} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 24 Julio LA BUENA SEMILLA

lunes, 24 de julio de 2017

24 Julio LA BUENA SEMILLA

 Hechos 1;8

pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

    La promesa del Espíritu Santo era la promesa de poder. Esta promesa se cumplió el día de Pentecostés, Hechos_2:1-47. Este texto demuestra claramente que fue simplemente un acto simbólico cuando Jesús "sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos" (Juan_20:22-23).

Lo más importante, pues, no era saber cuándo el reino sería restaurado, sino la promesa de que "recibiréis poder". Esto debía ocupar su atención en lugar de su curiosidad acerca de fechas. Los apóstoles siempre querían poder. Disputaban acerca de quién tendría más poder. Ahora recibirían verdadero poder, no el poder que ellos esperaban, sino un poder mucho más grande e importante.

Descripción de este poder:
Era poder para recordar la enseñanza de Jesús, Juan_14:26.
 Era poder para revelar toda la verdad, Juan_16:3.
 Era poder para confirmar la palabra con señales, Marcos_16:17-20; Hechos_14:3; Hebreos_2:3, hablando en lenguas que no habían estudiado, sanando, levantando muertos, echando fuera demonios, etc.
 Era poder que los judíos no podían resistir.
Era poder que los gentiles no podían resistir.
 Era poder que las cárceles y cadenas no podían vencer, 2Timoteo_2:9.

Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 
 Este texto es uno de los puntos claves del versículo. Es como un bosquejo del libro. Da el índice geográfico del programa de evangelización que se llevaría a cabo.
            Los apóstoles eran los testigos escogidos, Hechos_10:41; Lucas_24:48. Conocían la vida y la obra de Jesús. No eran simplemente heraldos, sino testigos.
Iban a predicar en Jerusalén y en Judea, Hechos 2:1-47. Jesús sería vindicado en la ciudad capital en la cual fue humillado y crucificado. A esta ciudad llegaban todos los judíos piadosos de todas las naciones para celebrar tres fiestas solemnes: la fiesta de la Pascua, la fiesta del día de Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos.
Iban a predicar en Samaria, Hechos_8:1-40. Jesús había prohibido que los apóstoles predicaran a los samaritanos durante su ministerio personal (Mateo_10:5), pero El sí reconocía que ese campo estaba blanco para la siega (Juan_4:35). Por lo tanto, después de predicar en Jerusalén y en Judea, llevaron el evangelio a Samaria.

Después, llevaron el evangelio a todas las naciones. Dice el Salmo_2:8, "Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra".

El poder del Espíritu Santo no lo limita la energía ordinaria, involucra valor, entrega, confianza, conocimiento, habilidad y autoridad. Los discípulos necesitarían de todo esto para cumplir con su misión. Si tú, que lees esto, crees en Jesucristo, puedes experimentar el poder del Espíritu Santo en tu vida.

  Jesucristo prometió a los apóstoles que recibirían el poder para ser testigos después que recibieran el Espíritu Santo. Pero según el proceso: (1) recibieron el Espíritu Santo; (2) les dio poder; y (3) fueron testigos con resultados extraordinarios.
Nosotros a menudo tratamos de invertir el orden y testificamos dependiendo de nuestro propio poder y autoridad. Testificar no es mostrar lo que podemos hacer por Dios, sino mostrar y decir lo que Dios ha hecho por nosotros.

  Jesús instruyó a sus discípulos para que fueran testigos a las personas de todas las naciones acerca de El (Mateo_28:19-20). Pero se les dijo que debían esperar antes la venida del Espíritu Santo (Lucas 24:49). Dios tiene una labor importante que quiere que hagamos en su nombre, pero debemos desarrollarla por el poder del Espíritu Santo. A menudo nos gusta cumplir con la tarea, aunque esto signifique ir delante de Dios. Pero algunas veces la espera es parte del plan de Dios.

 ¿Estás esperando y escuchando las instrucciones completas de Dios o te antepones a sus planes? Necesitamos el tiempo y el poder de Dios para ser en verdad eficaces.

  Este versículo describe una serie de círculos concéntricos de cómo debemos comenzar a ser testigos.
El poder del Espíritu iba a hacerlos testigos de Cristo. Su testimonio iba a operar en una serie de círculos concéntricos cada vez más amplios: primero en Jerusalén; luego en toda Judea; luego en Samaria, que era un país medio judío que sería como un puente que los introduciría en el mundo pagano; y finalmente hasta el fin del mundo.
Un testigo es alguien que puede decir: "Yo sé que esto es verdad.» En un juicio no se admite el testimonio de alguien que sabe algo porque lo ha oído por ahí; tiene que saberlo de primera mano y por propia experiencia.
Un testigo verdadero no lo es sólo de palabra, sino en toda su vid. Es un hecho que habla por sí mismo que en griego, la lengua en que se escribió el Nuevo Testamento, la palabra para testigo y la palabra para mártir son la misma. Un testigo tiene que estar dispuesto a ser un mártir. Ser testigo conlleva ser fiel a la verdad cueste lo que cueste.


  El evangelio de Dios no ha llegado a su destino final si alguien en tu familia, en tu centro de trabajo, tú colegio o tú comunidad no ha oído acerca de Jesucristo. Asegúrate de contribuir, de alguna manera, al círculo de esparcimiento del mensaje de amor de Dios.



Hechos 11; 21

Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor.”


En un estilo comprimido, este pasaje nos cuenta uno de los más grandes acontecimientos de la Historia. Ahora sí, por primera vez y a sabiendas, se predica el Evangelio a los gentiles. Todo ha ido conduciendo a este acontecimiento. Ha habido tres peldaños en la escalera. El primero, Felipe predicando a los samaritanos; pero, después de todo, los samaritanos eran medio judíos y formaban, como si dijéramos, un puente entre los judíos y el resto del mundo. El segundo, Pedro recibiendo a Comelio; pero había sido Comelio el que había tomado la iniciativa. No había sido la Iglesia Cristiana la que había buscado a Comelio, sino al revés. Además, se hace hincapié en que Cornelio era temeroso de Dios y, por tanto, estaba al borde de la fe de Israel. El tercero, la Iglesia no fue en Antioquía a judíos o medio judíos, ni esperó a que los gentiles se le acercaran buscando ser admitidos, sino que les predicó el Evangelio a los gentiles. La Iglesia aquí se lanza en su misión universal.
Los creyentes esparcidos al inicio de la persecución en Jerusalén, difundían el evangelio entre los judíos en los lugares a los que llegaban. Ahora los creyentes empezaban a anunciar activamente las buenas nuevas con los gentiles.
Lucas no dice que gran número fueron salvos por creer solamente, sino que gran número creyó y se convirtió al Señor. Pedro había dicho "Arrepentíos y convertíos". En estos textos se puede observar que hay algo que hacer después de creer y aun después de arrepentirse. Estos textos corresponden a Hechos 2:38, "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados".

¿Qué deben predicar los ministros de Cristo sino a Cristo? ¿A Cristo, y crucificado? ¿A Cristo, y glorificado? La predicación de ellos fue acompañada de poder divino. La mano del Señor estaba con ellos para llevar a los corazones y a las conciencias de los hombres lo que sólo se podía decir al oído externo. Ellos creyeron, fueron convencidos de la verdad del evangelio. Se convirtieron desde una manera de vivir carnal e indolente a una vida santa, espiritual y celestial. Se convirtieron de adorar a Dios para ser vistos y por formalismo a adorarle en Espíritu y en verdad. Se convirtieron al Señor Jesús que llegó a ser todo en todo para ellos. Esta fue la obra de conversión realizada en ellos y la que debe efectuarse en cada uno de nosotros. Fue fruto de su fe; todos los que creen sinceramente, se convertirán al Señor. Cuando se predica al Señor Jesús con claridad, y conforme a las Escrituras, Él dará éxito; y cuando los pecadores son de esta manera llevados al Señor, los hombres realmente buenos, que están llenos de fe y del Espíritu Santo, admirarán y se regocijarán en la gracia de Dios concedida a ellos. Bernabé estaba lleno de fe; lleno de la gracia de la fe, y lleno de los frutos de la fe que obra por amor.

Que contraste con la forma de actuar de los dirigentes actuales de las iglesias que se dicen cristianas evangélicas. Invierten el orden, quieren dar testimonio lejos, quizás para qué no conozcan el historial de divisiones y confrontaciones entre ellas; quizás porque no hay perdón genuino que restaure las heridas; quizás porque no hay amor fraternal; quizás porque abunda la carnalidad  y los guías proceden con una mente carnal en sus ministerios enseñando en su día “otro evangelio” que hizo estragos en medio de ellas. O quizás la tibieza espiritual es el resultado de tanta desobediencia al Dios Santo, Santo, Santo.
¿Cómo puede una iglesia así mantener el candelero?

Que el Señor tenga misericordia y por Su Gracia afirme al remanente fiel a Su Palabra en la Biblia.


¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

No hay comentarios:

Publicar un comentario