Salmo 25; 12-15
¿Quién es el varón que teme
al SEÑOR? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Su alma
reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.
El
secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.
Mis
ojos están siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.
(La
Biblia de Casiodoro de Reina 1569)
Hoy día nos bombardean con incitaciones
incesantes a ir en varias direcciones, por multitud de caminos. Tan solo la
publicidad de la televisión e internet coloca cientos de opciones ante
nosotros, además de las instancias de los partidos políticos, las sectas, las
religiones falsas y docenas de diversos grupos. Numerosas organizaciones,
incluyendo las cristianas, buscan motivarnos a "apoyar la causa". Si
añadimos a esto las docenas de decisiones que debemos tomar con respecto a
nuestro trabajo, familia, dinero, sociedad y nos desesperamos por encontrar a
alguien que nos muestre el camino correcto. Si estamos siendo tironeados en
diferentes direcciones, recordemos que Dios encamina a los humildes.
El salmista vuelve a hablar de la dirección de
Dios y vuelve a usar lenguaje sapiencial. A menudo cuando uno está afligido por
las pruebas del enemigo, olvida la comunión estrecha con Dios; pero es cuando
más hace falta.
Temer a Dios es reconocerlo por lo que es: Santo, Todopoderoso, Recto,
Puro, Omnisciente, Omnipotente.
Omnipresente, Sabio. Al mirar a Dios a la luz de esto, nos vemos como somos:
pecadores, débiles, frágiles y necesitados. Cuando reconocemos quién es Dios y
quiénes somos nosotros, caemos humillados a sus pies. Solo entonces nos muestra
cómo elegir Su camino.
Algunos atributos divinos que nos favorecen en todo momento son:
El temor a Jehová:
(1) Nos lleva a la humildad.
(2) Nos da medicina para el alma.
(3) Nos brinda descanso en el camino.
El
honor a Jehová:
(1) Se manifiesta por nuestra generosidad.
(2) Se recompensa en forma material y
espiritual.
La
disciplina de Jehová:
(1) Tiene el fin de beneficiarnos.
(2) Da garantías del amor divino.
Las bendiciones que se acumulan para cualquiera que teme al Señor: instrucción en el
camino de Dios; realización personal; seguridad familiar, comunicación con el
Señor e instrucción en el significado de la relación de pacto. Están conectados
por el pensamiento del Señor como la única solución: Sólo él permanece
enfocado; para David no hay ningún otro. Dios revela su consejo secreto en una
íntima relación con aquellos que le temen,
como hizo con Abraham (Gen_18:17-19) y con los
apóstoles (Juan_15:15).
“A los que le temen les hará
conocer su pacto”. Reposará viene de un verbo que significa “alojarse,
pasar la noche”. Da la idea de descansar en lo bueno que Dios provee. El
secreto es “comunicación confidencial” o “consejo secreto” (Jer_23:18, Jer_23:22; Amo_3:7).
Dios da dirección específica y el creyente va conociendo más su pacto.
Según Isa_43:10, lo que Dios quiere es que todo
su pueblo le conozca y le entienda cada vez más.
Ojos… siempre
puestos… destaca que uno debe estar
atento si quiere conocer la voluntad de Dios. Habla de estar en una actitud
constante de oración. El camino de los justos es demasiado difícil de andar sin
la dirección y la presencia de Dios.
Dios ofrece una amistad íntima
y duradera a aquellos que lo reverencien, y lo tengan en el más alto honor.
¿Qué relación se puede comparar a la de tener al Señor de la creación como
amigo? Nuestra relación eterna con Dios crecerá conforme nosotros lo
reverenciemos.
Se explica la razón de la bendición: los piadosos gozan de la comunión
con Dios .Así
la obediencia es vida, vida prolongada, mientras la desobediencia es quitar la
vida (Pro_3:21-22), y
por cierto, aprende las condiciones liberales de su perdón.
Está firme
su confianza en Dios. La red es figura frecuente de los
peligros causados por los enemigos (Pro_9:15; Pro_10:9)
Símbolo usado por los hebreos para representar las trampas tendidas por un
enemigo.
Todos somos pecadores; y Cristo vino al mundo a salvar pecadores, a
enseñar a los pecadores, a llamar a los pecadores al arrepentimiento. Valoramos
una promesa por el carácter de quien la haga; por tanto, confiamos en las
promesas de Dios. Todas las sendas del Señor, esto es, todas sus promesas y
todas sus providencias, son misericordia y verdad. El pueblo de Dios puede ver
todos sus tratos el despliegue de su misericordia y el cumplimiento de su
palabra, cualesquiera sean las aflicciones por las cuales estén ahora siendo
ejercitados. Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad; y así será
cuando lleguen al final de su jornada. Quienes son humildes, que desconfían de
sí mismos, y desean ser enseñados y seguir la dirección divina, a estos guiará
en juicio, esto es, por la regla de la palabra escrita, para hallar el descanso
para sus almas en el Salvador. Aun cuando el cuerpo esté enfermo y dolorido, el
alma puede estar cómoda en Dios.
¡Maranatha!
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