y descuidar la disciplina
(Mateo_18:15-17; Romanos 16:17), pero el hermano
arrepentido debe ser perdonado (2Corintios_2:6).
Pero "fuisteis
llamados en un solo cuerpo" y, por
eso, lo que afecta a nuestro hermano también afecta a nosotros. "Por lo cual,
desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros " (Efesios_4:25);
es decir, si somos miembros los unos de los otros, lo que hacemos al otro, nos
lo hacemos a nosotros mismos. En un sentido, pues, si perdonamos a otros
miembros del cuerpo, nos perdonamos a nosotros mismos. Lamentablemente, algunos
santos no se convencen de la importancia de perdonar y vemos congregaciones
frías espiritualmente, donde la falta de perdón ha producido divisiones y
posturas enconadas por años; y ni unos ni otros se aplican para obedecer la
Palabra de Dios en la Biblia. Pero eso sí, predican aquí y allá ignorando la
misericordia y paciencia de Dios para qué se arrepientan y perdonen.
Recordemos que la
necesidad más grande de cada uno de nosotros es el perdón de Dios. El promete perdonarnos si nos arrepentimos (Hechos_2:38), pero otro requisito es que perdonemos a
otros. "Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo_6:14-15;
Mateo_18:23-35).
Reconciliarte con tu hermano antes de adorar a Dios. "Si traes tu
ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y
presenta tu ofrenda" (Mateo_5:23-24).
"Si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él
solos" (Mateo_18:15); es
decir, si alguno ofende a su hermano o si su hermano le ofende a él, Jesús dice
a cada uno de ellos: anda tú, vé tú. Tanto el ofendido como el
ofensor deben buscar la reconciliación. "Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se
arrepintiere, perdónale" (Lucas_17:3).
¡Sin
duda esta es una de las fallas más grandes de las congregaciones cristianas!
Repetidas veces los santos (congregaciones enteras) han mostrado que
no son guiados por el Espíritu Santo, sino por los sentimientos carnales, y así están divididas, llenas de orgullo
carnal, de conflictos y rencillas; “han dejado su primer amor”, son muy activas
pero “están muertas”, ni son frías ni calientes, “son tibias” como el vómito,
toleran doctrinas de demonios y no se arrepienten. Pero en todas ellas hay un
remanente fiel; y el Señor los conoce y está fortaleciéndolos.
Cuando algún hermano
se ofende, se lo cuenta a todo el mundo menos a la persona que le ofendió.
Muchos son muy rebeldes contra este mandamiento. Están muy dispuestos a ser muy activos y a asistir a las
reuniones, etc., pero les faltan la humildad y el valor para obedecer el
mandamiento de Cristo de ir con el hermano para buscar la
reconciliación. Cada uno dice, "él o ella sabe dónde vivo yo", pero Jesús dice, "anda" y "ve"
tú. Si existe una pared de separación entre dos hermanos, los dos deben
hacer todo lo posible por derrumbarla, porque una pared de separación entre
dos hermanos bien puede ser una pared de separación entre ellos y Dios.
Para recibir el
perdón es necesario que el culpable se humille (venciendo el orgullo) y que
reconozca su falta, siguiendo el ejemplo del hijo pródigo: "Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti" (Lucas_15:21).
Con respecto a su
pecado David dijo, "Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi
gemir todo el día... Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije:
Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado"
(Salmo_32:3-5; Salmo_51:1-19). "El que encubre
sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia" (Proverbios_28:13).
No podemos perdonar
al culpable hasta que se arrepienta, pero debemos estar muy dispuestos a
perdonar. La benignidad de Dios nos "guía al arrepentimiento" (Romanos_2:8; 2Pedro_3:9; Isaias_1:18), y la misma
cualidad en nosotros bien puede producir el arrepentimiento en otros, pero si
guardamos rencor y buscamos la manera de "arreglar cuentas", ¿hasta
cuándo te vas a arrepentir?
Algunos dicen, Te
perdono pero no olvido. ¿Queremos que Dios diga lo mismo de nosotros? ¿Es
esta la actitud de Dios cuando Él nos perdona? "Cuanto está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones" (Salmo_103:12); "Echaste tras tus espaldas todos mis pecados"
(Isaías_38:17); "Sepultará nuestras iniquidades, y echará en
lo profundo del mar todos nuestros pecados" (Miqueas_7:19); "Nunca más me acordaré de sus pecados y de
sus iniquidades" (Hebreos_8:12). Los que
no quieren perdonar siguen alimentando y satisfaciendo sus sentimientos
carnales (Gálatas 5:16).
Repetidas veces los santos (congregaciones
enteras) han mostrado que no son guiados por el Espíritu Santo, sino por los
sentimientos carnales.
Los paganos
despreciaban a los humildes y mansos y a los que perdonaban, pues pensaban que
solamente los débiles eran humildes y mansos y perdonaban a otros.
Parece que algunos santos están de acuerdo con ellos.
Será fácil soportar
al hermano, por desagradable que sea , si siempre recordamos lo que Jesús ha
tenido y tiene que soportar de nosotros. "Cristo... tuvo causa de queja
infinitamente mayor contra nosotros". Cuando el hermano se arrepiente de
su pecado, debemos perdonarlo (2Corintios_2:6).
¿Cuántas veces? Mateo_18:22. ¿Cuántas veces
pedimos perdón a Dios? ¿Cuántas veces nos ha perdonado?
El cristiano soporta y perdona, porque
el que ha sido perdonado debe perdonar siempre. Como Dios le perdonó, así debe
perdonar a los demás; porque sólo perdonando se puede ser perdonado.
La clave para perdonar a
otros es recordar lo mucho que Dios nos perdonó. ¿Te es difícil perdonar a
alguien que se ha equivocado un poco, cuando Dios te ha perdonado tanto? Pensar
en el perdón y el amor infinito de Dios puede ayudarnos a amar y perdonar a
otro.
¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!
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